El dólar blue subió $ 20 martes hasta los $ 1.035 en la city porteña al cabo de una jornada en la que operó con mucha demanda. La suba es acompañada también por los dólares financieros, en un contexto de desvalorización de las monedas de la región. El creciente conflicto entre Israel e Irán provoca incertidumbre en los mercados gloales.
Las monedas y acciones de América latina se dsvaluaron en la jornada del martes, en particular el real brasileño y el peso mexicano. La moneda del país vecino cayó 1,69% a 5,2722 unidades por dólar y el índice de acciones Bovespa se desvalorizó un 0,61% a 124.571,13 puntos. Andrés Reschini, analista de F2 Soluciones Financieras, señaló que ese movimiento afecta al tipo de cambio real bilateral y multilateral. De esta manera, los productos que Brasil ofrece al mundo se vuelven más atractivos y compiten con los argentinos. “Eso puede poner presión al peso que está sostenido por un alto nivel de restricciones y agrega algo de tensión en la brecha cambiaria”, analizó.
En la city porteña, la divisa informal alcanzó $ 1.035 para la venta, el precio más alto en siete semanas y extendió al 19,17% la brecha con el dólar oficial. En el mercado financiero, el MEP y CCL también continúan en un sendero al alza como en las últimas ruedas. El primero subió 1,55% a $ 1,037,36, mientras que el segundo aumentó cuatro pesos hasta los $ 1.078,94. Tras el ajuste diario, el tipo de cambio mayorista quedó en $ 868,50.
Más allá del contexto internacional, hay señales de que la primavera cambiaria y financiera de las últimas semanas se está enfriando. El Banco Central de la República Argentina (BCRA) anotó su menor compra de dólares de abril, al adquirir u$s 93 millones y acumula un saldo positivo de u$s 15.564 millones. En ese contexto, las reservas subieron u$s 125 millones hasta los u$s 29.358 millones.
Bonos bajan
El índice accionario de la Bolsa porteña, el S&P Merval, rebotó levemente luego de haber caído con fuerza debido a la incertidumbre que generan las tensiones geopolíticas en Medio Oriente y que mantienen bajo control el apetito inversor por el riesgo. Cerró finalmente con un avance del 0,5%.
En cambio, los bonos soberanos extendieron el descenso y el riesgo país quedó cerca de los 1.400 puntos básicos.
Los títulos en dólares cedieron hasta 3,8% encabezados por el Global 2046 (-4%) 2038, el Global 2029 (-3,4%) y el Bonar 2038 (-2,2%).
El ministro de Economía, Luis Caputo, viajó a Washington para participar de la asamblea del Fondo Monetario Internacional (FMI) e intensificar las gestiones para obtener un nuevo préstamo de u$s 15 mil millones.
Aunque el organismo internacional saludó el ajuste brutal que realiza el gobierno de Javier Milei, no oculta sus dudas sobre sus sostenibilidad. Y algunos números preocupan. Por caso, la acumulación de deuda flotante para exhibir superávit fiscal primario y financiero.
Superávit dudoso
El Ministerio de Economía se encamina a exhibir un nuevo resultado fiscal positivo en marzo y cerrar el primer trimestre dentro de los parámetros acordados con el Fondo ($ 3 billones) pero la mitad de ese resultado se consiguió por demorar los pagos.
De acuerdo con datos de la Tesorería General de la Nación, en febrero el gobierno incrementó lo que se denomina deuda flotante en $ 900.421 millones, y así acumuló un total de $ 1,61 billones. Se trata de gastos que ya fueron generados, pero no cancelados. Se puede tomar como ejemplo el caso de alguien que consumió algo y recibe la factura, pero no la paga al momento. El 2023 finalizó con una deuda flotante de $ 710.416 millones.
Si se toman datos de la página Presupuesto Abierto, que reporta datos de la Administración Pública Nacional (APN) al 12 de abril, la diferencia entre el gasto devengado (es decir al momento en que se genera) y el pagado este año fue de $ 743.844.
Según señaló el economista Carlos Melconián durante una entrevista del fin de semana, el gobierno aplicó hasta ahora una “motosierrita”, lo que quiere decir que en rigor hizo poco recorte, y mucho más de licuación y bastante de postergación.
Recesión feroz
En marzo el Ejecutivo registró una caída de ingresos tributarios del orden del 16% real, que difícilmente haya podido compensar la baja del gasto del orden del 40%.
El derrumbe de la economía real es fenomenal. Por ejemplo, un relevamiento realizado por la Fundación Protejer registró que el 87% de las empresas del sector textil vio caer las ventas en el primer trimestre. El promedio de retroceso fue del 35% en la demanda.
Es probable que el gobierno haya obtenido un superávit primario inferior al billón de pesos que se logró en febrero pero hay dudas sobre el superávit financiero, ya que el pago de intereses de deuda es el único componente del gasto que registra crecimiento real interanual.
La caída de la actividad económica genera una baja de la recaudación de impuestos, peroel gobienro confía en que, en el segundo semestre, con la liquidación de la cosecha, se podrán recuperar ingresos vía retenciones. Y la segunda mitad del año tiene un mayor grado de ejecución presupuestaria y tiende a ser deficitaria.
Por otro lado, Caputo dio inicio a la elaboración del proyecto de presupuesto del 2025, para presentarlo al Congreso el 15 de septiembre.