No es lo mismo decir “mataron a Marta Susana Bustamante” que contar que “asesinaron a «La Chana» en la puerta de su casa de barrio Tablada”. La mujer era una institución en el negocio del narcomenudeo. “Si bien comenzó vendiendo para Fernando «Enano» Morel, un hombre que responde a la banda de Los Monos, supo vender para todos. Para el que se la alcanzara. Siempre iba al mejor postor”. Así definió a la mujer un veterano investigador que la tuvo varias veces entre ceja y ceja. Los vecinos de 24 de Septiembre y pasaje Guerrico contaron que el domingo a la madrugada le habían baleado el frente de la casa y que eso se había leído como una advertencia.
Sin embargo, como si nada hubiese pasado, poco después de las 18.30 del lunes la mujer que caminaba con muletas después de que le amputaran una pierna estaba sentada en la vereda de su vivienda otra vez. Allí cumplía prisión domiciliaria por una causa federal a raíz de la venta de estupefacientes. Entonces apareció un auto gris desde el cual le dispararon al menos media docena de veces. Cuatro tiros dieron en el tórax de la víctima y otros dos en la cara. Si bien su hija la cargó en un auto particular y la llevó Hospital Provincial, nada se pudo hacer por salvarle la vida.
Muchas de las historias que rodearon la vida de La Chana Bustamante están directamente ligadas a la venta de drogas en las inmediaciones de “La U” como se reconoce popularmente al sector norte del Cordón Ayacucho. La mujer era por sobre todo una sobreviviente de un tiempo que está llegando a su fin y en el cual se hizo un nombre como cuentapropista dentro del narcomenudeo. Con muchas anotaciones policiales desde 1995, básicamente como mechera, pero con una sola condena en proceso abreviado a tres años y medio de prisión en 2015 por un robo calificado a un local de celulares, La Chana permaneció en el negocio.
image.jpg
Marta Susana Bustamante, o La Chana, fue ejecutada bestialmente cuando estaba en la puerta de su casa en Tablada.
Y si bien desde su entorno aseguran que “ya no vendía drogas”, para la calle seguía siendo una amenaza. “Era una mujer que tenía muchas broncas abiertas y en la zona donde vivía son muchos los que disparan”, explicó un investigador tratando de no mostrar las cartas en una pesquisa que, horas después del crimen, tuvo algunos allanamientos con resultado negativo que se orientaron sobre una hipótesis de conflicto vecinal.
De nombres y bandas
Lucas Iván “Lukita” Smith, sindicado como el líder de la banda de “La Planchada” del barrio Tablada (un grupo de tiratiros que dispara al mejor postor), era yerno de La Chana al estar en pareja con Priscila, una de las hijas de Bustamante a la que se reconoce por el apodo de “Chanita” y con quien tiene un hijo. Smith fue condenado en diciembre pasado a 7 años de prisión en un procedimiento abreviado por haber participado en un robo calificado por el uso de arma de fuego ocurrido el mediodía del lunes 31 de mayo de 2021 en Iriondo al 2400, en el barrio Coronel Aguirre de Villa Gobernador Gálvez.
Si bien Smith y Lucas Ariel “Berraco” Espinoza comenzaron sus carreras como tiratiros del Enano Morel, el hombre ligado al mundo de Los Monos, los muchachos terminaron disparando al mejor pagador. Durante algún tiempo fueron catalogados como sicarios enfrentados a los hermanos Lautaro y Alan Funes, quienes junto a Carlos “Pelo Duro” Fernández eran aliados de la banda de René “El brujo” Ungaro. Pero también se los mencionó enfrentados.
>>Leer más: Quiso cerrar la ventana de su casa para protegerse de las balas y resultó herido
Berraco fue condenado a 20 años de cárcel en mayo de 2022 por haber matado “por error” a Felipe Schneider, un hombre de 65 años que recibió un balazo en un ojo el 10 de diciembre pasado en 24 de Septiembre y pasaje Guerrico. Schneider era vecino de La Chana y resultó herido cuando intentaba cerrar las ventanas en medio de la balacera. Murió 36 horas después en el Hospital de Emergencias. Los investigadores indicaron que Berraco había querido disparar contra la casa de La Chana para enviarle un mensaje a su hija Priscila y a Lukitas. Ese homicidio colocó a la familia bajo la lupa de los seguidores de las crónicas policiales.
“No les tirotearon la casa a ellos (por la familia Schneider), que se sepa. Le tiraron a La Chana. El yerno de esta mujer, Lukitas, se estuvo tiroteando en la moto todo el día y se ve que los de la otra banda salieron a cazarlo. El hombre, Felipe, salió a cerrar la ventana, y justo rebotó una bala y el disparo lo alcanzó”, comentó un vecino el día del ataque.
Como mucha de la historia del barrio Tablada se escribe con sangre, la noche del viernes 12 de junio de 2020 Mariana Valeria Espinoza, la madre de Berraco, fue ejecutada con 13 balazos en la puerta de su casa de Ayacucho al 4000. Fueron dos hombres que llegaron a pie, la llamaron por su nombre y cuando ella se asomó a la puerta la asesinaron a sangre fría.
>> Leer más: Ejecutaron de trece balazos a la mamá de un joven sicario de barrio Tablada
Chanita, en tanto, fue investigada y detenida por la tentativa de homicidio de una nena de un año que quedó en medio de un tiroteo entre bandas el 19 de septiembre de 2019 en pasaje Iberia al 100 bis y por el crimen de Franco “Milhouse” Navarro, acribillado el 29 de enero de 2020 en el Parque del Mercado.
Una mecánica habitual
Los disparos que mataron a La Chana sellaron la boca de la mayoría de los vecinos que viven alrededor de su casa. Algunos en forma anónima contaron que la mujer había puesto un almacén y que al momento del ataque estaba sola porque vivía sin compañía alguna desde tiempo atrás. Sin embargo y nadie se animó a dar pistas de por dónde vino la mano que terminó en el homicidio.
Lo que se pudo reconstruir es que el domingo a la madrugada La Chana llamo a la central del 911 para denunciar que su vivienda había sido atacada a balazos. Cuando un móvil policial llegó al cruce de 24 de Septiembre y pasaje Guerrico observó que el frente de la casa de Bustamante tenía dos impactos de grueso calibre. La mujer, en la denuncia, habría apuntado contra un vecino de las inmediaciones como autor de los disparos.
>>Leer más: Apresaron a "Chanita", una chica vinculada a un crimen en zona sur
No era la primera vez que el frente de la casa era atacado. En los últimos tres años al menos dos veces hubo llamados de vecinos reportando al 911 disparos contra la fachada de la vivienda de 24 de Septiembre 55. En marzo de 2021 y en enero de 2020. Sobre la mujer también pesaban denuncias por venta de drogas, causas por las que murió sin condenas.
2023-02-13 crimen zona sur at_Telenoche Rosario.jpg
La puerta del kiosco frente al cual fue asesinada la Chana.
Captura de TV (Telefe Rosario)
No obstante, en esa zona de Tablada se hablaba sobre La Chana como una especie de madrina de la venta de estupefacientes. También se la reconocía por la fortuna que tenía para escapar de la balaceras de las que fue blanco. “Siempre estaba en la línea de fuego porque vendía para el que le vendiera a ella. Por eso había bronca con el Enano Morel”, comentó un pesquisa que la conocía.
Por los elementos de limpieza que quedaron en la escena del crimen se puede inferir que La Chana estaba lavando la vereda y aseando su negocio cuando fue asesinada. Hace una década había sufrido la amputación de una pierna y desde entonces quedó atada a un par de muletas. Sobre la dinámica del ataque surgieron dos mecánicas completamente diferentes. Primero se indicó que habían disparado dos hombres en moto que la sorprendieron en la vereda. Posteriormente se precisó que había sido atacada desde un Volkswagen Gol gris.
Priscila, una de las hijas de la mujer, fue quien llevó a su madre en un auto particular hasta el Hospital Provincial donde nada pudieron hacer por su vida. Tenía dos impactos en la cabeza y cuatro en el tórax. Quien la ejecutó fue un sicario de mano firme.