El mismo día que se conmemoraba el quinto aniversario del movimiento Ni Una Menos, el 3 de junio de 2020, Vanesa Olguín sufría en su casa de Villa Gobernador Gálvez golpes y graves quemaduras que fueron atribuidos a su ex pareja y padre de su hija menor. Su agonía y su muerte, dos meses después, configuraron un caso de femicidio que reavivó el reclamo por el cese de la violencia contra las mujeres. Este lunes, a dos año y medio de su fallecimiento, comenzó el juicio oral contra Adrián Bajo, acusado de haber atacado y quemado a esta mujer que era madre de cinco hijos y militante barrial. La fiscalía solicitó la pena de prisión perpetua por un crimen cometido en un contexto sostenido de violencia de género.
El debate oral por el caso comenzó ayer la mañana en el Centro de Justicia Penal. Los jueces Carlos Leiva, José Luis Suárez y Rodrigo Santana están al frente del juicio. En la jornada de apertura el fiscal Adrián Spelta solicitó la pena de prisión perpetua para Adrián Maximiliano Bajo, de 43 años, como autor de un homicidio calificado por el vínculo y por el delito de femicidio.
Para la acusación, los hechos ocurrieron en el un contexto de violencia de género extendido y perpetuado en el tiempo, por lo menos durante el plazo de 3 años en los que el imputado convivió con la víctima, “sometiéndola a diferentes hechos de violencia en donde resultó lesionada”. El acusado, en cambio, niega haber cometido un ataque y su defensa pidió la absolución.
El 3 de junio de 2020 Erica Vanesa Olguín, de 36 años, estaba en su casa de Levalle al 2300, en el barrio San Enrique de Villa Gobernador Gálvez, con dos de sus hijas menores, de 7 y 3 años. De acuerdo con el planteo acusatorio, su ex pareja de entonces 40 años, que aún convivía con ella pese a estar separados, la golpeó con un objeto contundente en la cabeza, la llevó hacia el baño y la roció con un líquido inflamable. Luego le prendió fuego. La escena fue presenciada por las nenas. La mayor de ellas fue a pedir ayuda a la casa de una vecina y amiga de su mamá que encontró a Vanesa sentada, con la mayor parte del cuerpo quemado, junto a su hija más chica, la única que tuvo con el agresor.
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Tras la agresión Bajo se fue de la casa en una moto y fue detenido por la policía el misma día. Vanesa fue internada en el Hospital Provincial luego de pasar por el Hospital Anselmo Gamen, donde la derivaron a Rosario ante la gravedad del cuadro. Tenía el 70% del cuerpo quemado. Era madre de cinco hijos _además de las nenas, tenía tres hijos de 13, 18 y 20 años_ y militaba en la agrupación Barrios de Pie, que la contuvo en su convalecencia. Se había incorporado a la organización tres años antes. En el marco de un programa de salud, colaboraba con los registros de peso y talla de los chicos que asistían a un servicio de copa de leche en el barrio.
Olguín soportó consciente dos meses de agonía en unidades de terapia intensiva y atravesó cirugías reconstructivas e injertos de tejido. Fue derivada al Hospital Clemente Alvarez e incluso experimentó una leve mejoría en las semanas previas a su muerte, pero su salud volvió a empeorar. Sufrió una falla renal y falleció el miércoles 12 de agosto.
“En el hospital ella estuvo consciente siempre y hablábamos. Ahí le conté que le iba a hacer un tema, pero no lo alcanzó a escuchar”, contó ese año a La Capital su hijo Diosnel Sotelo, de entonces 19 años y cantante de rap, cuando el tema que le compuso a Vanesa, “Para mi mamá”, cosechaba más de 2 mil visitas en Youtube. “Basta de maltrato a la mujer, un femicida arrebató la vida de mi madre. Con lágrimas en los ojos me queda recordarte, con un lápiz en la mano una canción sólo dedicarte”, dice una de las estrofas dedicadas a su “hermosa guerrera”, como recordó a su madre en la entrevista.
Bajo había sido pareja de Olguín por cinco años. Lo detuvieron el día del ataque en la casa de un familiar, en el Fonavi de Callao y Gálvez. Al día siguiente lo imputaron por tentativa de femicidio y quedó desde entonces en prisión preventiva. Con el fallecimiento de Olguín, la imputación pasó a ser la de un femicidio consumado, calificado además por el vínculo de pareja previo. Dos figuras que se penan con prisión perpetua.
Pese a que Bajo y Olguín estaban separados, seguían conviviendo. Según los allegados a la víctima, Noelia le pedía que se fuera de la casa pero él no lo hacía. En la investigación fiscal se reconstruyó que Vanesa había relatado a sus compañeros de militancia los episodios de maltrato a los que era sometida e incluso refirieron una denuncia previa por violencia de género.
El fiscal Spelta planteó en la apertura del juicio que Bajo atacó a su ex pareja “para darle un susto”, algo que según planteó le escucharon decir los vecinos al salir de la casa. “A raíz de ese susto le terminó quitando la vida, le prendió fuego y la mujer murió a los dos meses”, dijo ante el tribunal.
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Al ser detenido, en la primera audiencia, el acusado brindó su versión de los hechos. Negó haber atacado a Vanesa. Dijo que en medio de una discusión la mujer se arrojó un líquido inflamable y luego se prendió fuego al entrar en contacto con una estufa. Sobre ese punto, la acusación sostendrá en el juicio que es improbable que la víctima se haya quemado mediante ese mecanismo.
Bajo volvió a declarar ayer en el inicio del juicio. Una vez más negó haber agredido a Olguín. Luego contestó preguntas. El defensor público Daniel Kantor remarcó en su alegato que se trata de un hombre de origen humilde, que debió salir a trabajar cuando estaba en quinto grado para ayudar a su familia, que trabajaba como metalúrgico y que nunca tuvo un antecedente penal o un paso por una comisaría. En el tiempo que lleva en la cárcel, dijo, terminó la escuela primaria.
De acuerdo con la defensa, no existió un acto repentino de prender fuego a la víctima. El defensor planteó que no se podrá demostrar que Bajo cometió un acto homicida y por eso pidió la absolución. Hizo además un planteo sobre la inconstitucionalidad de la prisión perpetua al señalar que el fin de las condenas es la resocialización y por lo tanto deben tener un límite de tiempo. En las audiencias, que continuarán esta semana, declararán familiares y allegados a la víctima, además de personal médico y peritos que expondrán sobre las lesiones que tenía Olguín y cómo fueron provocadas.