El próximo 15 de febrero se cumplen 212 años del nacimiento de Domingo Faustino Sarmiento, a raíz de ello, se me ocurre escribir algunas líneas sobre su preocupación por la educación y la situación actual en nuestro país.
El próximo 15 de febrero se cumplen 212 años del nacimiento de Domingo Faustino Sarmiento, a raíz de ello, se me ocurre escribir algunas líneas sobre su preocupación por la educación y la situación actual en nuestro país.
Hace 161 años, en setiembre de l862, el Congreso Nacional aprobaba por ley, en todo el territorio nacional, la realización del Primer Censo General de Población. Por ese entonces, los enfrentamientos entre la Confederación Argentina y el Estado de Buenos Aires, planteaban una situación compleja en el país. Recién en 1869, siete años después de su aprobación, pudo concretarse este primer censo, con Sarmiento elegido Presidente de la Nación. Las cifras del mismo fueron contundentes, la Argentina era un país prácticamente despoblado, con una distribución muy desigual, muy heterogénea. La sociedad era en su mayoría rural, mestiza y analfabeta.
Alarmado Sarmiento con estos números en la mano, llamó de manera urgente a una reunión de gabinete y allí pronunció una reconocida frase “Señores ministros, ante los primeros datos del censo, voy a proclamar mi primera política de Estado para el siglo: escuelas, escuelas, escuelas “.
En los próximos días, al cumplirse una nueva fecha de su natalicio, ante la triste realidad de hoy, donde se conocen las cifras de pobreza, de marginalidad, del abandono a clases, sobre todo de niños y jóvenes, sería bueno recordar el legado sarmientino para este siglo: “escuelas, escuelas, escuelas” y poner manos a la obra para que la educación sea una realidad en todo el país, con escuelas abiertas, en excelentes condiciones edilicias, docentes con salarios dignos, con una educación que brinde las mismas oportunidades a todos los estudiantes. Si los gobiernos creen que la educación es un gasto y no una inversión, que prueben con la ignorancia.
Jorge Omar Bustamante
Por Martín Stoianovich