Viajando con el servicio de transporte de Tienda León noté que el conductor (en el trayecto por ruta) se comunicó por lo menos en cinco ocasiones retirando una de sus manos del volante para indicar su paradero por medio del celular que la empresa le da. Quería comunicarle a la misma, que de la "negligencia" al ""accidente" hay un sutil hilo que los encadena y se puede evitar con el llamado celular de manos libres. Por otra parte, en la traffic, viajaba una señora discapacitada, que tuvo que ser asistida para subir y bajar gentilmente por el chofer y algunos de los pasajeros, al no tener el vehículo una escalerita o rampa. Por fuera de nuestra predisposición, a nadie y menos a alguien que tiene reducido sus movimientos, le gusta que lo manoseen para acceder a un vehículo que viaja a menudo haciendo esta conexión. Regreso a mi ciudad y ¡oh! gratamente sorprendida, tomo un taxi, que aparte de publicitar tener aire acondicionado funciona! ¡Vivan los controles! Una buena... y otra mala: llueve, previendo que tengo turno para mi hijo con el médico llamo dos horas antes a un remise, a otro...taxis, ciudad abandonada, nadie contesta o descolgaron. Por fin, logro comunicarme con una agencia que me dicen que no pueden tomar mi pedido con tanta antelación. Camino con mi hijo con discapacidad motriz bajo la lluvia. ¿No es hora de que en la ciudad exista un traslado para discapacitados o que exista una línea telefónica que funcione para prioridades, donde cada uno pueda explicar su necesidad de traslado?






























