Poco más de trescientos kilómetros hay desde Banfield a Rosario, pero la distancia no frena la fidelidad ni la pasión de unos 60 hinchas del Taladro del Sur que se unieron para refundar la Peña Banfileña Rosarina. La cita será hoy, después del partido en que el equipo de Lomas de Zamora jugará contra Newell´s en el Coloso.
Los simpatizantes de uno de los clubes más antiguos del país se reunirán en una cena .
Los impulsores de esta refundación son la familia Greco, oriunda de Funes. Padre, madre, siete hijos y nietos, todos con sangre verde y blanca banfileña, decidieron reflotar una entidad que había nacido en 1994, pero estaba prácticamente inactiva.
"La iniciativa en esa época fue de Raúl Brown, pero estaba medio abandonada y entonces se me ocurrió llamar al club a Buenos Aires y manifestar nuestra intención de relanzarla. Acá estamos, ya tenemos una página de facebook (Peña Banfileña Rosarina) y organizamos la cena. Queremos conocernos, juntarnos a ver los partidos y organizar viajes para ir a ver jugar al club de nuestros amores", dijo Lucía Greco, de 18 años y tan hincha del equipo de Julio César Falcioni como cualquier vecino de ese rincón del sur conurbano bonaerense.
A partir de hoy los simpatizantes rosarinos y de localidades cercanas contarán con un carnet del club y pagarán una cuota especial de 120 pesos para socios del interior. Y los organizadores descuentan que seguramente aparecerán otros banfileños y banfileñas dispuestos a alentar desde estos pagos al Taladro, y conseguir a través de la Peña el merchandising que se vende en el club de Buenos Aires.
Banfield nació hace 120 años: el 21 de enero de 1896 de la mano de ingleses y escoceses ligados al ferrocarril. Rival tradicional de Lanús, entre sus lauros se destaca el conseguido en 2009, cuando ganó el primer título en primera al consagrarse campeón del Torneo Apertura y jugó la Libertadores. Hoy retornado a primera desde la temporada 2013/14, se ubica en el noveno lugar de la tabla y llega a Rosario a enfrentar al segundo, Newell' s.
Todos los Greco verán el partido por televisión, pero el mandamás y cabeza de familia, lo verá en soledad y no por cábala. "Prefiero verlo solo porque me pongo un poco loco. Banfield no viene jugando de manera regular, de todos modos Newell's, si bien tiene buenas individualidades y anda bien en la tabla, también es muy irregular, así que no pierdo las esperanzas", dijo Raúl Greco.
El hombre confesó ser hincha de Banfield por su papá, quien trabajaba en los talleres del ferrocarril de la Estación Remedios de Escalada.
"Nací en ese barrio hace 59 años, pero con mi familia nos tuvimos que venir a vivir a Rosario cuando tenía 5 años. Nunca puse en duda mi predilección por El Taladro: ni de Central ni de Newell's soy de Banfield", confesó Greco, quien aún recuerda cuando su papá lo llevaba a ver partidos al estadio Florencio Sola.
"Recuerdo que iba con camiseta y todo, no las originales porque eran caras, y en una oportunidad un familiar me llevó al vestuario y pude ver de cerca a Ediberto Righi, un arquero que para nosotros fue un ídolo. Hoy soy un hombre mayor y las imágenes de ese barrio empedrado cambiaron, es una ciudad inmensa de más 200 mil habitantes, pero mantiene una construcción inglesa hermosa que le da identidad", valoró Raúl. Y al seguir hablando de sus idas a la cancha hizo un descargo.
"Siempre que puedo viajo a verlo a Buenos Aires, pero acá cuando no había restricción a los visitantes, siempre se complicaba: no ser local en una cancha de Rosario es un problema, no te sentís seguro, vivís problemas adentro y afuera de la cancha", dijo el banfileño antes de apuntar a dos ídolos de su club a pedido de Ovación. Uno y actual, el volante Walter Erviti y otro, histórico, el fallecido Eliseo Mouriño, un volante que salió de las inferiores del club y cuyo nombre quedó estampado en una tribuna del estadio. Banfileños de ayer, hoy y siempre, en todo lugar.