La famosa Trova Rosarina no terminó ni es parte del pasado. En Rosario hay una nueva trova de artistas prolíficos y desafiantes que se animan a traspasar sonidos y costumbres, para resignificar la música contemporánea. Tiago Galíndez & Los Pájaros es uno de los grupos que así lo confirman y su cantante lo asegura: "El rock and roll está muy vivo en Rosario". Por eso hoy dos de los solistas más pujantes de la escena local, Galíndez y Pablo Jubany (ver aparte), acompañados por sus bandas, presentarán un show a puro rock, a las 21, en la Terraza de la Plataforma Lavardén (Mendoza y Sarmiento).
Galíndez arrancó en el universo musical en 1996. Formó Tiago & the Vibrations con el que sacó su disco "Hoy", del cual se siente orgulloso, luego tocó diez años en la banda de covers The Beatle, con quien inauguró el formato "sinfónico" junto al director Fernando Ciraolo. "Eso me dio un aprendizaje y un training muy grande porque tocábamos mucho", destacó. Más tarde, en 2006, formó The Kavanaghs, la banda con la que giró por Inglaterra y Estados Unidos y con la que está por sacar su primer disco, paralelamente a su carrera solista.
Antes del show, Galíndez (voz y bajo), que comparte la banda junto a Huevo Alabern y Jula Acuña en guitarras y coros y Pato Sabetta en batería, dialogó con Escenario para adelantar cómo será este show que une a dos referentes de la escena local. Además, habló de su primer disco "Todo lo real", que recorren diversos estilos ligados al rock, country, pop y jazz y reflexionó sobre las tendencias musicales: "Cuando intenté hacer lo que está de moda me salió mal. Hoy no me interesa hacer algo innovador, creo que lo innovador es hacer algo que está completamente en contra de lo que está pasando".
—Con Pablo Jubany, con quien vas a compartir escenario hoy, son dos referentes de la música rosarina actual, ¿se puede decir que son la nueva trova rosarina?
—Sí. Primero que a Pablo lo admiro muchísimo, creo que es uno de los mejores músicos de Rosario. Siempre nos reímos porque ya no somos pibes para pensar en una nueva trova... Pero estoy lejos de pensar que se me pasó el cuarto de hora, como los jugadores de fútbol, que a los 18 tienen que estar jugando en primera. Lo veo a Pablo, me veo a mí, y veo a otros colegas y creo que cuanto más crecemos, mejor tocamos y mejores canciones componemos. Es como el vino que se va poniendo bueno. No somos una banda de chicos jóvenes pero toda la trayectoria nos hace muy bien, y la banda está sólida por eso. Parecería que la trova rosarina terminó con Fito Páez, que la trova es pasado, y en Rosario sigue habiendo presente todo el tiempo. Con Pablo pensamos que hay que hacerle el aguante a eso, hay que resistir, pero no desde una resistencia combativa, sino demostrando que el rock and roll está muy vivo en Rosario. Y eso lo tenemos que creer los músicos, los medios y el público. El otro día me invitó Ber Stinco a grabar en su disco y me pareció extraordinario. Desde hace unos años, hay una energía hermosa dando vueltas con bandas establecidas como Coki, Vudú, es difícil nombrar a todos. Este es un momento para aprovechar.
—¿Cómo va a ser el show?
—Vamos a presentar el disco "Todo lo real" y además, vamos a adelantar varios temas nuevos. ¡No nos aguantamos las ganas de tocarlos! Va a estar acompañado de la obra genial de Pablo Jubany, de quien me gustaron mucho sus dos discos "La espera" y "El futuro". El histrionismo de Pablo es un show aparte y su banda que suena bárbara. Nosotros venimos con una propuesta muy auténtica. Para nosotros es lo mismo tocar en un escenario para mil personas o en un bar para cuatro porque la magia la tenemos adentro. Creo que esta es una fecha para venir a descubrir que el rock está en Rosario.
—¿Cuáles son tus influencias a nivel nacional e internacional?
—Soy un amante enfermito de Los Beatles. Durante muchos años estuve muy influenciado por el pop británico como The Kings, The Who, The Zombies. Pero en los últimos años redescubrí la obra de Bob Dylan y eso me fue llevando a Tom Petty y Hank Williams. Me mudé de Inglaterra al sur americano, y ahí encontré bandas que me maravillaron. En todo ese proceso me redescubrí y reencontré otra forma de escribir canciones y de poner mi voz. Por eso en este nuevo disco las canciones son como retratos de momentos que viví en esa transformación.
—¿Es difícil correrse de los estándares del rock convencional en Rosario y tratar de innovar?
—Me siento incómodo con el tema de la innovación y la vanguardia. Hoy estoy escuchando a Hank Williams, que es un músico country de la década del 40, pero para mí es nuevo porque no lo había escuchado antes. Y por ahí descubro alguna banda nueva. El otro día justo hablaba con Coki y le decía que la música nueva no me llama la atención. Hoy no me interesa hacer algo innovador, creo que lo innovador es hacer algo que está en contra de lo que está pasando. Creo que lo que más nos gusta son las canciones. No estamos persiguiendo tanto la producción musical. Por eso el disco nuevo lo grabamos el 80 por ciento en vivo con una postura de que se note la frescura de la canción y del disfrute. Con esta nueva banda me di cuenta por qué empecé a hacer música, porque me gustaba cantar canciones y no enrollarme en otras cosas como si las canciones suenan en la radio.
EM_DASHComo artista, ¿te fijás en lo que le gusta al público? ¿Creés que se puede vivir de la música?
—Cuando intenté hacer lo que estaba de moda me salió mal. Y cuando siento que estoy haciendo el camino sin importar nada, eso se transmite. Se nota que uno está cómodo y contento. Es algo genuino. Creo que uno tiene que transmitir que disfruta de lo que hace. Y que cuando las cosas salen del corazón se encuentra con menos barreras. Y cuando tratás de pensar en cómo gustarle a la gente te encontrás con que es muy difícil, es una fórmula que nadie tiene.
"Es lo mismo tocar para mil personas o en un bar para cuatro porque la magia la tenemos adentro", dijo Galíndez.