En Central de lo que más se habla en estos días es de los refuerzos que llegarán para potenciar el plantel que conduce Diego Cocca. No es ni más ni menos que la expectativa lógica que se genera en cada mercado de pases, pero hoy hay un ingrediente insoslayable, que tiene que ver con el enorme desafío que tiene el canalla por delante: la permanencia en la máxima categoría. Por eso el margen de error será mucho menor que en otras tantas ocasiones, en las que algunas malas apuestas pudieron ser fácilmente disimulables. Esta vez Central está parado ante un reto de mucho más relieve, donde cualquier error puede provocar un mayor estruendo.
El alto grado de dificultad que tendrá este mercado de pases es algo a lo que se expone el técnico Cocca, pero sobre todo los dirigentes, quienes trabajan codo a codo con el entrenador y su representante, Christian Bragarnik.
Los partidos que dirigió Cocca a Central le sirvieron para tomar nota del material con el que cuenta, pero fundamentalmente de lo que hace falta para encarar lo que será la lucha por la permanencia, más allá de que el técnico sostenga, como lo hizo en una entrevista con Ovación, que vino a Arroyito “no para pelear el descenso, sino para luchar por el campeonato”. Una vez que elevó el informe a los dirigentes se puso en marcha una ingeniería de trabajo que todavía no entregó frutos porque los refuerzos aún no aparecieron, pero que apunta a la conformación de un equipo competitivo.
El contexto es lo que hace especial el actual libro de pases, en el que las decisiones que se tomen transitarán los carriles normales, pero quizá ameriten un estudio más meticuloso.
Si hubo algo que caracterizó a esta gestión (en la misma se incluye la comisión directiva que estuvo encabezada por Raúl Broglia) es la capacidad para traer refuerzos. Y no se pone en discusión si los mismos tuvieron la jerarquía suficiente o no dieron la talla, aunque en definitiva ello tenga una implicancia directa con los resultados que pueda obtener el equipo.
Desde enero hacia acá, Central sumó 44 refuerzos. Muchos estuvieron a la altura de las circunstancias, pero otros tantos pasaron prácticamente inadvertidos. Claro que el momento era otro y las apuestas tenían que ver con objetivos más superadores, por llamarlo de alguna manera, o si se quiere en medio de situaciones menos apremiantes. Si se apuntaba a pelear por un título y no se llegaba a tanto el dolor de cabeza no parecía ser tanto. En cambio ahora el objetivo se presenta muy claro y un par de rendimientos fallidos de aquellos que lleguen como refuerzo podrán acarrear consecuencias mayores.
Se intuye que la colaboración de Bragarnik les servirá a los dirigentes para allanar algunos caminos pero sobre todo para obtener los refuerzos pretendidos. Igual eso puede no ser garantía de nada. Es que cada caso es particular y el hecho de jugar en Central, con presiones quizá mayores a la de otros clubes, no significará lo mismo para todos. En esos 44 jugadores que llegaron en los últimos cuatro años hubo de todo: quienes pudieron lucirse y tener muy buenos rendimientos y aquellos a los que el desafío los sobrepasó.
Con dos malas temporadas sobre el lomo, Central arranca en una posición sumamente incómoda con el promedio, de la que intentará despegarse de a poco. Claro que para que ello suceda el equipo tendrá la obligación de rendir exámenes de manera satisfactoria. Y para hacerle frente a una temporada complicada, aciertos en el mercado de pases serán clave.
Las caras nuevas se hacen rogar
Por el momento los refuerzos en Central se hacen esperar. Es probable que el día de hoy transcurra sin grandes novedades en ese sentido y que la cosa se empiece a mover a partir de mañana. Hay mucho optimismo en Central en relación a que el miércoles, cuando el plantel inicie la pretemporada, el DT Diego Cocca tendrá al menos dos o tres refuerzos. Uno de ellos sería Diego Zabala, con quien se avanzó bastante en los últimos días. Con el volante uruguayo, hoy en Unión, estaría todo acordado, al igual que con la dirigencia tatengue. ¿Lucas Acevedo? Está ahí, falta la decisión del lado auriazul.