El 2 de mayo de 2004 una patrulla policial levantó en barrio Plata a dos jóvenes bajo la
sospecha genérica de “portación de cara”. Suponían que eran quienes habían participado
de un robo. Entonce los llevaron a la seccional 18ª y allí, a uno de ellos, le dieron una paliza.
La víctima, un pibe de 19 años, sufrió lesiones graves, entre ellas una que motivó que le
extirparan el testículo izquierdo. Por ese hecho seis policías fueron procesados y en agosto de
2008 cinco de ellos recibieron condenas. Ahora, la Cámara Penal confirmó penas de entre 8 meses y 3
años de prisión para tres de los agentes.
El oficial subayudante Darío Cervacio, a cargo de la seccional 18ª al
momento del episodio, fue hallado culpable de ser coautor del delito de vejaciones y apremios
ilegales agravados y condenado a 3 años de prisión de cumplimiento condicional. El sargento
ayudante Mario Agüero, que estaba a cargo de la guardia, fue penado por los delitos de
encubrimiento y falsedad ideológica de instrumento público y sentenciado a un año y seis meses de
prisión. Y al agente César Fabián Ebel recibió la pena de 8 meses de prisión en suspenso por
encubrimiento. Todos fueron inhabilitados por el doble del tiempo de la pena.
En tanto, la Cámara Penal revocó las condenas contra Hipólito L., quien
fichó al muchacho al ingresar a la comisaría, y el sargento Pedro A., por falta de pruebas que
acrediten conducta ilegal. Estos uniformados habían sido condenado a 2 años y 7 meses el primero y
2 años el segundo, como coautores de vejaciones y apremios ilegales.