Calificación: ***. Intérpretes: Sebastián Wainraich, Natalie Pérez, Hugo Arana, Adriana Aizemberg, Peto Menahem y Santiago Korovsky. Dirección: Hernán Guerschuny. Género: Comedia. Emisión: Netflix.
Por Pedro Squillaci
Calificación: ***. Intérpretes: Sebastián Wainraich, Natalie Pérez, Hugo Arana, Adriana Aizemberg, Peto Menahem y Santiago Korovsky. Dirección: Hernán Guerschuny. Género: Comedia. Emisión: Netflix.
El western sobrevuela toda la trama de “Las furias”, la nueva realización de la directora Tamae Garateguy, quien planteó una historia de amor tamizada por lo trágico. Leónidas (Nicolás Goldschmidt) es un joven referente de la comunidad huarpe -ubicada en un pueblo indígena de la zona cuyana- que no tiene mejor idea que enamorarse de Lourdes (Guadalupe Docampo), hija del temible terrateniente Alfredo Vázquez, interpretado en forma magistral por Daniel Aráoz. La tensión dramática recorre este vínculo, en donde la pareja protagónica resiste los cerrados mandatos familiares. Leónidas la tendrá más fácil, porque apenas deberá gambetear las imposiciones de su padre (Juan Palomino) y de su novia, la chica buena de la zona, aunque tenga que soportar los delirios místicos de la que sería su futura suegra. Lo terrible pasa por Lourdes, quien no sólo deberá lidiar con un padre abusador sino que también se topará con el silencio cómplice de su madre. La directora, que se especializa en cine de género, cuidó al detalle cómo enfocar el vínculo tóxico de padre e hija y fue tan mesurada en poner la cámara en el abuso, como de visibilizar a las mujeres víctimas sin subrayados innecesarios. Con un sensible trabajo en el tratamiento de la imagen, las ambientaciones, los paisajes y los colores (hay una toma del cielo al comienzo del filme que es impecable), la película va creciendo en su costado más melodramático y logra sortear algunos giros con guiños a la brujería cuyas resoluciones son poco felices. No obstante, la intención de darle un tratamiento de western a “Las furias” hace que la película se resignifique, y que el concepto general -con cierto tono gore en algunas escenas- evoque aquel cine de género que tuvo en el spaghetti italiano a su mejor exponente.