A 173 años de la muerte de José de San Martín. Aquel que puso por delante los desafíos colectivos por sobre los individuales. Reconocido como un gran estratega militar, el liderazgo de San Martín no solo fue importante en nuestro país, sino en buena parte de Sudamérica. Chile y Perú le deben al plan sanmartiniano buena parte de su independencia. Cuando en la actualidad los proyectos colectivos y la unidad americana no abundan, recordar al militar nacido en Yapeyú puede ser un buen motivo para encontrar el rumbo.
José de San Martín fue uno de los pocos líderes independentistas que tuvo una formación militar. A los seis años, su padre fue relevado del cargo de teniente gobernador que ocupaba en territorio del actual Corrientes y se trasladó junto a su familia a España. Cursó sus estudios iniciales en Málaga y luego se incorporó al Regimiento de Murcia. Como miembro de la infantería defendió los derechos del Rey y participó de importantes batallas, incluida la de Bailén en la que las fuerzas españolas vencieron a las tropas de Napoleón I en 1808.
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Por la independencia y la soberanía de Argentina y de Sudamérica, homenaje a San Martín en la plaza homónima de Rosario (1948).
Foto: Archivo La Capital
Al tomar conocimiento de los primeros movimientos revolucionarios americanos, San Martín decidió pedir la baja de los ejércitos de su majestad y volver al Río de la Plata. A su llegada, en 1812, el gobierno revolucionario le solicitó que creara el Regimiento de Granaderos a Caballo. Un año después, libró su única batalla en suelo argentino, el combate de San Lorenzo. Demostrando su capacidad estratégica, el general dividió sus tropas para sorprender a los realistas en las barrancas del Río Paraná. Su sabiduría militar la volvió a demostrar al presentar su plan independentista.
Luego de las derrotas de Vilcapugio y Ayohuma, en 1813, se hizo cargo del ejército del norte y comprendió que, si quería vencer a los realistas, era muy difícil hacerlo por la frontera norte de la actual Argentina. Su plan continental comenzaba a cobrar forma. Pidió al Poder Central que lo nombrara gobernador de la recientemente creada Intendencia de Cuyo. Instalado en Mendoza, San Martín trabajó día y noche en la profesionalización del Ejército de los Andes.
Su plan era claro y, a la vez, muy complejo. Su propuesta era cruzar Los Andes y, luego de asegurar Chile, llegar a Lima por mar para vencer a los realistas en el centro de su poder en Sudamérica. La idea de una América libre, lejos de cualquier dominación extranjera, estaba en la base del pensamiento del libertador.
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Casa natal de San Martín en Yapeyú, Corrientes.
Fuente: www.argentina.com.ar
El libertador de América
En enero de 1817 el cruce de Los Andes se puso en marcha. El ejército sanmartiniano cruzó la cordillera en seis columnas, ubicadas entre La Rioja y Mendoza. Luego de una importante victoria en Chacabuco, el 12 de febrero de 1812, las tropas guiadas por San Martín tuvieron el camino abierto para llegar a Santiago. Derrotado inicialmente, pero reforzado con fuerzas provenientes del Perú, el ejército realista le asestó un duro golpe a chilenos y argentinos en Cancha Rayada, en enero de 1818. Casi un mes después, las tropas revolucionarias obtuvieron la decisiva victoria en Maipú. Asegurado Chile, San Martín reconstruyó su ejército, reunió recursos y continuó con su plan. Zarpó de Valparaíso en agosto de 1820 y desembarcó en la Bahía de Paracas a principios de septiembre. Su objetivo estaba claro, había que vencer a los realistas en el centro de su poder para que las independencias americanas no corrieran peligro. Con el apoyo y la guía de San Martín se proclamó en Lima la independencia del Perú el 28 de julio de 1821.
Las disputas frente a los últimos defensores de la monarquía española siguieron algunos años más, aunque ya sin la presencia del general argentino. Luego de renunciar al Protectorado del Perú y de reunirse en Guayaquil con Simón Bolívar, San Martín regresó a Buenos Aires. De la entrevista con el líder venezolano mucho se ha escrito. En la mayoría de los casos, desde una historiografía nacionalista que tenía como objetivo elevar la figura de su héroe de la patria hasta el pedestal de “prócer indiscutido”, resaltando las virtudes del caudillo propio por sobre los atributos del otro general. Lo cierto es que luego de un breve pasó por la capital de las Provincias Unidas, San Martín emprendió su viaje a Europa. Justo en 1824, cuando Sucre libraba en Ayacucho una de las últimas guerras de independencia americana, el general nacido en Yapeyú pisaba Europa.
Decidido a no intervenir en las luchas facciosas que se desataban en el Río de la Plata y preocupado por la educación de su hija, San Martín regresó al continente en donde inició su carrera militar. Cuatro años después estuvo a punto de retornar, pero anoticiado de conflictos políticos en Bueno Aires decidió no desembarcar y permaneció anclado en el puerto de Montevideo. Volvió a Europa para nunca regresar. Sus últimos años transcurrieron entre Bélgica y Francia. Aunque siempre estuvo atento a los sucesos americanos. Falleció en la localidad francesa de Boulogne-sur-Mer en 1850. Sus restos fueron repatriados y descansan con honores en la catedral metropolitana de Buenos Aires.
Excursión en Yapeyú - Parte 1
La figura de José de San Martín es de las menos controvertidas del panteón de héroes de la patria. Y una de las más destacadas. Al mismo tiempo, es una figura que excede los límites nacionales. La epopeya sanmartiniana garantizó la independencia de buena parte de la América del Sur. La visión continental de la emancipación guio las acciones de sus ejércitos en todos los campos de batallas. A riesgo de caer en un severo anacronismo, podemos pensar que la idea de “América unida” que tanto pregonaban hombres como San Martín puede ser un faro que ilumine nuevamente a nuestros pueblos. Hoy, más que nunca, la idea de una América unida, de una integración regional, cobra mucho más sentido si se quiere tener una esperanza de futuro.
(*) Julián Feroni es doctor en Historia de la Facultad de Humanidades y Artes de la UNR, docente universitario y secundario, investigador, …
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