Más de dos años después de que la celda de Milton Emanuel Damario en la cárcel de Coronda fuera allanada, la Fiscalía Federal Nº 1 le solicitó al juez Carlos Vera Barros la elevación a juicio del expediente que lo tiene sindicado como líder de una banda que vendía drogas desde la prisión. El requerimiento incluye a otras cinco personas, entre ellas Héctor Alejandro "Pancho" Aranda, también apuntado como líder de la gavilla.
La causa se originó en junio de 2016 cuando la Brigada Operativa Departamental 2 de la Dirección General de Prevención y Control de Adicciones realizó 13 allanamientos en zona sur, Villa Gobernador Gálvez, Pueblo Esther y en el calabozo del pabellón 5 que ocupaba Damario en Coronda. En el operativo se incautaron un kilo de cocaína fraccionada para la venta y celulares.
La Fiscalía requirió que Aranda y Damario sean enjuiciados como coautores organizadores de una banda dedicada al narcotráfico agravada por la cantidad de intervinientes. También pidió que Sonia María Chamorro, Tránsito Romero y Jorge Sebastián Zapata sean enjuiciados como miembros de la organización, en calidad de partícipes necesarios. En tanto, Pablo Meza deberá responder como autor de tenencia de drogas para la comercialización.
Detenido desde septiembre de 2013, Milton Damario es un conocido de la crónica policial por integrar, cuando adolescente, la banda de "Torombolo" en Tablada y luego —ya de adulto— la gavilla de Luis "Pollo" Bassi.
Si bien la Cámara Penal confirmó su absolución por el asesinato del líder de Los Monos Claudio "Pájaro" Cantero, cumple una condena a 16 años por el homicidio de Lucas Espina, ocurrido la madrugada del 27 de enero de 2013 en Pavón y Santa Rosa de Lima. Además fue condenado a tres años y medio por una portación de arma —una Browning 9 milímetros robada en La Plata— en marzo de 2011.
Al calabozo
La investigación que lo llevará a juicio ante un Tribunal Oral Federal se inició a raíz de una denuncia anónima recibida en un "buzón de la vida" a mediados de 2015. A partir de una denuncia de vecinos sobre bocas de expendio de drogas en los monoblocks al oeste de Grandoli y Gutiérrez y en Villa Gobernador Gálvez, el entonces fiscal federal Marcelo Di Giovanni comenzó a trabajar sobre escuchas que condujeron la investigación hacia el calabozo de Milton en el pabellón 5 de Coronda.
El 30 de junio de 2016 fiscal requirió doce allanamientos: cuatro en la zona sur de la ciudad; cinco en Villa Gobernador Gálvez; dos en Coronda y el restante en Pueblo Esther. Se secuestró cocaína, celulares, chips telefónicos, dinero en efectivo y elementos para fraccionamiento y venta de droga. También hubo procedimientos en Corrientes, donde eventualmente se adquiría la mercancía.
Según se explicó ese día Damario coordinaba desde su celda, con apoyo de su entorno más cercano instalado en una casa en la ciudad de Coronda, la red de puntos de venta. La droga le llegaba desde la provincia de Corrientes y Aranda era el encargado de alimentar los puntos de venta en el Fonavi de Grandoli y Gutiérrez y en Villa Gobernador Gálvez.
A Damario se le incautó un celular escondido en un televisor que tenía en su celda. En el Fonavi del Parque del Mercado fueron detenidos Aranda, de 45 años; su concubina Chamorro, de 34, y Zapata, de 28. A ellos les incautaron siete celulares y poco más de 650 gramos de cocaína fraccionada para la venta. Y en Villa Gobernador Gálvez fueron apresados en dos puntos de venta Romero y Meza.
Hay equipo
Según se consignó en el portal fiscales.gob.ar, en base a las pruebas recolectadas durante la investigación la Fiscalía consideró cerrada la instrucción y solicitó la elevación a juicio respecto de los seis implicados "que se dedicaban a toda la cadena de tráfico pues adquirían, almacenaban, fraccionaban y distribuían material estupefaciente", se explicó.
El requerimiento del fiscal da por "acreditado" la existencia de una organización narco "dirigida" por Aranda y Damario, con Chamorro de "intermediaria, encargada de abastecer y recolectar dinero de los puntos de venta en lo que se vendía la droga al menudeo". Algunos de esos puntos de venta "eran atendidos o supervisados por Romero y Zapata".
"No puede desconocerse que los imputados conformaban un equipo, no actuaban individualmente sino que cumplían distintas tareas", detalla el escrito, para agregar: "Tanto Damario (desde la cárcel) y Aranda (fuera de la misma) tenían elaborada una estructura funcional para facilitar la comisión del ilícito, con Zapata y Romero, cuya labor supervisaba Chamorro".
Sobre la distribución de tareas, además, se indicó en el portal que Damario habilitaba que Aranda se hiciese de droga para la venta en Rosario, Aranda supervisaba los movimientos de los demás participantes, Chamorro se encargaba de que abastecer los puntos de venta y recaudar las utilidades, dinero que entregaba a Aranda.
Sobreseídos
Asimismo, detalla el portal en cuestión, en el pedido de elevación a juicio se requirió, por aplicación de la doctrina del fallo "Arriola" de la Corte Suprema de Justicia de la Nación, el sobreseimiento de dos hombres a quienes en los allanamientos se les incautaron plantas y picadura de marihuana. Esto en virtud de que "las conductas descriptas no aparejan un peligro concreto o un daño a derechos o bienes de terceros, encontrándose amparada por el principio de reserva consagrado por el artículo 19 de la Constitución Nacional".