Este año el Festival Internacional de Poesía de Rosario rendirá homenaje a Aldo Oliva (Rosario, 1927-2000), una de las figuras de la poesía argentina del siglo XX. A treinta años de la publicación del primer libro de Oliva, César en Dyrrachium, la Editorial Municipal de Rosario preparó una segunda edición de su Poesía completa, corregida y aumentada respecto de la primera de 2003, desde hacía tiempo inhallable en librerías.
El homenaje se realizará el jueves, a partir de las 18, en el Centro Cultural Roberto Fontanarrosa. Contará con las palabras de Ángel Oliva, hijo del poeta, y de Roberto García, editor y prologuista de la Poesía completa. Luego, Juan B. Ritvo leerá su conferencia "Oliva o la intimidad del ímpetu", escrita especialmente para este homenaje.
En el cierre algunos de los amigos, colegas y discípulos cercanos a Aldo Oliva ofrecerán un recital de poesía dedicado a su memoria. Participarán Carlos Eddie Saltzmann, Rafael O. Ielpi, Roberto Retamoso, Marilyn Contardi, Humberto Lobbosco, Zulema Rotili, Concepción Bertone, Claudia Caisso, Lina Capdevila, Gabby De Cicco, Osvaldo Aguirre, Virginia Ducler y Tomás Sufotinsky. Además se proyectará un video con una breve alocución del poeta y se escuchará un audio con poemas en la voz del propio Oliva.
Aldo Oliva nació en Rosario en 1927. A los 18 años se recibió de maestro y se fue a estudiar Letras a Buenos Aires, pero a los dos años regresó a Rosario, donde continuó sus estudios en la recientemente inaugurada Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad Nacional del Litoral. Publicó poemas por primera vez en la revista Pausa, que dirigía el poeta Rubén Sevlever.
Junto a Daniel Wagner, Rafael Ielpi, Carlos Saltzmann, Luis Ortolani, Aldo Beccari, Sevlever y Noemí Ulla formó parte del grupo de artistas e intelectuales que se reunían en el legendario bar Ehret, distante una cuadra de la facultad. Esta bohemia, a la que pronto se sumaron los jóvenes Juan José Saer, Jorge Conti, Juan Pablo Renzi y María Teresa Gramuglio, fue evocada por Oliva en un largo poema.
Entre 1960 y 1966 participó activamente del MaLeNa (Movimiento de Liberación Nacional), agrupación política de raigambre universitaria nucleada en torno a Ismael Viñas, Ramón Alcalde y Susana Fiorito, con base en Buenos Aires, Santa Fe y Rosario. Paralelamente integró, junto a Ielpi y Romeo Medina, el comité editor de El arremangado brazo,revista de la que salieron dos números en 1963 y 1964. Por esos años y hasta entrada la década siguiente coordinó grupos de estudio de literatura y filosofía, actividad que desarrolló indistintamente en aulas y bares de Rosario, Santa Fe y Paraná.
Preparó para la editorial de la Biblioteca Popular Constancio C. Vigil El fusilamiento de Penina, sobre el asesinato en 1930 del militante anarquista Joaquín Penina, cuya tirada fue incinerada íntegramente junto a otros libros del depósito editorial por las autoridades militares que intervinieron la Vigil tras el golpe de Estado de 1976. Ese año enviudó de su segunda mujer, madre de sus dos hijos, y obtuvo el título de profesor en letras.
En 1982 viajó a España y se estableció en Barcelona, de donde volvió a fines del año siguiente. Fue a partir de 1984 que empezó a desempeñarse como profesor titular de Literatura Argentina II y Literatura Europea II en la carrera de Letras de la Facultad de Humanidades y Artes de la Universidad Nacional de Rosario. A los 59 años publicó su primer libro, César en Dyrrachium (Subsecretaría de Cultura de la Municipalidad de Rosario, 1986), que fuera inmediatamente valorado por las nuevas generaciones de críticos y poetas argentinos. Entre 1991 y 1995 se desempeñó como director de la Escuela de Letras.
La Universidad Iberoamericana de México publicó De fascinatione en 1997, su segundo libro de poesía. En 2000 la editorial Bajo la luna nueva publicó en Buenos Aires Ese general Belgrano y otros poemas. En los últimos meses de vida escribió una nueva serie de poemas bajo el título Satura, que fue publicada póstumamente junto a un grupo de poemas dispersos en Una batalla (Aldebarán ediciones, Rosario, 2002).
Aldo Oliva murió en Rosario el 22 de octubre del 2000, a los 73 años. En 2003, la Editorial Municipal publicó su Poesía completa, con prólogo de Roberto García. Este año, la EMR preparó la segunda edición, corregida y aumentada con versiones que realizó Oliva de poemas de Baudelaire, Nerval, Filóstrato de Atenas y Catulo. Su poesía se escuchará una vez mas el jueves, a modo de homenaje.
Manuscrito
Manuscrito hallado entre los papeles de Aldo Oliva:
Nací en Rosario, como todo el mundo ignora, cuando lo morían a Arolas, sin saberlo ambos (puede haber algunos años de diferencia). Crecí como todos los animalitos de este género. A los quince años me tropecé con la cultura: no la recuerdo. Luché, a veces. Soñé con pasión, es decir, con sueños. De improviso me encontré con que era profesor en no sé qué. Desde hace un tiempo corrompo la Academia y justifico mi respiración. Amo, eso sí. Escribo poco, por filantropía y por molicie. Tengo entramada filiación con la estricta verdad de la plusvalía. Así (voz de Edmundo Rivero):
Solo espero a la huesuda
que de paso me sacuda el guadañazo
y me remolque al tablón.
Aldo F. Oliva