
"Si no hay plata, hay balas". La amenaza que hace cuatro meses recibió un dirigente sindical de parte de un cobrador de Los Monos resume la dinámica de un negocio de extorsiones revelado tras la muerte de un gerente bancario en el tiroteo al Casino City Center. La exigencia de dinero a cambio de protección afectó a comerciantes e integrantes del Sindicato de Peones de Taxis baleados por negarse a pagar ese servicio. Fue comprobada en escuchas en las que Ariel "Guille" Cantero, condenado como jefe de la banda, organiza los aprietes desde la cárcel.
Esa trama fue detallada el miércoles en la audiencia de imputación a Maximiliano "Cachete" Díaz, preso como partícipe del homicidio cometido en el casino. Enrique Encino, de 64 años, se convirtió en blanco de una balacera el sábado 11 a la noche cuando estaba en la sala de juegos y a las 22.30 salió a fumar a un balcón. En ese momento, atacantes desconocidos efectuaron seis disparos al edificio, sobre Moreno al 6400. Y al gerente del Banco Nación de Las Parejas lo mató un tiro en la cabeza.
"Cachete" fue imputado como quien coordinó el aporte de vehículos y mano de obra. El fiscal Luis Schiappa Pietra indicó que, para detenerlo, hubo que armar un rompecabezas con piezas de otras investigaciones en las que se habían ordenado escuchas. Así se detectó la existencia de un entramado de cobranzas extorsivas a sindicalistas y comerciantes organizadas por "Guille". A las víctimas les exigían altas sumas de dinero a cambio de protección y eran castigadas con balaceras en caso de no pagar.
Diálogos elocuentes
Dos de las conversaciones interceptadas aluden al ataque al casino. En una, "Guille" llama a "Cachete" y lo insta a "hacer bien" el trabajo del City Center para sacar algo "bien piola". En otra, el preso Carlos "Toro" Escobar le ofrece a Díaz sus propios hombres y movilidad para el hecho.
Una cuarta pata en esa red era Fernando "Enano" Morel, quien cumple condena por homicidio y, como dio a conocer este diario ayer, fue imputado por intentar evadirse del Hospital de Emergencias previo a querer coimear a un policía. El muchacho había terminado en la cama del hospital al caer de un galpón al que había trepado cuando aún estaba prófugo tras burlar una salida transitoria del penal de Piñero. En su casa se secuestró una decena de armas de fuego que serán peritadas con vainas de los ataques.
El primer apriete que se consignó en la audiencia del miércoles fue denunciado el 3 de agosto de 2019 por Rodrigo F. Le reclamaron haberse quedado con dinero de un allegado a Los Monos, cosa que él niega. Contó que al ofrecer a la venta una Toyota Hilux en la página Rosario Garage recibió un mensaje por WhatsApp. Un interesado le ofreció encontrarse en Roldán, pero no acudió a la cita.
Cuando volvía a su casa, el hombre fue interceptado por un Ford Ka negro con cuatro ocupantes. "Venimos de parte del «Guille». Vos te quedaste con un vuelto de la casa de «Diente», la que estaba enterrada. Sabemos que tenés una casa en la costa, mujer, una hija, vendías forraje y le cortabas el pasto a «Diente». Dame un celular que «Guille» se va a comunicar con vos", le anunciaron.
Los investigadores suponen que el apodo de "Diente" puede aludir a Maximiliano Alejandro Rodríguez, quien en 2014 tenía una causa por narcotráfico cuando fue secuestrado en su casa de Roldán y asesinado en la autopista a Córdoba. Había estado preso por un crimen en Tablada y, al igual que a su hermano, le decían "Diente de Lata". De confirmarse esa sospecha, cuatro años después se revelaría una pertenencia de Rodríguez al clan Cantero.
Pero tampoco se descarta que "Diente" sea víctima de algún homicidio reciente. O que se trate de una persona viva. El denunciante no pudo aportar más precisiones: desde la Fiscalía intentaron contactarlo para ofrecerle protección pero no lo encontraron.
Lo que denunció el dueño de la Hilux es que tras ser interceptado recibió un texto en su celular: "Amigo, soy «Guille». Te mandé el mensaje con los pibes". Y luego una intimación: "No tenés más tiempo. Quiero la chata y 20 mil dólares. «El Diente» era gente nuestra y vos le robaste la plata. Sabés con quién te metiste. Por la buena o ya sabés".
Al rastrear el Ford Ka por su patente se detectó que lo usaba "Cachete", a quien le intervinieron dos celulares. Díaz iba al volante de ese auto negro cuando lo detuvieron hace una semana frente a su departamento de Mitre al 1700. Como evidencia en su contra pesan charlas con "Guille" desde la cárcel federal de Marcos Paz para organizar aprietes o la búsqueda de un tal Beethoven al que aluden como "B" o "La B".
Contra los taxistas
Los episodios de mayor repercusión registrados en esas escuchas fueron los ataques a integrantes del Sindicato de Peones de Taxis que asumieron tras la remoción del ex secretario general Horacio Boix, a fines de agosto de 2019 por malversación de fondos.
A los pocos días comenzaron a recibir amenazas. El sucesor, Horacio Yanotti, denunció que recibieron llamados de "Cachete" informando que "de ahora en más Marcelo no tenía nada más que ver en la intermediación entre Los Monos y Boix".
Los llamados se reiteraron en el teléfono de Yanotti y el de dirigente Luciano L., quien accedió a encontrarse con "Cachete". "Si no hay plata, no hay balas", fue la promesa de Díaz en ese encuentro, según consta en la denuncia del 25 de septiembre. La amenaza se concretó en media docena de ataques a tiros. Al día siguiente fue atacada la casa de Yanotti, en Grandoli al 3900. El mismo día balearon la casa de otro dirigente en Santiago al 3000. El 9 de octubre se repitieron los tiros en la casa de Yanotti.
La secuencia siguió en los domicilios de Lucio Fernando L., Mariano M., Alberto G. y Miguel S., todos miembros del gremio. Los últimos hechos fueron a mediados de diciembre y el 2 de enero atentaron contra la casa del presidente de la peña de taxistas leprosos. El mismo día "Guille" llamó desde la cárcel a "Enano" Morel, por entonces prófugo.
"¿Qué vamos a hacer con ese del sindicato?", preguntó Morel. "Vamos a tener que mandar curso bien, de vuelta, a ver qué onda, boludo (respondió Guille). Mandale ahí, al trabajo, tiros. ¿Todavía tiene el comando o qué?". Morel le respondió que había un patrullero pero "se lo sacaron". Según un informe, preparaban un nuevo ataque a la casa de Yanotti.




Por Gonzalo Santamaría