Los vecinos de calle Falucho y Junín estamos asustados e impotentes. Es que entre la una y las cuatro de la madrugada de los sábados, adolescentes y jóvenes, alcoholizados y drogados, producen desmanes, gritos, peleas y arrojan objetos contundentes contra vidrieras y frentes. Esto sucede desde hace varios sábados. Nos atemorizan tales actitudes y tememos represalias. Por eso solicitamos a las autoridades competentes que traten de lograr alguna solución. Entendemos que es generalizado, pero creemos que debe buscarse una manera de frenar esto. Creo que todo tiene un límite en la vida. Y sería inteligente de parte de las autoridades tomar alguna medida que pueda, sin reprimir, hacernos sentir que las personas tenemos el derecho a ser respetados, como así también nuestras propiedades privadas.





























