Omar De Felippe tal vez vivió la semana más compleja desde que desembarcó en Newell's, en el pasado mes de marzo. Porque en la actual Superliga, la Lepra apenas atesoró una victoria, dos empates y fue vencido en cuatro ocasiones. Una campaña demasiado raquítica que incluso puso al DT rojinegro en el ojo de la tormenta respecto a su continuidad. Pero el plus del descontento se consumó de la peor manera, con la visita de un nutrido grupo de hinchas el día martes en el entrenamiento en Bella Vista, en una movida que comenzó como una especie de banderazo, pero terminó con insultos encendidos hacia los jugadores y sin dudas fue un momento de máxima tensión.
Por ello hoy el cotejo ante Tigre tendrá un perfume de final por donde se lo mire. No será un partido más. Porque sin entrar en exageraciones pueden ser 90 minutos decisivos para la oxigenación del ciclo De Felippe. Newell's debe empezar a sacarse ese mote de equipo irregular que ante la primera adversidad besa la lona y luego ya no logra ponerse de pie. Encima el clásico por Copa Argentina está cada vez más cerca y eso también aumenta la adrenalina de los hinchas, tanto para bien como para mal. En este escenario de urgencia, incertidumbre y necesidad, los rojinegros buscarán colgarse la medalla de vencedores ante el Matador de Victoria. Lo que se dice, una noche de superacción.
De Felippe, con toda su experiencia de vida y recorrido futbolístico, ayer fue la primera voz del mundo Newell's que habló sobre lo ocurrido en la visita de los hinchas en pleno entrenamiento el martes al predio de Bella Vista. Y como testigo directo dio su versión. "La semana fue buena, hemos trabajado bien. La predisposición de los jugadores es muy buena. Lo que pasó el martes fue de público conocimiento. La situación es que era un banderazo y de repente escuchamos los insultos. Nunca dejamos de trabajar. Nos enfocamos en lo que estamos haciendo. Que es en perfeccionar el equipo y tratar de sumar los tres puntos ante Tigre. No está bueno lo que vivimos, pero hay que mentalizarse para mejorar", destacó el conductor leproso.
Y agregó: "Lamentablemente no es la primera vez que esta situación me pasa, pero es nuestra sociedad, es nuestro fútbol, así vivimos los argentinos. Acá te tenés que imponer todos los días, no hay lugar para quejarse, hay que seguir para adelante y sacar lo mejor de cada uno y entregarlo el día del partido. Hay que sobrevivir todos los días".
De Felippe, apelando a su valentía y a la vez tratando de desdramatizar, destacó: "Me interesa hablar de fútbol. No fue tanto lo que pasó. Aclaro que no le pegaron a nadie ni corrieron a los jugadores por la cancha, aunque eso que ocurrió igual no está bueno y repudiamos todo tipo de agresión. Hay que enfocarse en el partido, el puterío no me interesa".
Mientras que respecto a si la mezcla de apoyo y reclamo de los hinchas puede motivar o ser contraproducente para los jugadores esta noche ante Tigre, el DT anduvo sin vueltas y dijo: "Eso lo puedo contestar cuando termine el partido a las diez de la noche. Nosotros igual nos tenemos que motivar por el simple hecho de estar acá y defender esta camiseta. No hace falta ninguna otra cosa. Entrenar y jugar los partidos al 150 por ciento. Así vamos a conseguir los resultados que en algún momento hemos logrado".
Claro que la charla siguió con el foco en lo futbolístico y allí De Felippe reconoció que "es probable que haya algunas variantes en el equipo" (ver aparte). Es cierto que el DT tomó la decisión de no concentrar a los experimentados Víctor Figueroa ni Juan Ignacio Sills, que venían siendo titulares hasta la última derrota con Colón. Y que todo indica que se producirán los retornos a la titularidad de dos futbolistas que pueden aportar soluciones ofensivas de calidad como son Mauro Formica y Luis Leal.
Por ello, en relación al trascendental partido de esta noche ante el Matador, el DT indicó que "con Tigre es un partido muy importante por la situación en la que estamos los dos equipos. Necesitamos sumar. Ellos están igual que nosotros en cuanto a mejorar la campaña. Nosotros necesitamos sumar de a tres para fortalecer la confianza y empezar a realizar otro tipo de campaña. Nos focalizamos en jugar y en estar muy atentos en las pelotas paradas".
Omar sabe que esta noche deberá asomar en el cielo rojinegro una luna llena de fútbol para comenzar la esperada recuperación y después habrá tiempo para proyectar el clásico y todo lo que viene. "Tratamos de hacer hincapié en que el partido más importante es el que viene. Antes del clásico hay nueve puntos en disputa, que son extremadamente importantes para el futuro de Newell's. Porque por ahí ahora no se nota, pero en el torneo que viene la situación será complicada si no se logra sumar ahora. El clásico ya llegará y nos prepararemos de la mejor manera para sacarlo adelante. No tenemos problemas en jugarlo en cualquier cancha. Se dieron muchas vueltas con ese partido, pero ahora me enfoco sólo en Tigre. No podríamos estar pensando en el clásico porque antes hay nueve puntos en juego. Y digo, entre comillas, que tengo que llegar al clásico y estos nueve puntos son el camino".
De Felippe es un experimentado lobo del fútbol y nadie tiene que explicarle los momentos positivos o negativos que tienen los equipos, los proyectos que tienen futuro y lo que en algún momento se pueden truncar. Por ello, cuando el sol reflejaba los últimos rayos ayer en el predio de Bella Vista, el DT enfatizó: "Lo importante es que el grupo se mantenga unido pase lo que pase y encaremos el partido ante Tigre como una final. Por eso repito que el partido más importante para mí hoy es el de Tigre. Necesitamos ganar, pero no hay que volverse locos. Hay que jugar para ganar. Si no pensamos en jugar será muy difícil ganar. Que los chicos jueguen un partido de fútbol y que traten de ganarlo como han hecho muchas veces de local".
Las cartas están sobre la mesa y habrá que usarlas de la mejor manera dentro del terreno de juego. Se sabe que en el fútbol lo único terapéutico y cicatrizante son las victorias y detrás de ese resultado se encolumnarán hoy los rojinegros. Así el partido con Tigre asoma con un vaso de agua para un equipo sediento de reacción, que luego por Superliga tiene que medirse con Estudiantes y Argentinos, antes de lo que será nada menos que el clásico del 1º de noviembre por Copa Argentina. Si hasta De Felippe reconoció que "el camino al clásico" son los 9 puntos que hay en disputa por el torneo doméstico.
El último antecedente, un triunfo accidentado
La última vez que Newell's enfrentó a Tigre fue el 30 de abril pasado en el Coloso, con una victoria dificultosa por 2 a 1. Fue el día en el que se fracturó Brian Sarmiento, quien desde ese momento no juega, y el portugués Luis Leal anotó uno de sus goles con la camiseta rojinegra. El equipo que ya conducía Omar De Felippe sufrió la temprana salida por fractura de tobillo izquierdo de Sarmiento. Y unos minutos después la lesión de Bruno Bianchi, quien dejó la cancha permitiendo el debut de Stéfano Callegari. En ese primer tiempo, que tuvo tantos inconvenientes para la lepra, anotaron Héctor Fértoli y Leal. Siendo levemente superior, el rojinegro se imponía con comodidad. Pero San Román la clavó en su arco y terminó sufriendo.