La investigación del homicidio de Brian Giménez, asesinado a balazos en octubre de 2022, es otro botón de muestra de cómo el crimen organizado tiene un eslabón en las cárceles. Este miércoles fue imputado por ese hecho un hombre que está preso desde 2013, hoy en la cárcel de Piñero, desde donde por videollamada partió la orden de concretar el asesinato. "¿Así que sos sapo? Ahora te vamos a matar por sapo", le dijo a la víctima, a quien los homicidas tenían maniatado, antes de pedir que lo mataran. La semana pasada había sido imputado uno de los autores del hecho, mientras que un segundo todavía no fue identificado.
Según la acusación de la Fiscalía, el 3 de octubre de 2022 por la madrugada, desde el pabellón 9 de la cárcel de Piñero, el recluso Brian Villalba, preso desde 2013 por un homicidio, se conectó con dos conocidos por videollamada mediante un celular. A 30 kilómetros de distancia, en una casa de pasillo de Juan B. Justo al 8700, estaban sus interlocutores. En un patio de la vivienda tenían a Brian Giménez, de 24 años, sentado en una silla con las manos atadas y un pedazo de cortina de tela en la boca.
Del otro lado de la pantalla, según la investigación, Villalba le habló: "¿Así que sos sapo? Ahora te vamos a matar por sapo". Luego, ordenó a uno de sus cómplices: "Hermanito, matalo". Lo que siguió ya fue crónica policial en aquel octubre. El cuerpo de Giménez fue hallado horas después en esa casa del barrio La Bombacha, todavía maniatado. Con el correr de las horas, tanto por voceros judiciales como por vecinos, se supo que esa vivienda era utilizada como punto de venta o acopio de drogas.
El padre de la víctima, en aquellas horas posteriores al crimen, contó a La Capital que su hijo tenía problemas de consumo de drogas y suponía que había llegado a ese lugar para comprar. Sin embargo, había un trasfondo un tanto más intrincado. "Sapo", en la jerga criminal importada de las series y películas colombianas de temática narco, significa soplón.
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Un mes antes del crimen, la misma vivienda había sido allanada por la Agencia de Investigación Criminal en un operativo en el que se secuestraron 97 envoltorios con cocaína y un arma de fuego. En ese procedimiento quedaron detenidos Susana B., de 27 años, y José Luis "Negro Caravana" L., de 41 años. Según el fiscal que investigó el crimen de Giménez, luego de aquellas detenciones el manejo del narcomenudeo en la zona quedó a caro de César V., quien ya fue imputado como uno de los autores materiales del homicidio. Se deduce entonces que, como posible vuelto ante la acusación de haber sido un delator, Giménez pagó con su vida los costos de aquel allanamiento.
Este miércoles, el fiscal Adrián Spelta, a cargo de la investigación del homicidio de Giménez, imputó a Brian Villalba el delito de homicidio agravado por el uso de arma de fuego. El 16 de marzo ya había sido imputado César V. por el mismo delito y por la portación ilegítima de arma de fuego de guerra, por lo que quedó en prisión preventiva por el plazo de ley.
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Además del crimen por el cual fue condenado y está preso desde 2013, Brian Villalba está imputado desde fines de 2022 como miembro de una asociación ilícita a la cual le atribuyen el liderazgo a Julio Andrés "Peruano" Rodríguez Granthon, preso en la cárcel de Ezeiza. En ese marco, a Villalba se lo consideró "jefe de sicarios", también desde su lugar de detención, cargo desde el cual organizaba.
“Brinda instrucciones al brazo armado del grupo sobre los domicilios o las personas que deben atacar, dispone el pago y reprende a sus subordinados en caso de que no hayan tenido los resultados esperados”, dijeron de Villalba los fiscales Franco Carbone y Valeria Haurigot cuando lo imputaron como jefe en la asociación ilícita del Peruano.