Luego de la disolución de la Guardia Urbana Municipal (GUM), en el marco de la reestructuración de distintas dependencias pertenecientes a la Secretaría de Control y Convivencia de la Municipalidad, los agentes de la flamante área de Control de Proximidad comenzaron a recorrer hace algunos días algunas zonas comerciales en barrios de la ciudad, con mayor hincapié en el trabajo de calle y la vinculación cercana con el vecino.
Desde hace dos semanas, los 170 inspectores que visten ahora uniforme azul, blanco y negro (aunque con los mismos sueldos y carga horaria que en sus antiguos puestos) realizan operativos en distintos centros comerciales barriales, buscando generar un contacto permanente con los titulares de los locales y ciudadanos de las zonas determinadas.
Entre las principales diferencias del nuevo cuerpo, las autoridades definen que la búsqueda fundamental fue que haya “menos oficina, y más calle”. Por eso, los agentes ya no toman posesión del puesto de trabajo en la base operativa (lo que les tomaba media hora para cambiarse y prepararse), sino que lo hacen en la calle, yendo directamente al lugar que tienen asignado. Eso hace que estén todo el turno en la vía pública y no en la base a la espera de un reclamo para luego ir a un área determinada a partir de un llamado específico, como por ejemplo una denuncia por ruidos molestos.
En segundo lugar, los grupos están asignados siempre a los mismos barrios, lo que hace que tengan un contacto y un vínculo más afianzado con las personas que viven allí. La GUM iba a un operativo y luego se iba, por lo que los vecinos nunca volvían a verle la cara al mismo agente. La idea ahora es que salgan a dialogar con los ciudadanos para identificar las problemáticas de cada territorio.
Además, los reclamos se centralizan en el 147, y no existe más el 0-800 de la GUM. En la central no hay más agentes al teléfono, sino que atienden llamadores capacitados para derivar distintos tipos de denuncias directamente al personal que está en la calle.
Cerca del comerciante
Los primeros trabajos empezaron hace dos semanas en los centros comerciales San Martín y Echesortu, en donde binomios de agentes caminan las zonas más transitadas, enfocados en el ordenamiento del tránsito (evitar la doble fila), el cumplimiento de las normativas comerciales, la ocupación del espacio público y la resolución de los distintos conflictos que puedan suceder.
Esta primera experiencia, que tuvo buena recepción en ambos puntos de parte de los titulares de los comercios y los habitantes de la zona, se irá replicando luego en el resto de los barrios de la ciudad.
La secretaria de Control y Convivencia, Carolina Labayru, destacó que el objetivo central de la nueva dependencia es que “cada vecino y vecina conozca con nombre y apellido al agente de proximidad, que puedan ser el canal para ser escuchados y le trasladen cualquier requerimiento que tengan”. En ese sentido, mencionó que podrán recibir “cualquier tipo de reclamo vinculado al incumplimiento de normativas municipales”.
A su vez, adelantó que “el próximo paso es la incorporación de mayor tecnología, que permita eliminar las carpetas y las actas de papel para reemplazarlas con dispositivos que posibiliten realizar actas digitales y asentar reclamos de manera inmediata. Esto hará que la resolución sea más rápida y, a su vez, que se elimine algo ya vetusto”, puntualizó.
Día de la primavera
El martes pasado, en el marco de los festejos por el Día de la Primavera y del estudiante, el nuevo cuerpo formó parte del operativo especial desplegado en conjunto por la Municipalidad y la policía provincial.
Los agentes recorrieron parques y espacios públicos a los que los jóvenes se volcaron masivamente, en especial la costa central y La Florida. Los grupos de caminantes se focalizaron fundamentalmente en la prohibición de consumo de alcohol y venta de ese tipo de bebidas a menores en los locales de la zona. “Tuvimos un alto acatamiento, fue un día de la primavera sin incidentes y con mucho respeto”, dijo Labayru.
Desde principios de septiembre, el municipio lleva adelante un programa de capacitación para los agentes de Control de Proximidad, un área creada con el objetivo de afianzar la presencia de los agentes de convivencia en los barrios, buscando cercanía con los vecinos y velando por el respeto a las normas municipales.
Programa de capacitación
Desde principios de septiembre, el municipio lleva adelante un programa de capacitación para los agentes de Control de Proximidad, un área creada con el objetivo de afianzar la presencia de los agentes de convivencia en los barrios, buscando cercanía con los vecinos y velando por el respeto a las normas municipales.
Las jornadas, que tienen como finalidad que el agente pueda estar fortalecido y preparado en el territorio para resolver conflictos o reclamos, incluyen actividades presenciales y virtuales, con la idea de formar integralmente a los empleados del área en distintas competencias necesarias para cumplir su rol.
Gestión de las emociones en situaciones de conflicto, trabajo en equipo, liderazgo, formación en temáticas legales aplicables a la función, entrenamiento en manejo de casos difíciles y tecnologías aplicadas a la información y comunicación son algunos de los módulos y temáticas del programa.
“El objetivo es capacitar a los agentes de cercanía y proximidad que ya están cumpliendo funciones en los barrios, en los centros comerciales, cerca de la gente y de los comerciantes no solamente para recibir cualquier reclamo que tenga la ciudadanía, sino también para prevenir cualquier conflicto”, destacó la secretaria de Control Carolina Labayrú.