La conferencia mundial sobre sida que se realizó en Viena confirmó los datos sobre el avance del
contagio del mal entre mayores de 50 años adelantado en un informe dado a conocer por La Capital
una semana antes del cónclave austríaco.
La XVIII Conferencia Internacional sobre Sida, el mayor encuentro
internacional de investigadores, científicos y personas afectadas con el VIH, que cada dos años se
reúnen para valorar los progresos e identificar futuras prioridades, congregó a 19.500
representantes de un centenar de países, entre los cuales estaba Argentina.
La reunión, que concluyó el viernes pasado y cuyas conclusiones en
detalle comienzan a conocerse, advirtió sobre la creciente incidencia de los contagios entre
personas de más de 50 años y la existencia de un amplio espectro de enfermos que han contraído la
enfermedad antes y están envejeciendo con ella.
Precisamente, la cuestión fue abordada por La Capital el 18 de julio
pasado. El especialista Sergio Lupo (quien participó en la cumbre vienesa), explicó que en Rosario
es cada vez más frecuente la detección del sida en personas mayores de 50 años, por lo que miembros
de una ONG local dan charlas de prevención en centros de jubilados.
Lupo dijo que del total de casos diagnosticados en Rosario “al
menos un 5 por ciento tiene más de 60 años, cifra que puede ser mucho mayor si se tiene en cuenta
que por cada paciente al que se le detecta el virus de inmunodeficiencia adquirida hay cuatro que
no saben que lo portan.
La sexualidad de las personas mayores de 50 años es un tema tabú aún en
el consultorio médico, según lo reconoció el jefe de la división Primer Nivel del Pami Rosario,
Raúl Alvarez Lemos. “No es sencillo que los médicos lo planteen y que los afiliados acepten
hablar de su vida íntima”, admitió.
Alvarez Lemos comentó que los médicos de cabecera del Pami no suelen
ofrecer el test de VIH a sus pacientes.
Damián Lavarello, de Promusida, mencionó que “es algo nuevo hablar
de la sexualidad de personas de más de 60 ó 65 años. No es fácil preguntarle a una señora de 60
años que enviudó recientemente si piensa tener relaciones íntimas con una nueva persona, si es que
tiene un novio, pretendiente o amante. Y en el caso de que haya tenido relaciones, si ha usado
preservativos y si se ha hecho el análisis de VIH”.
Isabel Casetti, de la Fundación Helios Salud, precisó que “el
aumento de la tasa de divorcios, la longevidad y la disponibilidad de fármacos para la disfunción
sexual son todos factores que inciden” en los nuevos vectores de contagio entre los mayores
de 50 años.
Casetti indicó que en las mujeres menopáusicas, algunas características
biológicas, como la sequedad vaginal, pueden favorecer la infección.
En ese contexto, Pedro Cahn, jefe de la sección Infectología del
hospital porteño Fernández (y uno de los especialistas que asistió a la cumbre en Viena), señaló
que “la vida útil de las personas es cada vez más prolongada, y además, existe la idea
generalizada que el sida se lo «pescan» los jóvenes”.
Los datos de la XVIII Conferencia Internacional del Sida en Viena
confirmó que el de los mayores de 50 años es el grupo de infectados que más creció en la última
década. Globalmente, se calcula que los nuevos diagnósticos en esa franja de edad se duplicaron. En
Argentina, un boletín dado a conocer a fines del año último ya lo anticipaba: la cantidad de
infecciones en mayores de 50 años había crecido del 7% al 12% en el mismo lapso.
Esa porción etaria ha soslayado los programas preventivos. “El uso
del preservativo en forma consistente empieza a disminuir a partir de los 25 años y después de los
50 es bajísimo”, afirmó Claudio Bloch, director del Programa de Sida y Enfermedades de
Transmisión Sexual del Ministerio de Salud de la Nación.
En la cumbre, el presidente de la Sociedad Internacional del Sida, el
argentino Julio Montaner, destacó las nuevas directivas para el tratamiento del VIH, presentadas
por la Organización Mundial de la Salud, que recomienda iniciar la terapia antirretroviral desde
fases más tempranas.
En la actualidad, más de 33 millones de personas están infectadas con el
virus VIH. Cada año se registran 2,7 millones nuevos contagios y mueren 2 millones de enfermos.
Quien recibe tratamiento con antirretrovirales puede vivir como un enfermo crónico y hay
medicamentos que permiten incluso bloquear la transmisión de la enfermedad de madre a hijo. l