Rosario capital: el federalismo real

Hacia 1867, año en que se publicó el primer número de La Capital, distintos indicadores confirmaban a Rosario como eje de las comunicaciones terrestres y fluviales, y auspiciosa plaza comercial.

18 de noviembre 2025 · 06:00hs

Hacia 1867, año en que se publicó el primer número de La Capital, distintos indicadores confirmaban a Rosario como eje de las comunicaciones terrestres y fluviales, y auspiciosa plaza comercial. Desde su elevación al rango de ciudad, en 1852, era la puerta hacia el interior del país y al propio hinterland en incipiente expansión, revalidando antecedentes que la caracterizaban desde el siglo XVIII como núcleo regional.

Un grave y sangriento conflicto bélico (el de la Triple Alianza o Guerra del Paraguay) —en el que la juventud rosarina fue llamada a las armas— la convertía en puerto de aprovisionamiento militar, con las inherentes complicaciones sanitarias.

Mientras el país era muestrario de violencia política y algunas provincias se levantaban en armas contra el gobierno nacional, Rosario seguía creciendo, adquiriendo mayor protagonismo en su relación con las provincias y por esta situación también fue propuesta capital de la República Argentina por el Congreso nacional.

Una osadía que, de no haber mediado vetos presidenciales, podría haber hecho realidad al federalismo anhelado por la Constitución nacional sancionada en Santa Fe, quince años antes, porque Rosario capital venía a ofrecer, según sus sostenedores, mayores posibilidades de alcanzar el equilibrio buscado entre la unidad nacional y los intereses regionales.

El artículo 3 de la Constitución había declarado a la ciudad de Buenos Aires sede de las autoridades nacionales, a partir de un compromiso entre las provincias y el poder central, que pudiera poner fin a una etapa de disputas sobre el rol de la ex capital virreinal.

Sin embargo, la ruptura de la provincia de Buenos Aires con la Confederación Argentina, el 11 de septiembre de 1852, llevó a la existencia de dos capitales: Buenos Aires, sede del Estado de Buenos Aires, y Paraná, capital de la Confederación. El vencedor de Caseros, el general Justo José de Urquiza, consideró necesario contar con un centro económico y militar más próximo a los rebeldes y Rosario, potencial enclave portuario, vino a cumplir con ambas funciones.

Los “porteños” de Buenos Aires se reintegraron a la Confederación en 1860 previa modificación del artículo 3 de la Constitución, estableciendo que para fijar capital en una provincia se requería una previa sesión de la o las legislaturas del territorio a federalizarse, poniendo a salvo el principio de autonomía de las provincias.

La batalla de Pavón, del 17 de septiembre de 1861, terminaría poniendo fin, en el terreno de las armas, a la Confederación y Bartolomé Mitre asumió la Presidencia de la República.

SUPLEMENTO ANIVERSARIO DIARIO LA CAPITAL 300 ROSARIO P27 litografia-- museo marc

  Rosario no perdió el flamante protagonismo adquirido en la década anterior. Su población se había elevado de 3.000 habitantes en 1852 a 9.785 en 1858 y treparía a 23.169 en 1869, de los cuales 17.297 eran nativos y 5.872 extranjeros. El propio Mitre sostuvo y acompañó las inversiones internacionales en curso, participando en 1863 de la inauguración en la ciudad de las obras del Ferrocarril Central Argentino, que daría nacimiento al gran complejo ferroportuario de América del Sur. Para 1867 la locomotora ya se aproximaba a Villa María y las líneas de mensajerías de diligencias unían regularmente a Rosario con las provincias.

  En 1862 el Congreso sancionó la denominada Ley de Convivencia o Ley de Compromiso, a través de la cual Buenos Aires aceptaba como huéspedes a las autoridades nacionales, de manera provisoria, manteniendo sus instituciones gubernativas y su propio régimen municipal.

  Lejos estaba el país de haber alcanzado una etapa de estabilidad. El Partido Nacionalista, de Mitre, en el gobierno, iniciaba la instauración de un régimen, enfrentando rebeliones provinciales, llevando adelante una guerra internacional y arbitrando los medios para poner en marcha un Estado nacional y los poderes Ejecutivo, Legislativo y Judicial. La coyuntura y los intereses del oficialismo se conjugaron para dilatar la resolución definitiva de la cuestión capital. Su prioridad pasó por triunfar en las elecciones presidenciales, teniendo por candidato a Domingo Faustino Sarmiento.

  Urquiza alzó su nombre como representante del Partido Federal y desde Entre Ríos comenzó a tejer alianzas con dirigentes de otras provincias en busca de la mayor cantidad de electores, para lo cual previamente se debía asegurar la llegada a la Gobernación de quien se comprometiera a otorgárselos. En el caso de Santa Fe, Urquiza decidió apoyar a la candidatura a gobernador del candidato opositor Mariano Cabal, quien no disponía en Rosario de diarios que la propiciaran.

Ovidio Lagos

Aquella época turbulenta estuvo signada por el exilio de los disidentes y Ovidio Lagos fue uno de ellos, como redactor, desde 1857, del diario La Reforma Pacífica, órgano que en Buenos Aires era opositor al gobernador Adolfo Alsina y representaba la opinión favorable a la Confederación Nacional y a la federalización de esa ciudad. Su director, Nicolás A. Calvo, era en Buenos Aires el referente de los miembros del Partido Federal Reformista (prourquicista) a quienes los oficialistas les pusieron el mote de “chupandinos”, por servirse asado con vino en sus reuniones. Allí comenzó Lagos su actuación política y la redacción periodística, confraternizando con el poeta José Hernández. Calvo les respondió a los alsinistas colgándoles el apodo de “pandilleros”, por su escasa convocatoria y el accionar violento de sus gavillas. Asediado por las multas el periódico debió cerrar dos años más tarde, y sus integrantes fueron encarcelados y perseguidos.

  Lagos y otros miembros de su partido comenzaron a planear una revolución por considerar que los alsinistas habían accedido al poder mediante el fraude electoral. El complot fue descubierto por la policía a fines de 1857 y debió huir hacia Paraná junto a José y Rafael Hernández, Benjamín Victorica, Prudencio Arnold, y otros partidarios.

  Lagos se veía obligado a experimentar el abandono forzoso de la ciudad, al igual que su propio padre, Joaquín Lagos, un inmigrante procedente de Galicia que se dedicó al comercio y luego pudo abrir un almacén al por mayor. Su amistad con figuras conspicuas del Partido Unitario llegó a oídos del gobernador de Buenos Aires, Juan Manuel de Rosas, y por eso, temiendo por su vida, escapó a Uruguay en 1839. Su hijo mayor Ovidio, de catorce años, se hizo cargo del cuidado de su madre y hermanas.

  Hasta ese momento había trabajado junto a su padre en el almacén y luego debió emplearse en otros comercios, estudiando en los tiempos libres. A los 21 años su vida tomó un nuevo rumbo al incorporarse como aprendiz en la mejor imprenta de Buenos Aires, la de Pedro de Angelis, donde adquirió conocimientos y una posición que le permitió casarse, y lo hizo con la joven Eulogia Aguirre.

  Se dice que allí encontró su vocación de tipógrafo y comunicador. “Siempre recordaba con orgullo los años de trabajo manual que pasó en los talleres tipográficos, y de tal modo conservaba culto ferviente por su antigua vida obrera, que, siendo diputado nacional, usaba para membrete en sus cartas y tarjetas, como escudo heráldico nobiliario, un componedor cruzado por una pluma, símbolo de la laboriosidad y la inteligencia”, publicó el diario El Municipio, opositor a Lagos, a la hora de su muerte.

SUPLEMENTO ANIVERSARIO DIARIO LA CAPITAL 300 ROSARIO P29 DIARIO LA CAPITAL LINOTIPOS 002

  Según el tipógrafo y periodista español Benito Hortelano, al día siguiente a la batalla de Caseros, librada el 3 de febrero de 1852, “los dispersos del ejército de Rosas, algunos soldados de Urquiza y la gente de los arrabales se lanzaron a las calles de la ciudad... el saqueo se hizo general y el espanto llegó a apoderarse de los habitantes”. Ante esta situación ninguno de los operarios se presentó a la imprenta de Angelis, a quien los vencedores solicitaron componer la proclama de Urquiza y el decreto nombrando gobernador a Vicente López y Planes. El único que asistió a su trabajo fue Ovidio Lagos. Según la tradición recogida en la familia, De Angelis necesitaba de un operario dispuesto “a poner la cabeza” por ocuparse de imprimir aquel documento que estaba cambiando la historia nacional, y aceptó dicha tarea.

  Ovidio Lagos se había ganado un lugar dentro de su gremio y a pesar de tan difíciles momentos participó de la creación de la Sociedad Tipográfica Bonaerense, fundada el 25 de mayo de 1857. Fueron electos presidente, secretario y tesorero, Mariano Varela (quien sería ministro de Sarmiento), Ovidio Lagos y Carlos Casavalle (editor e intelectual), respectivamente.

  Con estas experiencias profesionales, políticas y humanas llegó a Paraná, y fue empleado en el diario El Nacional Argentino, que auspició el tono combativo que precedió a la batalla de Cepeda en 1859. Luego de Pavón regresó a Buenos Aires y se incorporó a La Tribuna, militando en un club contrario al sector de Carlos Tejedor. Según un contemporáneo, Lagos no se limitaba a las tareas propias del oficio, sino que intervenía en las acaloradas discusiones políticas que se daban en la redacción.

Garantizar la paz y el crecimiento

En 1862 fue designado administrador e impresor del diario El Pueblo, cuya redacción estaba integrada por quienes adherían al pensamiento de una república federal integrada: el futuro presidente Nicolás Avellaneda, Carlos Paz, Bonifacio Lastra y Juan María Gutiérrez. Se encontraba en la dirección de ese periódico cuando el 1 de julio de 1867 el diputado Manuel Quintana presentó un proyecto de ley en la Cámara de Diputados de la Nación, que fue secundado en el Senado por Joaquín Granel, designando a Rosario como capital de la República. En la oportunidad, aquel diario afirmó que esa decisión “era conveniente para todas las provincias.”

  Quintana fundamentó su apoyo en que Rosario era “una ciudad de nueva creación. Desconocida hasta ayer en el mapa geográfico de la República por lo menos como pueblo de alguna importancia, carece de la significación política que siempre se liga a las grandes ciudades: su población y su comercio la hacen hasta cierto punto independiente del resto de la provincia de Santa Fe”. Por lo tanto su nuevo rango de capital no podía implicar ninguna amenaza ni envolver ningún peligro para el resto del país. Además se encaminaba a ser una gran metrópoli: tenía un puerto natural en superioridad de condiciones al de Buenos Aires y un incremento poblacional constante al punto de que en tres décadas podía alcanzar los 300 mil pobladores... (cálculo más que optimista teniendo en cuenta que el censo de 1869 había registrado 23.169 habitantes y que el Censo Nacional de 1895 arrojó un total de 91.699).

  Al mes siguiente El Pueblo estuvo al borde de cerrar sus puertas a causa de su situación financiera y Lagos se apartó vislumbrando la posibilidad de apostar al horizonte de posibilidades que representaba trasladarse a Rosario.

Urquiza presidente, Rosario capital

Sabiendo de las posibilidades de la pujante ciudad y la conveniencia de Urquiza de contar con un órgano que representara al Partido Federal, obtuvo del candidato a gobernador Mariano Cabal una carta de presentación que entregó en manos al expresidente de la Confederación en su palacio de San José. La misma decía: “Don Ovidio Lagos, amigo mío, presentará a usted ésta. Pasa a esa con idea de verlo para que usted lo ayude en la redacción de un diario que va a establecer en Rosario. Sus ideas políticas son completamente de acuerdo con las de usted, que yo conozco, y es decidido por su candidatura o por la que usted influencie con sus amigos. Usted, que tantos pesos tira, ayude a este muchacho que es pobre, honrado y padre de familia”.

  Una concordancia de ideas e intereses llevó a Urquiza a confiar en él: le proveyó de los medios necesarios y le prometió suscribirse con cien números. Así fue como Lagos se trasladó con su familia a Rosario, donde contaba con un compañero de la juventud: Eudoro Carrasco, formado en la imprenta de De Angelis.

  Eudoro ya era un conspicuo representante de la vida política y cultural local, dueño de una imprenta con la que dio a luz el nuevo periódico y una librería. La primera se encontraba en calle Aduana 72 (actualmente Maipú) y la segunda en calle Puerto 171 (San Martín entre Córdoba y Rioja).

SUPLEMENTO ANIVERSARIO DIARIO LA CAPITAL 300 ROSARIO P30 LA CAPITAL 69203898--CELINA MUTTI LOVERA

  El Diario La Capital nació el viernes 15 de noviembre de 1867 por la tarde. Antes de que finalizara el día Lagos escribió a Urquiza para hacerle saber directamente tal acontecimiento. Le explicó que el nombre La Capital había sido elegido por “ser simpático a este pueblo...” y por las razones expuestas en el editorial. Agregaba su opinión de que siendo Córdoba y Rosario las que se encontraban con más posibilidades se ser así declaradas, se optaría por la segunda porque “tenía puerto”. Asimismo, le explicaba que si bien Córdoba era un centro geográfico, no lo era en lo poblacional. Finalizó su carta manifestándole su mayor adhesión no sin antes confirmar que Cabal había cumplido al entregarle la primera remesa de fondos para concretar la publicación.

  Según se desprende de la afirmación de Lagos a Urquiza, ser “capital” era una aspiración ya presente en la ciudad, al igual que la defensa de la Constitución nacional sancionada en 1853, una vocación esgrimida desde el momento mismo que se produjo la caída del gobernador Juan Manuel de Rosas y que sostuvo a todo trance cuando se convirtió en el bastión de la Confederación frente a Buenos Aires.

  La Capital, por lo tanto, se ofrecía a los santafesinos y a los compatriotas como “intérprete fiel de las legítimas aspiraciones y un defensor incansable de las libertades y derechos” que dicha Carta consagraba, combatiendo en primer lugar a “los círculos funestos” de la política.

Garantía para el federalismo

En esa primera edición se interpretaba que la política de “círculo” era sinónimo de “egoísmo”, y por lo tanto “un crimen” en materia política porque “en la vida constitucional de las democracias” se debía tender siempre “a un gran fin”, “para que, ejerciendo esa influencia moral que vigoriza el espíritu del hombre, en el ejercicio práctico de sus derechos ciudadanos, lo alentara y lo hiciera digno ciudadano de la patria de San Martín y Belgrano”.

  En un editorial del 22 de noviembre de 1867 se refirió a que en Buenos Aires se decían liberales aquellos que no lo eran en sus prácticas al imponer opiniones e intereses, extendiendo esta modalidad de gobernar a las provincias. Ese era el federalismo que el país podía esperar de aquella ciudad si fuera designada capital. Por el contrario, Rosario ciudad abierta, cosmopolita y abierta al mundo y unida a las provincias, sería una capital de la República “federal”.

  A más de siglo y medio de aquella premonitoria advertencia podría decirse que la ciudad pagó caro haber representado para los argentinos una alternativa diversa a la antigua capital virreinal. Frente suyo se presentaron infranqueables aquellos círculos de los que hablaba Lagos, precisamente “cerrados” a los cambios que implicaran ceder el poder adquirido antes y después de la Revolución de Mayo.

  Por lo tanto, sostenía el diario, Buenos Aires no debía ser capital “porque jamás la cabeza puede ser la enemiga de las partes componentes del cuerpo; y Buenos Aires siempre ha trabajado por su preponderancia en las provincias por más lejanas que ellas estén”. La situación de postración en que se encontraban las provincias era la prueba de ello, al punto que, desde Córdoba al norte, su gente se veía obligada a comerciar con países limítrofes antes que con el Litoral.

  Aunque aclaraba que Córdoba tampoco podría ser capital por no disponer de puerto, considerando que la centralidad geográfica de por sí no era garantía de prosperidad. Desde la ciudad mediterránea se observaba la postura del flamante diario de Lagos más orientada a quitarle a Buenos Aires sus privilegios portuarios ?considerando que la actividad marítimo-fluvial era una panacea en sí misma? que en el crecimiento de las provincias.

  Por entonces, José Hernández, quién sería mundialmente conocido por ser el autor del “Martín Fierro”, escribió que Rosario capital significaría “la redención” de los males que afectaban a los argentinos: “El poder de Buenos Aires, que ha de ser siempre una amenaza para los pueblos mientras aquella provincia se mantenga como hasta aquí dominada por un círculo exclusivista y anárquico, ese poder se encontraría contenido por la proximidad del gobierno nacional, establecido en un punto fuera del alcance de su influencia; se hallaría observado de cerca, y forzosamente estrechado dentro de los límites territoriales de su provincia”.

  Rosario, en la pluma de Hernández, significaba proximidad con “el interior” por cuestiones que excedían lo geográfico —como podría ser su ubicación que les ofrecía “ponerlas en fácil contacto con las plazas

comerciales activas y ricas” —, entre las que se destacaba su capacidad de escucha de las necesidades, de impulsar y promover la industria para el desarrollo de su riqueza, para fomentar la fundación de instituciones, que llevara hasta ella el espíritu de mejora y de progreso. “La capital en el Rosario sería la única solución conveniente que puede darse a las grandes cuestiones políticas y administrativas que nos han agitado y dividido hasta hoy”, concluía.

  En 1868 el senador por Santa Fe Joaquín Granel reprodujo el proyecto de Quintana del año anterior, que fue aprobado en ambas Cámaras. La propuesta decía: “Desígnese para capital de la República la ciudad del Rosario, con el espacio comprendido entre los arroyos Saladillo y Ludueña sobre el río Paraná, con una legua de fondo” (una superficie significativamente menor al ejido actual del municipio de Rosario). Se federalizarían todos los establecimientos y propiedades públicas allí comprendidos.

  El traslado de las autoridades se fijó para el 1º de enero de 1870. Algunos senadores que se oponían cargaron las tintas en que Rosario no era una ciudad segura a comparación de Buenos Aires, con cuchilleros y sediciosos, lo que mereció el total repudio de los representantes santafesinos Oroño y Granel. Este último expresó: “Todos los disturbios, todos los males que ha sentido y siente el país, vienen de que la Constitución no se cumple, de que la ley no se respeta” y eso era lo que representaba el hecho de que no se designara una capital.

  La ley fue aprobada el 18 de septiembre. La algarabía en Rosario fue inmensa. Aquellos que como Ovidio Lagos apostaron a la ciudad ?en distintos proyectos, emprendimientos e inversiones (reflejada en el alza del valor de las propiedades), o emigrando a ella? vieron justificados así sus sacrificios.

Las provincias eligieron a Rosario, el centralismo lo impidió

Sin embargo, días después, el 25, se conoció el veto del presidente Mitre, cuyo argumento, al decir de Juan Alvarez, había sido “flojo” e “inconstitucional” porque si bien reconocía la necesidad de la ley y la conveniencia del asiento elegido, consideraba que, ante la proximidad de entrada en funciones de su sucesor (faltaba un mes para que asumiera Sarmiento), correspondía a éste, en su carácter de representante de la nueva mayoría, colegislar en el tema. El senador cordobés Vélez se preguntaba “dónde habían quedado la autonomía del Parlamento y la división de poderes”.

  El panorama no era alentador porque muchos rosarinos dudaban de que Sarmiento fuera ecuánime: conocían sus opiniones favoreciendo primero a Martín García y luego a Buenos Aires, aunque meses más tarde se manifestara por nuestra ciudad. Al respecto Juan Alvarez evoca la fuerte expresión del sanjuanino que trascendió en los debates de 1867: “Rosario debe ser capital de la Nación, porque es el hijo adúltero de este matrimonio desunido, y no nos dejará vivir en paz mientras no le demos un patrimonio que satisfaga sus necesidades”.

  Una razón de mayor peso permitía presagiar que Sarmiento vacilaría en apoyar a la criatura de Urquiza porque designar a Rosario capital de la federación era darle poder al principal adversario en su camino a la Presidencia.

  En mayo de 1869, simultáneamente con la llegada de la línea del telégrafo entre Buenos Aires y Rosario —adelanto tecnológico que permitió la comunicación al minuto entre ambas ciudades y con ello la circulación de las noticias—, Granel volvió a presentar su proyecto anterior, prorrogando a enero de 1871 el traslado de las autoridades. Mitre, sentado en esta oportunidad en su banca de senador, insistió en la conveniencia de prolongar la residencia interina de las autoridades en Buenos Aires. Oroño reaccionó exclamando: “Aceptaré la ciudad de Córdoba o cualquier otro punto del territorio donde pueda existir el gobierno nacional en condiciones regulares. Lo que no puedo aceptar, ni la comisión admitir, es que esta cuestión vuelva por cuarta vez a la discusión de este cuerpo y siempre se le responda con las mismas palabras sacramentales no es tiempo, no es la oportunidad...”.

  El 6 de julio de 1869 el Congreso volvió a declarar a Rosario capital de la República, y el día 15 el presidente Sarmiento expresó su decisión de aplazar esta decisión para otra oportunidad, teniendo en cuenta, según dijo, que la Guerra del Paraguay se había tornado “dispendiosa”, ocasionando el aumento de la deuda pública y el aumento de los impuestos. No se trataba de un argumento menor.

SUPLEMENTO ANIVERSARIO DIARIO LA CAPITAL 300 ROSARIO P31 LA CAPITAL FRENTE 1910 01

  Las explicaciones del sanjuanino no satisficieron a Oroño, quien afirmó: “La tendencia se encamina a unitarizar la República. Ello implica dar por tierra con el sistema federal”. La Capital fue aún más lejos al calificar a las palabras del presidente como “frívolas” y demostrativas “del miedo de afrontar los resentimientos de los hombres del círculo centralista encerrados en la ciudad metropolitana con sus costumbres aristocráticas y su espíritu de dominio”.

  Las razones sostenidas públicamente por el gobierno nacional en aras a las urgencias del momento (y las motivaciones no dichas, entre las que sobresalía la debilidad de las autoridades a cargo del poder central para continuar al frente de los destinos del país sin el apoyo de la dirigencia porteña) implicaron un marcado retroceso para el federalismo. Las consecuencias de los vetos a la decisión de las provincias están a la vista, tal como los ganadores y los perdedores.

  El 11 de abril de 1870 murió asesinado Urquiza en el Palacio San José: lo ultimaron hombres del caudillo entrerriano López Jordán. En 1873 Granel insistió con el proyecto de ley para la designación de capital cuando la violencia política lejos de apaciguarse tomaba nuevo vuelo con la rebelión jordanista y la puja por la sucesión presidencial. Quintana tomó esta situación para justificar las conveniencias de apoyar a Granel y la candidatura de Rosario: “Es una ciudad cosmopolita, donde la política no impera, donde sólo se escucha la voz de la industria y del comercio, que son precursores de la paz que tanto necesita nuestro país”. Sarmiento emitió un nuevo veto argumentando que el presidente, a un año de terminar su mandato, no podía dar su apoyo a una resolución de tanta trascendencia.

La solución por las armas

Fracasada la vía legislativa “la solución” a la cuestión capital se definiría en el terreno de las armas, en una nueva guerra civil. En 1879, tanto el presidente Nicolás Avellaneda, en su proyecto de federalizar la ciudad de Buenos Aires, como las aspiraciones del general Julio A. Roca de sucederlo como presidente de la Nación, encontraban un escollo común: el gobernador bonaerense Carlos Tejedor, también candidato a presidente, y representante de los deseos autonómicos de una provincia que no se resignaba a perder la jurisdicción sobre su capital histórica, la ciudad de Buenos Aires.

  El triunfo electoral de Roca en junio de 1880 desencadenó de inmediato la revolución porteña, que fue sofocada tras sangrientos combates. De esta manera el Congreso, al influjo del triunfo oficialista en las urnas y en las trincheras, aprobó la ley que federalizaba Buenos Aires, que fue promulgada por Roca el 6 de diciembre de 1880. Comenzaba así una nueva etapa que tuvo por nota característica el fortalecimiento del poder central y el inicio de la hegemonía del Partido Autonomista Nacional, liderado por el tucumano.

  La provincia de Santa Fe volvería a tener un rol protagónico en esta instancia de la historia argentina bajo el influjo del gobernador Simón de Iriondo, convertido en “la espada” y pilar de la denominada Liga de Gobernadores, que sostuvo al presidente Avellaneda en la definición de la sede definitiva de las autoridades nacionales y la consagración de Roca como su sucesor.

  Iriondo, que se había desempeñado como ministro del Interior de Avellaneda hasta 1877, interesado en perpetuar su acción de gobierno, así como la hegemonía y el protagonismo que tenía en Santa Fe, puso a disposición de Roca los batallones de guardias nacionales de la provincia para sofocar al ejército de Tejedor y a los legisladores santafesinos para apuntalar el surgimiento de un nuevo orden.

  Los senadores Aureliano Argento y Manuel D. Pizarro (ambos pertenecían al sector conservador de la ciudad de Santa Fe) fueron quienes insistieron y fundamentaron en agosto de 1880 el tratamiento de la ley que designó a Buenos Aires Capital Federal, argumentando que le correspondía por derecho propio como ex capital virreinal y cuna de la Revolución de Mayo. No obstante, Argento reivindicó la buena voluntad de la provincia de Santa Fe en haber cedido, a través de su Legislatura, el territorio para la federalización de Rosario durante las presidencias de Mitre y Sarmiento, y se lamentó de los vetos.

  El ministro del Interior, Antonio del Viso, se refirió a que “la única nacionalidad nueva que tenía una capital nueva” eran los Estados Unidos, con Washington, en cambio “las demás naciones” habían fijado como capital “aquellas grandes ciudades que tenían acentuada su propia nacionalidad” y eso representaba Buenos Aires. Brasilia, la excepción, sería una experiencia concretada entre 1956 y 1960.

  El diario de Ovidio Lagos, que había propiciado la candidatura presidencial de Tejedor (lo que le ocasionó serios perjuicios para su normal aparición), se mantuvo en su pensamiento: que la “unión nacional” se empequeñecía con Buenos Aires a la cabeza, por considerarla “un peligro para las instituciones federativas”.

El vacío que ocupó la prensa local

La Capital acompañó la acelerada evolución de Rosario en la segunda mitad del siglo XIX. La humilde y precaria prensa utilizada en los comienzos fue reemplazada seis años después por una máquina más moderna que le permitió incrementar el volumen de su tirada.

  En 1887 renovó sus talleres con nuevos elementos importados de Europa, incorporando la imprenta de sistema Marinoni, la primera introducida en Rosario, que posibilitó un tiraje de mayor rapidez y un formato de 80 centímetros de largo por 60 de ancho y 9 columnas por página, con una capacidad de contenido de la que sólo disponían los medios periodísticos más importantes de Buenos Aires, que a su vez no tenían rivales en Sudamérica.

  Dos años más tarde inauguró el nuevo edificio de calle Libertad (hoy Sarmiento), con dos plantas, en donde funcionaron la redacción, la administración y los talleres. Además, se instalaron equipos que le permitieron quedar unida en minutos con todo el mundo con el cable submarino internacional vía Galveston. La nueva urbe comenzó a rescatar sus raíces y a construir una identidad que resaltara el papel desempeñado por sus habitantes en los principales acontecimientos de la historia patria.

  A cinco años de su primer número, en 1872, La Capital acompañó la campaña iniciada por Nicolás Grondona para erigir “un gran monumento conmemorativo de las glorias argentinas, tributado a Belgrano”, el primer antecedente de nuestro icónico emblema urbano, el Monumento Nacional a la Bandera. Ya siendo diputado nacional presentó un proyecto para que se construyera en la localidad de San Lorenzo un gran monumento al general José de San Martín en el Campo de la Gloria, en honor al combate de 1813, y que sirvió de antecedente al monumento que hoy conocemos.

  En 1885 Ovidio Lagos le encargó a su primogénito Ovidio Amadeo, de 32 años, la dirección del periódico y se dedicó a trabajar en apoyo a la campaña presidencial de Miguel Juárez Celman. En 1887 fue electo diputado nacional por Santa Fe y en 1889 propició la canalización del paso de Martín García, una de las banderas más antiguas de la dirigencia rosarina para garantizar el tráfico fluvial del Litoral y con ello el desarrollo del puerto local y las provincias.

  Al fallecer el fundador en 1891, fue sucedido por su hijo Ovidio Amadeo, quien rigió los destinos del diario hasta 1916. En el ínterin el diario continuó con su prédica a favor del federalismo efectivo. En septiembre de 1893 acompañó desde sus columnas a la revolución nacional de la Unión Cívica Radical que tomó a Rosario por plaza fuerte, y en la cual la Junta Revolucionaria proclamó a Leandro Alem como presidente de la República. Días después el movimiento fue sofocado por el gobierno nacional.

  La ciudad ingresó en una etapa de grandes cambios y se transformó en la segunda en importancia en la República, pero con un municipio dependiente de la provincia y sin una estructura de gestión pública acorde con sus necesidades, tal como gozaban las que sí eran capitales estaduales. Ante esta situación La Capital canalizó las principales preocupaciones e iniciativas de los rosarinos en defensa de sus intereses y en las iniciativas de bien público. Sus páginas dan testimonio de ese continuo bregar. Ovidio Lagos presidió instituciones, asociaciones y comisiones de fomento de actividades sociales, de beneficencia, de cultura y de la producción, y también de socorro ante situaciones críticas.

  La Capital, que en 1896 comenzó a utilizar la leyenda “Decano de la prensa nacional”, continuó promoviendo campañas de opinión conducentes, por ejemplo, a la implantación del Registro Civil, la modernización del puerto de Rosario, una estación central de ferrocarriles, la creación del Hospital del Centenario, la apertura de establecimientos educativos nacionales y el surgimiento de la Universidad Nacional del Litoral, entre otras.

  En materia política el matutino expresó a principios del siglo veinte su adhesión a partidos comprometidos con los intereses locales y regionales como la Unión Popular y la Liga del Sur (en la que descolló Lisandro de la Torre, un rosarino nacido un año después que lo hiciera el diario). En 1910 convocó al gran mitin organizado por esta última agrupación, que luego de una imponente movilización entregó al gobernador Ignacio Crespo un petitorio que solicitaba para Rosario la autonomía municipal, la posibilidad de elegir directamente intendentes, que le estaba vedada, y la reforma de la Constitución provincial.

  Cuando se aplicó por primera vez la ley que consagró el sufrago universal, secreto y obligatorio, más conocida por el nombre de su inspirador, Roque Sáenz Peña, en ocasión de las elecciones santafesinas de marzo de 1912 La Capital exhortó a sus lectores: “Votemos todos para que no haya en el futuro máquinas que desmontar, para la total anulación de las oligarquías y despotismos, con todos sus cortejos de parásitos, para la renovación de los métodos gubernativos, a fin de constituir una democracia auténtica, para la descentralización administrativa y política, en su equidad correspondiente; y finalmente, para cumplir con el más primordial de los deberes del ciudadano”.

Pensar el desarrollo regional desde lo local

La Capital, en su primer medio siglo de vida, no sólo fue una caja de resonancia de lo acontecido en la ciudad sino también hacedora y gestora de políticas, públicas y privadas, un puente para el surgimiento de instituciones y la asociación de voluntades en una urbe acostumbrada a la espasmódica reacción de los poderes nacionales y provinciales a sus más acuciantes necesidades.

  En estas líneas se ha resumido la prédica fundacional de un periódico que asoció su nombre a la aspiración de los rosarinos de la segunda mitad del siglo XIX de ser capital nacional y de esa manera consolidar y acrecentar su posición como “puerta” de las provincias.

  En la fundamentación de los pergaminos presentado por La Capital para la federalización de Rosario se destacó el hecho de que ella nació como ciudad en 1852 como “alternativa” al centralismo, despojada de los antecedentes de hostilidades y guerra civil que presentaba Buenos Aires en su relación con las provincias y los países limítrofes.

  Rosario era una apuesta a un federalismo de nuevo cuño, integrador, en contraposición al federalismo de círculos cerrados, preexistentes a la Organización Nacional. Sería la cabeza (“capital” se origina en el latín “caput”, cabeza) permeable y empática con las provincias, al servicio de ellas y no a la inversa. Quién fuera gobernador de Santa Fe, Carlos Sylvestre Begnis, apelaba en 1958 al ejemplo de que mientras había recursos para construir en la Capital Federal la avenida más ancha del mundo, la 9 de Julio, inaugurada en 1937, las provincias de la Mesopotamia seguían comunicándose con el resto del país “a través de las balsas” a falta de conexión vial.

Ver comentarios

Las más leídas

Volvieron a balear a Dylan Cantero, hijo del fundador de Los Monos: es la segunda vez en un mes

Volvieron a balear a Dylan Cantero, hijo del fundador de Los Monos: es la segunda vez en un mes

¿Qué propuesta gastronómica se quedó con un codiciado local del Paseo del Siglo?

¿Qué propuesta gastronómica se quedó con un codiciado local del Paseo del Siglo?

Santa Fe definió un aumento a estatales para compensar la inflación

Santa Fe definió un aumento a estatales para compensar la inflación

Tras los tiros a Dylan Cantero atacaron a la hermana de Pimpi Camino

Tras los tiros a Dylan Cantero atacaron a la hermana de Pimpi Camino

Lo último

Llega la 3º edición del festival En Obra, para construir el primer teatro de Echesortu

Llega la 3º edición del festival En Obra, para construir el primer teatro de Echesortu

Central: cómo le fue a Holan en los partidos eliminatorios en el banco canalla

Central: cómo le fue a Holan en los partidos eliminatorios en el banco canalla

Clubes náuticos y guarderías apoyan los controles de alcoholemia para navegantes

Clubes náuticos y guarderías apoyan los controles de alcoholemia para navegantes

Clubes náuticos y guarderías apoyan los controles de alcoholemia para navegantes

Este martes habrá una reunión en el Concejo Municipal para acordar protocolos sobre seguridad en el uso recreativo del río Paraná

Clubes náuticos y guarderías apoyan los controles de alcoholemia para navegantes

Por Carina Bazzoni

Fentanilo: asistirán familiares de víctimas en historias clínicas

Por Lucas Ameriso

La Ciudad

Fentanilo: asistirán familiares de víctimas en historias clínicas

Tras los tiros a Dylan Cantero atacaron a la hermana de Pimpi Camino
La Ciudad

Tras los tiros a Dylan Cantero atacaron a la hermana de Pimpi Camino

Máxima alerta en el Heca: operativo de seguridad tras el ingreso de Dylan Cantero
Policiales

Máxima alerta en el Heca: operativo de seguridad tras el ingreso de Dylan Cantero

El tiempo en Rosario: vuelve el calor en un martes despejado
La Ciudad

El tiempo en Rosario: vuelve el calor en un martes despejado

Las Colectividades se despidieron y miles de rosarinos celebraron
La Ciudad

Las Colectividades se despidieron y miles de rosarinos celebraron

Dejanos tu comentario
Las más leídas
Volvieron a balear a Dylan Cantero, hijo del fundador de Los Monos: es la segunda vez en un mes

Volvieron a balear a Dylan Cantero, hijo del fundador de Los Monos: es la segunda vez en un mes

¿Qué propuesta gastronómica se quedó con un codiciado local del Paseo del Siglo?

¿Qué propuesta gastronómica se quedó con un codiciado local del Paseo del Siglo?

Santa Fe definió un aumento a estatales para compensar la inflación

Santa Fe definió un aumento a estatales para compensar la inflación

Tras los tiros a Dylan Cantero atacaron a la hermana de Pimpi Camino

Tras los tiros a Dylan Cantero atacaron a la hermana de Pimpi Camino

Ataque a Dylan Cantero: confirman que las nenas baleadas, de 1 y 12 años, son sus sobrinas

Ataque a Dylan Cantero: confirman que las nenas baleadas, de 1 y 12 años, son sus sobrinas

Ovación
Bernardi está a disposición de Newells y ninguna agrupación política lo descartó

Por Rodolfo Parody

Ovación

Bernardi está a disposición de Newell's y ninguna agrupación política lo descartó

Bernardi está a disposición de Newells y ninguna agrupación política lo descartó

Bernardi está a disposición de Newell's y ninguna agrupación política lo descartó

Ignacio Dogliani: Habíamos hecho un buen trabajo, pero había que coronarlo

Ignacio Dogliani: "Habíamos hecho un buen trabajo, pero había que coronarlo"

El fútbol playa masculino de Central se quedó con el título de la Liga Argentina

El fútbol playa masculino de Central se quedó con el título de la Liga Argentina

Policiales
Ocho detenidos en siete allanamientos en el noroeste rosarino
Policiales

Ocho detenidos en siete allanamientos en el noroeste rosarino

Finalmente, la madre de Cecilia Strzyzowski recibirá las cenizas de su hija

Finalmente, la madre de Cecilia Strzyzowski recibirá las cenizas de su hija

Tras los tiros a Dylan Cantero atacaron a la hermana de Pimpi Camino

Tras los tiros a Dylan Cantero atacaron a la hermana de Pimpi Camino

Ataque a Dylan Cantero: confirman que las nenas baleadas, de 1 y 12 años, son sus sobrinas

Ataque a Dylan Cantero: confirman que las nenas baleadas, de 1 y 12 años, son sus sobrinas

La Ciudad
Clubes náuticos y guarderías apoyan los controles de alcoholemia para navegantes

Por Carina Bazzoni

La Ciudad

Clubes náuticos y guarderías apoyan los controles de alcoholemia para navegantes

Fentanilo: asistirán familiares de víctimas en historias clínicas

Fentanilo: asistirán familiares de víctimas en historias clínicas

Las Colectividades se despidieron y miles de rosarinos celebraron

Las Colectividades se despidieron y miles de rosarinos celebraron

El tiempo en Rosario: vuelve el calor en un martes despejado

El tiempo en Rosario: vuelve el calor en un martes despejado

El fútbol playa masculino de Central se quedó con el título de la Liga Argentina
Ovación

El fútbol playa masculino de Central se quedó con el título de la Liga Argentina

Por qué fue clave la segunda autopsia sobre la muerte de María de los Ángeles Paris
Policiales

Por qué fue clave la segunda autopsia sobre la muerte de María de los Ángeles Paris

UNR: preinscripción para las carreras de la facultad de Ciencias del Movimiento
La Ciudad

UNR: preinscripción para las carreras de la facultad de Ciencias del Movimiento

Finde largo: el feriado del 20 de noviembre se corre al 24, pero ¿qué pasa el viernes?
Informaicón General

Finde largo: el feriado del 20 de noviembre se corre al 24, pero ¿qué pasa el viernes?

Amsafé rechazó la compensación salarial del 3,8 por ciento por inflación
La Ciudad

Amsafé rechazó la compensación salarial del 3,8 por ciento por inflación

El gobierno aprobó el Plan Paraná en la Hidrovía contra narcotráfico y contrabando
Policiales

El gobierno aprobó el Plan Paraná en la Hidrovía contra narcotráfico y contrabando

María de los Ángeles Paris: qué penas pidió Fiscalía por la muerte de la docente
Policiales

María de los Ángeles Paris: qué penas pidió Fiscalía por la muerte de la docente

En la ribera del Paraná, en una hora y media llenaron 5 contenedores de residuos
La Ciudad

En la ribera del Paraná, en una hora y media llenaron 5 contenedores de residuos

Quini 6: de cuánto es el pozo multimillonario que se pone en juego este miércoles
Información General

Quini 6: de cuánto es el pozo multimillonario que se pone en juego este miércoles

Quiénes son Jara y Kast, candidatos a presidente de Chile en segunda vuelta
El Mundo

Quiénes son Jara y Kast, candidatos a presidente de Chile en segunda vuelta

Con el presupuesto 2026, se viene el pavimento definitivo en 10 barrios de Rosario
La Ciudad

Con el presupuesto 2026, se viene el pavimento definitivo en 10 barrios de Rosario

María de los Ángeles Paris: el juicio arrancó con un renovado reclamo de justicia
POLICIALES

María de los Ángeles Paris: el juicio arrancó con un renovado reclamo de justicia

Avanza el Acueducto Biprovincial Santa Fe-Córdoba
La Región

Avanza el Acueducto Biprovincial Santa Fe-Córdoba

Cuatro detenidos tras el robo a una casa y persecución en zona oeste
POLICIALES

Cuatro detenidos tras el robo a una casa y persecución en zona oeste

Continúa el plan de ordenamiento en barrio Tablada
La Ciudad

Continúa el plan de ordenamiento en barrio Tablada

Cocaína en avionetas: Brian Bilbao fue acusado como jefe de banda narco trasnacional
POLICIALES

Cocaína en avionetas: Brian Bilbao fue acusado como jefe de banda narco trasnacional

La CGT advierte que una reforma laboral sin consenso es inviable
Política

La CGT advierte que una reforma laboral "sin consenso" es inviable

Una gresca en la zona sudoeste terminó con un asesinato y tres demorados
Policiales

Una gresca en la zona sudoeste terminó con un asesinato y tres demorados