Es verdaderamente insalubre la vida del ciudadano de a pie, que en medio de sus preocupaciones cotidianas (que todos arrastramos en el día a día) debe sobreponerse a las constantes "operaciones" que se arman para desprestigiar o deslegitimar a quien/es acudieron a "la Justicia" buscando infructuosamente llegar a la verdad de los hechos, en cualquier rubro. Es que "la resistencia (y resiliencia)" de los corruptos tiene complicidades en todos los juzgados. Casi podría decirse que no hay ningún rincón en donde una causa pueda transitar su recorrido sin tener que sortear la innumerable cantidad de operaciones que teje "el club de los malos" desde costosos estudios jurídicos, magistrados enquistados (o plantados durante gestiones anteriores), que actúan como guardaespaldas de sus propulsores, lejos de la Justicia aunque muy cerca de la Justicia Ilegítima. Para no entrar en "discusiones de panelistas" remontémonos a nuestra empresa insignia, YPF. Cómo se puede explicar que "quienes hicieron propaganda y trabajaron duro (desde el Congreso) para lograr la "privatización" (cobrando jugosas regalías por ello) sean los mismos que 20 años después lograron la "estatización" en medio de emotivos vítores triunfales y abrazos en el Congreso (debiendo indemnizar a Repsol por ello). Sólo porque existen "traidores de nuestra Patria". ¿Cuánto tiempo demandará limpiar de malandras los tribunales? ¿Será posible imaginar que podamos llegar a ver tras las rejas (y con cumplimiento efectivo de sus condenas) a quienes delinquieron e hicieron posible que un país signado para grandes cosas no pueda torcer su rumbo decadente? Que aunque más no fuere sea "la Patria" quien los demande (ya que de Francisco sólo podremos aspirar a la suspensión de la entrega de rosarios).