Hay una tendencia a visibilizar, desde varios medios audiovisuales, lo peor de los hechos cotidianos. La violencia, la muerte, el caos, forman parte del bombardeo mediático constante ¿Cuál es el resultado de todo esto? Gente atemorizada, que padece insomnio, ataques de pánico, problemas cardiológicos, hipertensión, incertidumbre, desánimo, apatía y otros trastornos. Y si no, preguntémosle a los profesionales de la psicología y psiquiatría cuánto han aumentado las consultas de personas que atraviesan ciertas complicaciones de salud. La sobreinformación no es lo recomendable, solamente la información. La difusión de los males de la Argentina está produciendo serios problemas en la psiquis de muchas personas. Y esos casos se incrementarán seguramente luego de la pandemia.