Cientos de miles de personas se manifestaron en Caracas para exigir la realización del referéndum revocatorio del mandato de Nicolás Maduro, que enfrenta una creciente tensión política en medio de una devastadora crisis económica.
Aunque los opositores han encontrado grandes obstáculos, las exhortaciones para que la consulta se lleve a cabo este año cobraron un nuevo impulso con la multitudinaria caminata convocada por la oposición, la mayor en los últimos años. Unas cuarenta cuadras fueron copadas por los adversarios de Maduro. En algunos puntos la aglomeración era tan grande que la gente se fue hacia calles aledañas.
El presidente, ante una manifestación de sus seguidores, aseguró que la marcha de los opositores no superaba las 35.000 personas y que se había derrotado ``una intentona golpista''.
Saliéndole al paso a los comentarios de Maduro, el diputado opositor y dirigente del partido Voluntad Popular, Freddy Guevara, se mofó del gobernante y afirmó que con cifras "ridículas" el oficialismo "trata de ocultar el sol con un dedo".
"Estamos ante una contundente manifestación de rechazo a un gobierno violador de derechos humanos, corrupto e ineficiente; eso le duele a Maduro y mucho", dijo Guevara. "Fueron cientos de miles, que no quepa duda, se superaron las expectativas. El pueblo salió a manifestar pacíficamente, no importa lo que diga y haga el gobierno; somos mayoría los que queremos referendo".
"Si no fuimos más fue por la cobarde medida de colocar alcabalas (puestos de control) en las principales carreteras para impedir que llegara más gente a Caracas", agregó.
La multitudinaria marcha culminó con enfrentamientos entre manifestantes y policías, que usaron gases lacrimógenos y balas de goma para dispersar a un grupo que intentaba bloquear la principal autopista de Caracas.
Guevara rechazó la violencia y catalogó de "infiltrados" a los manifestantes violentos. "Los infiltrados trataron de empañar una marcha histórica y pacífica", comentó.
Al grito de "¡Y va a caer, y va a caer, este gobierno va a caer!", los manifestantes con camisas blancas, gorras tricolor y banderas venezolanas y carteles que decían "somos 30 millones de motivos para revocarlo" marcharon por las principales vías del este de la capital venezolana.
Manifestantes provenientes de diferentes estados como Amazonas, Monagas, Nueva Esparta, Aragua, Carabobo y Guárico se sumaron a la denominada "Toma de Caracas". Algunos dijeron que debieron abandonar sus vehículos y sortear a pie los improvisados puestos de control que instalaron las fuerzas de seguridad en las carreteras.
El consultor político Edgar Gutiérrez dijo que la oposición alcanzó las expectativas que se había planteado de llevar a cabo una movilización masiva y pacífica.
La demostración de fuerza deja al gobierno "más arrinconado y más agresivo", agregó.