Un hecho que en apariencia se relaciona con cuestiones sentimentales desembocó en que un alto oficial de la Unidad Regional I (URI) con asiento en la ciudad de Santa Fe fuera pasado a disponibilidad ayer luego de ser denunciado por otro policía de haberlo secuestrado y amenazado con un arma.
Se trata de quien se desempeñara hasta el domingo como jefe de Orden Público de la URI, el subdirector de policía Alejandro Amatti, de 41 años, quien había asumido pocos días antes. El oficial fue denunciado por su par y anterior jefe de la misma repartición, Diego Grasso, de 47, quien pasó a desempeñarse como subjefe de la División Personal de la URI.
En la denuncia Grasso aseguró que Amatti se presentó en su casa de la ciudad de San José del Rincón y a punta de pistola lo obligó a subir a un auto Honda gris con intenciones de llevarlo a una reunión con su esposa, también personal policial.
Según la denuncia de Grasso en la División Judicial su compañero habría llegado hasta su casa familiar de Busaniche al 2500 donde el denunciante estaba junto a su familia. Cuando el denunciante fue a abrir la puerta se encontró con Amatti, que le apuntó con su arma reglamentaria.
Sin decir mucho el recién llegado amenazó al denunciante y lo hizo subir al automóvil. Al parecer, el argumento usado fue que irían a la casa de Amatti para aclarar una situación.
Distracción y forcejeo
Los dos hombres arrancaron en el Honda gris de Amatti, quien le apuntaba con el arma a Grasso. El auto tomó por la ruta provincial 1 y aceleró la marcha. Sin embargo, Grasso vio en una distracción una oportunidad y entonces comenzó a forcejear con su contrincante. Así logró extraer de un golpe el cargador del arma y en una acción desesperada pudo sacar las llaves del vehículo que entonces aminoró la marcha.
Grasso no pensó demasiado: se tiró del auto y corrió lo más lejos que pudo en busca de ayuda. El denunciante cruzó la ruta y se metió en un jardín de una casa en Las Moras al 7300 del distrito Colastiné Norte y a unos 300 metros del lugar en que emprendió la fuga mientras Amatti optó por no perseguirlo.
El policía llegó a una vivienda. El dueño de casa justo le abrió la puerta a un empleado de una empresa de cable y entonces vio que en el patio delantero estaba Grasso con una de sus manos sangrando.
El policía le relató lo que había sucedido y momentos después llegó al lugar un móvil del Comando Radioeléctrico. Entonces Grasso les entregó un cargador de pistola calibre 9 milímetros y la llave de contacto del auto Honda de Amatti.
Al parecer, y según información policial, Amatti, quien estaba a cargo de las comisarías de la URI tenía una segunda llave de su vehículo y luego de que Grasso se escapara decidió trasladarse hacia la Jefatura de Policía de Santa Fe.
Otra versión
Una vez allí Amati declaró ante un sumariante su versión de lo ocurrido y la causa por la que había ido hasta la casa de Grasso, pero no trascendió el tipo de declaración de Amatti. Lo cierto es que una vez que terminó de declarar se dio aviso a la Fiscalía de Flagrancia y luego se le ordenó al oficial que entregara su arma reglamentaria.
Amatti quedó demorado y las actuaciones se elevaron a División Judicial de la URI.
En tanto Grasso, que había sido jefe de Orden Público meses atrás, también se presentó en la División Judicial y denunció el hecho. La investigación de lo ocurrido quedó a cargo del fiscal Federico Grimberg quien lo caratuló como amenazas calificadas y lesiones leves dolosas.