La historia deportiva de Mario Barcia indica en las primeras páginas que había quedado seleccionado en Central, “pero el entrenador que tenía en Santiago del Estero nunca me dijo que debía viajar”. También marca que “luego vinieron Chiche Lutman y Tito Rebottaro. Y ahí terminé yendo a Rosario para unirme a la 9ª de AFA de Newell’s, en 2003”. El volante central asegura además que “hasta llegar a la cuarta división había jugado siempre. Y cuando estaba cerca de todo me avisaron del club que debía firmar con cierto representante si quería tener chances. Como no quise hacerlo me terminaron dando el pase y por eso fui a Independiente”. El relato del mediocampista es un caso testigo como tantos otros de la época que Eduardo López era el presidente leproso. “Al año dejé Avellaneda y después salió la chance de venirme a Nueva Zelanda, donde me adapté rápido y hoy estoy en el mejor club de la isla, que es Team Wellington”, exclama con cierto orgullo el jugador nacido en La Banda en diálogo con Ovación. “Lo que sí debo admitir es que me quedó la gran espina de no haber debutado en Newell’s”, afirmó para luego dejar sentado que “aún no pierdo las esperanzas de jugar en el Coloso, ya que además soy hincha de la Lepra. De hecho, cuando voy al país me hago una escapada para ir a la cancha para ver al equipo”.
Mario es bicampeón de fútbol en el país donde reinan los poderosos All Blacks. “Acá el rugby es todo. Eso está claro”, remarca el santiagueño antes de confirmar que “llegué a Newell’s a los 13 años. Me acuerdo que en 9ª división, con Dante Formica y Lucas Hoyos jugábamos casi siempre en AFA y Rosarina”.
Con más de un mes y medio de cuarentena en el lejano país, Barcia describe su paso por el club que aprendió a llevar en el corazón. “Cuando llega el momento de fichar en cuarta división tuvimos un inconveniente con la directiva que estaba bajo el ala del presidente López. Por eso jugué ese año en Rosarina. Es que no se arreglaron las cosas. Me dijeron que si quería formar parte de la 4ª de AFA debía firmar con cierto representante o nada. Fue así que luego de las vacaciones me dieron el pase libre. Le dije que no iba a firmar con esa persona porque ya tenía representante, que era Federico Calcagno, quien me ayudó siempre. No era correcto que me vaya con otro cuando en su momento me había dado todo”, graficó con cierta impotencia y desnudando lo que le sucedió.
“El fútbol en Nueva Zelanda no es muy popular como en Argentina. Acá la pasión es el rugby. En cada esquina ves pibes jugando, pero con una ovalada, ja. Todos quieren ser All Blacks, que a su vez son jugadores que los ves haciendo las cosas como uno más de nosotros. No tienen divismo como por ahí muchos podrían pensar por ser tan populares a nivel mundial”, contó el volante.
Barcia dijo además que “acá jugamos con 200 o 300 personas en los estadios, mientras que ellos (All Blacks) lo hacen con 20.000 o 30.000. El furor es el rugby, claro está pese a que en los últimos años el fútbol esta creciendo y eso es una buena tendencia”.
“De Santiago me fui a Aurora de Bolivia, pero duré poco porque hubo problemas y quedamos todos libres. Me sumé a Sportivo Fernández y tras un año y pico de jugar ahí surgió una propuesta de venirme a Nueva Zelanda por un entrenador de mi provincia. Me sumé a la segunda división en 2013 para Island Bay United. No dudé porque veía que se abría una gran puerta. Y le metí para adelante nomás”, expuso.
Y remarcó de inmediato entre risas: “No sabés lo que era un santiagueño queriendo hablar inglés, ja. Me costó mucho al inicio, pero a los pocos meses ya entendía bastante. Y ahí me salió la posibilidad de cambiar de club y fui a Hawke’s Bay United. Anduve bien y después sí pegué el gran salto deportivo cuando fiché en 2015 para Team Wellington”, apuntó.
“El Team Wellington y Auckland City son los clubes más grandes de las islas. Nosotros estamos en la capital del país, en la isla norte. Salimos dos veces campeones (2015/2016 y 2016/2017). Y a nivel internacional logramos la Champions League de Oceanía en 2018, donde hice dos goles en esa final, que nos permitió jugar ese año el Mundial de Clubes en Emiratos Arabes Unidos, que terminó ganando Real Madrid”, deslizó Mario.
Luego del Mundial de Clubes emigró a Indonesia, “donde la pasión por el fútbol es muy parecida a la nuestra. Duré diez meses por una lesión ligamentaria de tobillo. Me pasó un poco de todo ahí. Una recuperación de dos meses me llevó cuatro por la precariedad sanitaria y de infraestructura que tienen. Me volví a Team Wellington”, comentó.
“La liga de acá se suspendió y se decretó a Auckland campeón. Nosotros quedamos segundos porque estábamos a dos puntos y faltaban dos fechas, además de los play off. Pero bueno, con esta decisión nos permitirá jugar nuevamente la Champions de Oceanía”, sostuvo Barcia con respecto al campeonato neocelandés, que va “de octubre a mayo, y somos diez clubes en primera división”.
Mario se toma un instante y decide reposar la mirada mucho tiempo atrás hasta recordar su estadía en el Parque. “Me tuve que ir del club por no firmar con cierto personaje, es así. Me quedó la espina de no haber podido debutar en Newell’s”, se lamenta desde el océano pacífico.
“Pese a todo, aún tengo la esperanza de poder jugar con la rojinegra, que la llevo a todos porque soy un hincha más por el mundo. Crecí ahí y me hice fanático. Incluso, cada vez que voy al país me hago una escapada a Rosario para ver a mis amigos y a la Lepra, por supuesto”, confiesa antes de acotar que “Estuve en febrero pasado cuando le ganamos 1 a 0 a San Lorenzo con gol del chico Aníbal Moreno. Así que volví feliz a Nueva Zelanda, donde soy un embajador rojinegro por el mundo más”.