Por Claudio Berón
A las 6 de ayer, mientras los trasnochados terminaban de festejar el inicio del año 2020, unos seis tiros se escucharon en Sadi Carnot y Pasaje 503, frente a la cancha del Club Atlético Millonario. Los vecinos confundieron los balazos con cohetes y no prestaron atención. En tanto, una moto de no se sabe quien, levantó de un pasillo a Jonatan Ezequiel Ancherama, de 25 años, y lo llevó hasta el Hospital Roque Sáenz Peña. Allí ingresó a las 6.40 y fue derivado al Hospital de Emergencias a las 7.30. Una hora después, el muchacho falleció. El cuerpo presentaba una herida de arma de fuego en la espalda con orificio de salida en el tórax y otro disparo en el brazo izquierdo.
El apellido de la víctima ya había sido escrito en las crónicas policiales a mediados de mayo de 2019 cuando en Melincué al 6400, a pocas cuadras de donde ayer mataron a Jonatan, un desconocido baleó y mató a Germán, de 25 años y hermano de Jonatan, y a Rodolfo, tío de los dos muchachos.
¿Un solo asesino?
Vecinos del Pasaje 503 escucharon alrededor de las 6 de ayer el sonido de una moto "potente", unos gritos desesperados, una secuencia de "más o menos seis tiros y luego un silencio", sostuvo Oscar, que vive a pocos metros del lugar.
"No vino ninguna ambulancia ni policía, no se escucharon sirenas de nadie. Me imaginé que le habían dado un par de tiros a alguno, pero no sabía que murió. No sé quién era, ni si era de por acá, creo que no. A media cuadra, por el Pasaje 503 siempre se arman tiros. Están en cualquiera, drogas, robos.", dijo.
Jonatan Ancherama tenía prontuario abierto por robos y según vecinos del barrio Molino Blanco, donde viven los Ancherama, tenía "bronca por todos lados". Una versión que corrió en esa zona del sur de la ciudad es que "los mató el mismo que mató al hermano y al tío. Era muy atrevido este pibe «Jony» y parece que uno que estuvo preso con uno de los Ancherama se las tenía jurada a los tres. Dicen que fue el mismo pibe el que los mató a todos", contó un vecino del barrio.
La familia de Jonatan esperaba el cuerpo del joven ayer por la tarde en su casa de Molino Blanco. "No sabemos qué pasó ni cómo llegó frente a la cancha del «Millo». Todo es muy confuso y ya perdimos a otros dos familiares de la misma forma", dijeron.
En el humilde pasillo donde vive la familia estaban la tarde de ayer la madre de Jonatan, tías, primos y la pareja del muchacho asesinado. Parecían desconcertados con la noticia, aunque por otro lado sabían que podía suceder. "No queremos hablar hasta no saber algo más", aseguró una mujer del grupo familiar.
El caso de Jonatan Ancherama quedó a cargo de la fiscal de Homicidios Dolosos Marisol Fabbro. Una vez constatado el lugar del crimen, ya que había dos direcciones distintas dadas por quienes lo llevaron al Hospital Roque Sáenz Peña, personal de la Policía Científica constató que en la zona no hay cámaras de videovigilancia.
Doble crimen
El miércoles 15 de mayo de 2019 a las dos de la tarde, los vecinos de Melincué al 6400 escucharon no menos de "diez o doce tiros, como cuando le pegan con una masa a una chapa". Al salir a las puertas de sus viviendas, asustados, vieron a dos hombres jóvenes tirados al lado del utilitario azul de una veterinaria del barrio. Nadie conocía en la zona a los muchachos. "Uno pedía ayuda, el otro ya no se movía", dijo un hombre que se acercó a verlos.
Eran Germán Ancherama, de 25 años, quien murió en el lugar; y su tío Rodolfo, de 29, quien falleció al otro día. El Gabinete Criminalístico de la ex Policía de Investigaciones recogió 14 vainas servidas en la escena y por testimonios de vecinos supieron que el asesino era un "chico jovencito" en una bicicleta. Ninguno de los dos portaba armas. Fue un monólogo de tiros y muerte. Los muchachos intentaron refugiarse detrás del utilitario junto al cual quedaron tirados, uno sobre el otro.
Ese día los propios parientes de Germán y Rodolfo Ancherama llegaron a Melincué al 6400 y dijeron a los vecinos que "venían de una bronca y que los muchachos sabían que no tenían que andar por acá". Los médicos del Sies diagnosticaron que Germán había fallecido tras recibir un tiro en el cráneo y que Rodolfo tenía heridas de balas en el maxilar, el tórax y las piernas.
La zona del barrio Molino Blanco donde viven los familiares de las víctimas es un cruce de cortadas. Al recorrer las calles se multiplican los nombres y los comentarios: "Esta zona era de «El gaucho», que tenía un par de lugares de venta de drogas por acá y creo que en el pasillo ese también", comentaban en mayo de 2019 distintos vecinos del barrio.