“No se hace el mismo edificio dos veces, ninguno es igual a otro”. Esta sólida premisa define las obras que se ven en las calles céntricas rosarinas con el sello de 3dF y esa definición tiene una explicación: “El usuario contemporáneo no es un elemento de repetición, sino que hay muchísima individualización, personalización. La familia tipo no existe como tal, hay muchas familias tipo y una diversidad muy grande. Tratar de diseñar productos que reflejen esa heterogeneidad es lo que hacemos. En nuestros edificios se combinan muchas tipologías, formatos, materiales, ubicaciones, con un abanico muy grande”. Esas palabras elige el arquitecto Matías Imbern, uno de los fundadores de la empresa, para comunicar el trabajo que los ocupa desde 2014. A simple vista, el diseño es quizá el distintivo que los define, pero hay mucho más detrás. En esta entrevista con suplemento Negocios de La Capital, Matías describe junto a Marcelo Faini, a cargo del área financiera de 3dF, el trabajo que hacen junto a sus otros dos socios Marcelo Mirani y Rodolfo Ferrari.
La historia de este equipo comenzó en la escuela secundaria. Tres de ellos cursaron en el Politécnico y se reencontraron cuando Matías volvió de hacer un master en Diseño y Tecnología en el campus de la Universidad de Harvard en Cambridge. De allí llegó con la convicción de que quería hacer buena arquitectura en la ciudad y sus nuevos socios tenían la misma mira. El primer edificio que encararon fue el de 3 de Febrero al 2700, y es por eso que nombraron con esas siglas a su naciente empresa. Recuerda que “cuando arrancamos lo hicimos pensando en un emprendimiento con estos valores, luego el mercado lo validó y a partir de eso vino todo el resto, se armó la empresa y la estructura”. Les fue muy bien con este primer emprendimiento, luego vinieron nuevas inversiones y proyectos, hoy tienen 16 edificios más dos en desarrollo. A la hora de analizar cómo llegaron hasta este momento, Marcelo detalla que “se terminaba un edificio, ya lo teníamos todo vendido y la gente preguntaba si no teníamos otro más. Fue así como seguimos comprando otro terreno y nos fue empujando la demanda”.
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Marcelo Faini y Matías Imbern, dos de los cuatro socios de 3dF.
Foto: Marcelo Bustamante
Una estrategia que los ayudó a estar firmes en el área financiera es que son elegidos por el consumidor final, es decir, la mayor cartera de ingresos de 3dF no proviene de inversores que entran y salen del negocio, sino de los futuros propietarios de sus unidades. “Nuestro producto despierta más atractivo en el consumidor, por su diseño, su funcionalidad, la calidad, la ubicación. Eso hizo que sea más atomizado y que no dependiéramos tanto del humor de los inversores de acuerdo con el contexto”, explica Marcelo mientras Matías agrega: “Tenemos inversores a quienes les hemos explicado que cuando invierten con nosotros tiene un precio un poco más alto porque luego lo puede vender también mejor por el valor agregado que tiene”. No es fácil dar un precio exacto del costo del metro cuadrado en 3dF porque difiere mucho respecto de cada emprendimiento y el segmento al que está orientado, pero en líneas generales oscila entre u$s1500 y u$s3500.
Tipologías y segmentos
La estrategia de 3dF fue dar esa respuesta heterogénea donde los futuros propietarios pudieran encontrar su espacio en los desarrollos. Es por eso que hacen en un mismo edificio desde monoambientes hasta departamentos en altura de 4 dormitorios. Uno de estos casos es el complejo que están levantando en calle Balcarce al 500, donde proponen incluso casas tipo triplex con terraza exclusiva. Ese desarrollo está en plena obra, es estratégico por su zona, y es el más voluminoso que están llevando adelante, con 11 mil metros cuadrados.
Ahora bien, un edificio que está a punto de estrenarse y que significó el salto al segmento premium es el de calle Salta al 1200, cuyo nombre es SltRio, y que también fue un desafío arquitectónico por el diseño de la fachada. Además, el terreno tiene la particularidad de que parte de su contrafrente tiene vista al Parque España y el Río Paraná, ya que tiene delante la escuela José de San Martín. Marcelo explica que la venta de este producto fue muy buena, son semipisos de 3 dormitorios y hoy sólo les quedan dos unidades para comercializar. Justamente esta semana, el jueves 30, se hará el evento de estreno para los propietarios y clientes.
La lista de edificios que están en camino sigue, por ejemplo, este año entregan además de SltRio, dos edificios más, uno en Paraguay al 1900 y el otro en San Juan al 2100. Ambos con un diseño muy interesante, Matías explica que tienen una metodología particular de trabajo que trajo él de su experiencia en Harvard. “Lo que hacemos primero es un modelado en 3 dimensiones, antes de dibujar los planos, y eso es una manera distinta de pensar el proyecto. No hacemos planos y luego los elevamos, sino que primero pensamos en 3 D y luego en 2 D”, explica. Esto les permite ver cómo sería vivir en esa unidad y su funcionalidad. Este final del 2023 será un nuevo hito para ellos, puesto que es la primera vez que entregan tres edificios en un mismo año.
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Foto: Marcelo Bustamante / La Capital
La proyección hacia el 2024
Con un nuevo gobierno por delante, la pregunta es cuál es la mirada que tienen hacia el próximo año. Desde el sector financiero, Marcelo da su visión: “hubo una definición respecto del presidente, pero se abren muchas interrogantes respecto de qué va a pasar. Creo que un modelo como el que se está planteando debería generar mejores condiciones para la actividad, sobre todo por el sinceramiento de muchas variables. También puede ayudar la esperanza de la gente que lo votó y eso puede hacer que el inversor se anime un poco más. Esperemos que el campo acompañe, en Rosario el campo empuja mucho. Si se quitan retenciones y tienen mejores números en la exportación, estas buenas variables podrían acompañar la actividad. Pero la gran pregunta es cuando se puede llegar a ver eso. Es probable que en el corto plazo no porque hay que acomodar muchas cosas que están desajustadas, quizás no sea en el 2024, sino en el 2025”.
Frente al contexto en Argentina, lo que han empezado a estudiar los socios de 3dF es la posibilidad de abrir más mercados dentro y fuera del país. Anticipan a Negocios que les interesa penetrar en Buenos Aires, y que ya están estudiando el mercado externo con reuniones concretas en Uruguay, España y Miami. Para el primer mercado, entienden que invertir en Punta del Este o Montevideo es un buen inicio para dar el paso no sólo por la cercanía sino también porque la renta anual de los inmuebles deja entre un 6% y un 8%, mientras que en Argentina esa cifra está entre y el 2% y el 3%. En España los seduce la Costa Azul, donde el sector está creciendo de forma sostenida, y en Miami también tuvieron encuentros de negocios, pero están estudiando el modelo porque es muy diferente al argentino, las unidades se venden totalmente terminadas.
De los edificios a imaginar nuevos terrenos
Los socios de 3dF tienen todos menos de 50 años, la empresa está en un momento de crecimiento sostenido y la idea es seguir estudiando proyectos. Entre esos, imaginan dos unidades de negocio con buen potencial. Por un lado, estudian su desembarco en Funes, donde el modelo es siempre de baja altura como los condominios, pero claro, en este caso aportando el diseño de la marca. Otro proyecto en estudio son las urbanizaciones, un negocio que ha crecido enormemente en los alrededores de Rosario.