La publicación de la obra de Vilma Bidut Pueblo chico, infierno grande. Afectos,
conflicto y violencia en la campaña sur santafesina 1820-1850 puede pensarse a partir de la
convergencia de dos procesos: por un lado, la reescritura de una tesis de maestría en clave de
libro y, por otro, su consagración como ganadora de la segunda edición del Premio de Historia Dr.
Juan Álvarez.
El libro examina la compleja dinámica de las relaciones sociales en una
jurisdicción que fue primero la del Pago de los Arroyos y luego la villa y el Departamento de
Rosario, durante los años que siguieron a la Revolución de Mayo hasta mediados del siglo XIX
(1820-1850). Específicamente, la autora se propone reflexionar sobre el funcionamiento real y
cotidiano de dicha sociedad, a la que caracteriza como jerárquica y todavía anclada en valores y
normas propias del orden colonial.
El recorrido propuesto comienza con una contextualización general del período
estudiado, en la que se abordan los procesos de conflictividad social pero sobre todo política que
marcaron la época. Así, repasa el impacto de las luchas civiles y de la formación del Estado
provincial sobre el nuevo ordenamiento social y político de la campaña sur de la actual provincia
de Santa Fe. Atendiendo tanto a la normativa vigente como a la implantación de autoridades, se
procura dar cuenta de los intentos por disciplinar a una sociedad en pleno proceso de
transformación.
En un registro que puede inscribirse tanto en la historia social, como en la
historia político-institucional y en la de la vida cotidiana, Bidut problematiza los modos en que
se vinculaban las personas y las familias. Para ello, se vale de una estrategia efectiva: analiza
los momentos en que esas relaciones se presentaron como conflictos, instancias en las que la
"normalidad" se veía alterada.
Valiéndose de archivos judiciales (expedientes civiles y criminales), es decir,
ocupándose especialmente de aquellos conflictos que llegaron a dirimirse en el ámbito de la
Justicia, la autora examina una serie de casos que le permite acceder a las experiencias y los
valores cotidianos de los agentes en cuestión, pertenecientes a diversos estratos sociales.
El análisis del rapto de mujeres, del abandono del hogar por algunos de los
cónyuges, el adulterio, la bigamia, las disputas por la herencia y hasta el homicidio en el
interior de las familias se combinan con los problemas entre vecinos por la invasión de ganados o
la quema de los campos para brindar un panorama en el que el honor se constituye en un eje
vertebrador de la existencia cotidiana.
También debe destacarse la adopción de la perspectiva de género, que atraviesa
la investigación, rescatando el accionar de las mujeres más allá del ámbito doméstico al que se
encontraban segregadas en una sociedad signada por parámetros masculinos.
Relatos de lo cotidiano
Si bien no se desconoce la sujeción de las mujeres a las decisiones de los
miembros masculinos de su familia —por lo general, primero el padre y luego el marido—
así como a las pautas culturales de comportamiento emanadas de la Iglesia, Bidut rastrea en los
pleitos mencionados las posiciones activas asumidas por las mujeres en defensa de su bienestar
tanto económico como afectivo, alejándose de la tradicional imagen de sumisión que se tenía
reservada para el género femenino: "No actuaban simplemente como víctimas indefensas, ellas
reaccionaban no obstante la obediencia a la autoridad patriarcal, la justificación de la conducta
de los esposos por su temperamento violento o el desamparo al que se arriesgaban cuando abandonaban
el hogar".
De esta manera, el trabajo no sólo constata cómo las personas defendían sus
intereses en la instancia judicial y el sustrato de valores puesto en juego por las autoridades al
momento de dirimir los conflictos (lo cual nos habla, a su vez, de la redefinición institucional
que se estaba operando), sino que resitúa a las mujeres en el proceso histórico, cuyo abordaje se
ve enriquecido gracias a los aportes de esta otra mirada sobre el tema.
"Estos son relatos de lo cotidiano, historia de cariño y de rencores, de las
sensaciones y de las miserias humanas" dice la autora en un pasaje del libro y con ello reintroduce
los sentimientos en la historia, no solamente para destacar la historicidad propia de toda
construcción humana sino también porque resultan insoslayables a la hora de pensar en nuestras
vivencias diarias.
Presentación
Vilma Bidut es docente en la cátedra Historia Argentina I de la Escuela de
Historia, Facultad de Humanidades y Artes, y miembro fundador del Centro de Estudios
Interdisciplinarios sobre las mujeres y del Centro de Estudios Sociales Regionales. Pueblo chico,
infierno grande obtuvo el Premio de Historia "Dr. Juan Alvarez" en su edición 2007 y será
presentado mañana a las 18.30 en el Museo Diario La Capital, Sarmiento 763, con la participación de
María Inés Carzolio y Sandra Fernández. También se entregarán menciones a las obras Malena, tu
canción..., de Angel y Antonio Oliva y Cotidianeidad, oralidad y ensoñación, de Georgina Orué y
Lorena Valenzuela.