Lucas Correa es uno de los tantos embajadores que tiene la ciudad en el planeta fútbol. Debutó en Central con apenas 17 años. Era un verdadero pichón de crack. Sin embargo, el destino lo terminó eyectando de su amado club y fue así que forjó una carrera en Italia, donde el coronavirus sigue haciendo estragos. "Por suerte estoy en Cerdeña, que no tiene tantos infectados como en zonas rojas de la talla de la región de Lombardía. Hay casos, pero dentro de todo estamos un poco mejor que en el continente”, desprende este exquisito volante zurdo que ahora juega en Castiadas, un equipo que participa en la serie D, en contacto con Ovación.
"Estamos todos en cuarentena, por lo tanto estamos literalmente aislados”, remarca Lucas antes de destacar que "el virus hizo daño en la isla, pero a la vez en menor escalada que otras regiones porque las autoridades de acá cerraron enseguida los aeropuertos y empezaron a prohibir el ingreso de los cruceros, yates y todo tipo de embarcación náutica. En ese aspecto se ganó un poco de tiempo en materia de prevención”,
Correa afirmó además que "hace un mes que está todo paralizado en estos lares. La gente terminó comprendiendo la magnitud de esta pandemia, que no es joda. Uno creía que no iba a pasar esto y sucedió. Italia está golpeada como España, Francia o Inglaterra, que son los países más afectados hoy en día en Europa”.
"Falleció gente y eso duele. Eran casi todos abuelitos, que dicho sea de paso están más expuestos que el resto, dicen las autoridades sanitarias”, describió con impotencia el jugador de 36 años y que en 2010 fue contratado por Lazio, entre otros tantos conjuntos de la península itálica.
Actualmente se encuentra "junto a un compañero en una especie de cabaña en un pueblito cerquita al mar que tenemos como vivienda. El resto de los jugadores se fueron a sus casas en el continente o países de origen, antes de que se decretara la cuarentena”. Lucas además dijo: "Salgo sólo para ir al supermercado una vez por semana. No tengo intenciones de salir tampoco. Hay que quedarse adentro, es el mejor y único remedio que tenemos actualmente para combatir al coronavirus”.
"Lógico que no termino de sorprenderme con la expansión del virus en todos lados. Sin embargo, me importa mucho lo que pasa en nuestro país porque están mis familiares. Hablo con ellos y mis amigos y a todos les digo lo mismo, a cuidarse mucho porque lo que están viviendo ustedes ya lo experimentamos en esta parte del continente”.
Más allá de la lógica preocupación, el volante confesó: "No tuve nunca miedo, pero sí le tengo respeto a este virus porque es muy dañino. No podemos subestimarlo. Hay que combatirlo con las pocas herramientas que tenemos como el aislamiento social e higienizándose permanentemente”.
"Italia es uno de los focos más graves que tuvo esta pandemia. Pero por suerte se empiezan a ver que bajan los índices de muertos o infectados. Eso es porque la sociedad comprendió y respeta la cuarentena. Este fue un golpe para todo el mundo en realidad”, ponderó.
A la hora de consultarle sobre si ya sabe el impacto económico que tendrá en su actual club: Castiadas, el jugador expresó: "No, pero está a la vista que si los clubes de la serie A y demás grandes ligas están proponiendo y bajando sueldos, acá no será la excepción a la regla. Hay que ser racional y comprender que esto es por fuerza mayor y excede a todos. Si bien aún no nos informaron nada, lo cierto es que llegado al caso será cuestión de dialogar y consensuar cómo seguirá todo. Obvio que sería un impacto al bolsillo, pero la vida está ante todo”.