En Rosario, la sangre de crímenes violentos salpica víctima y lugares. Una calle, un apellido, una circunstancia cercana, la geografía. Todo va configurando el relato de una muerte violenta más en la ciudad. Alrededor de las 22.30 de este viernes por el pasaje Franklin al 7900 (paralela a José Ingenieros) entró un Peugeot 207 o similar de color oscuro, vidrios polarizados, con cuatro ocupantes. Cuando estuvieron a la altura de un pasillo que se abre a la altura catastral del 7964, ingreso a un pasillo, desde el auto comenzaron a disparar haciendo blanco contra dos pibes de la cuadra. Alan Matías Toloza de 15 años recibió el fuerte de la descarga de plomo y recibió múltiples heridas en su humanidad. Su amigo Matías Jesús Alexander A., de 18 años, sufrió un impacto de bala en un codo. Ambos fueron socorridos por familiares quienes los trasladaron al Policlínico San Martín, distante unas 40 cuadras. Por la gravedad de las heridas Toloza fue derivado al Heca, donde a la medianoche se comunicó su fallecimiento.
La mecánica del ataque, oscuro con tinte mafioso, y el apellido del pibe asesinado dieron en la calle espacio a la usina de rumores y versiones. “Mataron al «Pipi», el sobrino del «Gordo Brian» de Empalme” fue el rumor que comenzó a ganar espacio en los mensajes de Whatsapp entre los punteros ligados a la narcocriminalidad en medio de la guerra desatada en los barrios Ludueña y Empalme Graneros. Y que amenaza con expandirse hacia territorios vecinos como bien pueden ser el barrio 7 de Septiembre, Emaús, Stella Maris, Fisherton Noroeste o el asentamiento La Bombacha. Pipi es un sobrino de el “Gordo Brian” González, quien cumple condena a 16 años por el asesinato de la promotora Analía “Any” Rivero ocurrido a las puertas de un boliche en Capitán Bermúdez en noviembre de 2014.
Este año el apodo de “Pipi” sonó al menos dos veces en contextos de asesinatos en Empalme Graneros que estuvieron como telón de fondo la narcocriminalidad. Uno fue el 8 de marzo cuando mataron a Joel Toloza, de 16 años, en la puerta de su casa de Juan B. Justo al 2800 quien fue baleado desde una moto. El otro, el 5 de abril último, cuando en Génova al 2600 hombres armados gritaron el apodo de “Pipi” y cuando se abrió la puerta de una de las viviendas de la cuadra ejecutaron a Brian “Gatito” Sperling, de 16 años, quien no era “Pipi” y era ajeno al conflicto. Este sábado en Franklin al 7900 familiares de los pibes agredidos descartaron cualquier tipo de conexión con “Pipi” y con el “Gordo Brian” y en las redes sociales pedían ayuda a los vecinos y amigos para juntas algo de plata que les permitiera velar con dignidad y sepultar al adolescente.
No se vende más
Visualmente Franklin al 7900, entre Sánchez de Loria y Tarragona al 900 bis, no es la peor cuadra del empobrecido barrio Emaús en lo profundo de la zona noroeste. Sin embargo desde marzo del año pasado la cuadra está señalada por los vecinos como un lugar peligroso. Los vecinos contaron que en esa zona evitan caminar por miedo. “Hace dos meses que todos sabemos que iban a empezar a pasar y a tirar. La cuadra está marcada. Va, la cuadra no. Solo una casa. Pero acá todo el mundo sabe”, indicó una vecina en mayo del año pasado cuando una nena de dos años recibió un balazo en el abdomen disparado por dos hombres que llegaron en una moto “Honda Twister o Titán”.
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La nena jugaba frente a la casa de su abuela y había llegado a festejar un cumpleaños. La casa atacada había recibido dos meses antes una advertencia. “Si siguen vendiendo los tiros no van a parar”, contó una vecina. La casa donde balearon a la nena está ubicada a 30 metros del pasillo donde residía Alan Toloza y su amigo herido en el brazo.
“Mi marido me dice: «No vayas por Franklin porque te van a cagar a tiros. Mirá que las balas no reconocen buenos de malos». Y hay mucha gente que rodea Franklin para hacer mandados”, comentó una residente de la cuadra en aquella ocasión. Este sábado un vecino volvió a insistir sobre la idea de que “cuando pasan estas cosas, lo mejor es no saber. Si yo se algo y te lo cuento a vos, mañana sale en el diario y pasado me vienen a balear a mi. Lo mejor es no saber nada de nada”, esgrimió.
En la cuadra donde mataron a Alan los pesquisas de Homicidios incautaron tres vainas servidas, aunque los vecinos aseguraron que se escucharon más de una decena. Varios autos de la cuadra recibieron impactos. El caso quedó en manos del fiscal Ademar Bianchini.
Horas después de su crimen, una de las primas de Alan publicó en la red social Facebook: "Y otra vez estoy acá sentada en el pasillo de un hospital horas, con toda esas angustias miles de pensamientos tirando al lado de la fe de que te ibas a levantar, pero no hay, es donde salen los doctores diciendo el apellido de nuestra familia, pidiendo el ingreso de dos familiares adentro. Nos acercamos todos corriendo a la puerta a esperar la noticia que con solo el grito de ahí adentro nos dimos cuenta de q decidiste irte, ni llegamos a darnos un último abrazo ni siquiera me dijiste "prima te quiero loca", nada, te fuiste así nomás en un abrir y cerrar de ojos ...lalan mí cachetón te voy a llevar siempre en mí te lo juro hermano te amoooo descansa mi negro hermoso Alan Toloza".