Dharma BioScience es una startup de Rosario que trabaja en un tratamiento innovador para la artrosis. Fue fundada por el Dr. Gastón Topol (médico fisiatra), Franco Cescotti (kinesiólogo) y Diego Croci (biólogo) que, en conjunto, cuentan con más de 30 años de experiencia clínica en medicina regenerativa y biología celular y armaron este proyecto que detener la pérdida de cartílago en las articulaciones y ayudar a que se regenere. En poco tiempo están por iniciar una ronda de inversión internacional en la que aspiran obtener 4 millones de dólares para avanzar con los ensayos clínicos en personas. También están hablando con las principales compañías farmacéuticas y biofarma para forzar alianzas.
Se estima que en el mundo más de 500 millones de personas sufren artrosis, según la International Osteoarthritis Foundation (OAFI), siendo así la primera causa de invalidez permanente. “En la actualidad no existe un tratamiento que pueda curar definitivamente la artrosis, nuestro objetivo es desarrollar un producto inyectable que permita regenerar el cartílago y que ayude a mejorar la calidad de vida de las personas que padecen esta enfermedad. El mes pasado presentamos una patente provisional en Estados Unidos que nos permite proteger nuestra tecnología innovadora y dar un paso más en la validación del tratamiento”, sostiene Franco Cescotti, co-fundador y COO de Dharma BioScience.
Y reafirma: “Aunque aún la solución está en desarrollo, nuestro propósito es que sea un tratamiento de fácil acceso para cualquier paciente que lo necesite y sea una opción definitiva que los médicos puedan aplicar en su consultorio en cualquier país del mundo”.
El enfoque de Dharma BioScience se basa en la utilización de microARN modificados, pequeñas moléculas de ARN que desempeñan un papel crucial en la regulación génica y la comunicación celular. Mediante la incorporación precisa de estos microARN a las células dañadas de la articulación, Dharma BioScience busca restaurar los procesos de regeneración perdidos durante el desarrollo de la artrosis, induciendo a que el propio organismo sea capaz de regenerar sus tejidos.
El equipo de Dharma BioScience cuenta con una sólida experiencia en este tipo de desarrollos. En el año 2016 a través de un estudio experimental pudieron verificar que es posible regenerar cartílago en pacientes con artrosis severa. Además, en 2022 desarrollaron otro estudio en 80 pacientes con el que lograron identificar microARNs claves en el desarrollo de la artrosis y en su evolución clínica. Cuentan con laboratorios en Mendoza.
Actualmente están finalizando ensayos preclínicos, los cuales consisten en test con células y tejidos humanos en laboratorio. Todos estos pasos son la antesala para poder avanzar en los ensayos clínicos en personas para demostrar la eficacia del desarrollo y llegar a la comercialización.
Dada la versatilidad de la tecnología, una vez terminadas estas pruebas, la startup buscará aportar soluciones similares a otras patologías musculoesqueléticas, así como también a otras patologías degenerativas asociadas a disfunciones celulares.
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Dharma BioScience recibió inicialmente una inversión de u$s 250.000 por parte de SF500, el fondo de inversión y company builder que trabaja para transformar proyectos científicos en startups con impacto global que fue creado por Bioceres junto al gobierno de Santa Fe. Desde su fundación en 2022 lleva invertido u$s 7 millones en 19 startups biotecnológicas.
Desde Dharma BioScience confirmaron que a fin de año la startup tiene previsto iniciar su ronda de inversión seed en busca de capitales que quieran contribuir a mejorar la calidad de vida de millones de personas. En esta oportunidad saldrán a buscar 4 millones de dólares para avanzar con los ensayos clínicos en personas. También están hablando con las principales compañías farmacéuticas y biofarma para forzar alianzas.
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