Los gastronómicos de Rosario se quejaron porque los cortes de luz les están haciendo perder muchos días de trabajo. Dicen que tuvieron que cerrar cuatro o cinco días de fin de semana en lo que va del año, justo los que más se factura (viernes y sábados). Advierten que si eso pasa dos veces al mes, ya los deja en coma financiero y sin rentabilidad: salen derecho o a pérdida. Y reclaman a la Empresa Provincial de la Energía (EPE) una inmediata inversión para que se regularice el servicio, que los tuvo a maltraer todo el verano.
La falta de luz en los comercios de Pichincha es algo que sucede todos los veranos, pero viene siendo un problema más grave este año desde que empezó la ola de calor. El viernes, de nuevo todos los locales sobre calle Jujuy se quedaron sin servicio, y el reclamo de los comercios a la EPE por no poder trabajar se escuchó fuerte, porque también afectó a otras arterias. A la falta de recaudación en un día con alta concurrencia, se le suman equipos de frío que se rompen, y mercadería que hay que tirar por la falta de refrigeración. Además, el personal pierde la oportunidad de llevarse propina.
Ramiro Aldaz, socio del complejo Plaza Pichincha (Alvear 43), contó que durante el último mes registraron cinco cortes prolongados: el primero fue el jueves 9 de febrero. El segundo el viernes 10. Volvió 16 horas después, por lo que a la falta de recaudación esa noche, se le sumó la pérdida total de la mercadería que estaba en heladeras y freezer. Además, afectó a una cámara de frío cuyo arreglo costó 25 mil pesos. El sábado 25 de febrero, martes 14 de marzo y el miércoles 15 de marzo hubo tres cortes más por la noche.
“Es frustrante, desgastante y cansador. Te quita las ganas de seguir haciendo cosas. Ya tiramos dos viernes a la basura por completo, que no pudimos trabajar con lo que ello representa. No hay nadie que ponga la cara o que esté pensando en un plan de compensación. A mí me va a venir la factura de la EPE y sinceramente creo que no deberíamos pagar nada, tendría que haber un resarcimiento a todos los negocios afectados”, dijo con frustración.
Las manifestaciones de bronca de los comercios llegaron incluso a las redes. “Otro servicio perdido. Esta semana, desde el lunes tuvimos que cerrar las puertas siete veces por falta de energía eléctrica. Sin responsables, sin explicaciones, sin regulación, sin respuestas. ¿Nos merecemos el destrato permanente de todos los responsables de que Rosario sea una ciudad normal?”, publicó La Churrasquería (Catamarca al 1900) en su perfil de Instagram.
“Como somos un establecimiento gastronómico, tenemos trifásica, y los motores de las cámaras de frío, extractores y acondicionadores de aire, todos fundamentales para dar nuestro servicio, dependen de que esas tres fases funcionen correctamente. Esta última semana fue un suplicio. La EPE vino siete veces a solucionar un corte, y siete veces se volvió a romper” se quejó Arturo Ricapandida, dueño del local.
Producto del problema en las tensiones y las líneas, los cortes repentinos y la reconexión repentina al suministro eléctrico, se le quemaron dos motores de aires acondicionados y tres heladeras. Además, el equipo que trabaja en salón perdió la propina, algo muy importante con lo que cuentan los trabajadores para engrosar sus sueldos básicos.
De toda esa semana de sufrimiento, a Ricapandida le quedó una imagen en la cabeza: uno de los operarios sacando bornes usados de un bidón cortado a la mitad. “Yo sé que están trabajando y están haciendo todo lo que pueden, pero no tienen las herramientas. Eran todos repuestos que no se podían usar”, consideró. Un dato que no es menor: el local paga 510 mil pesos bimestrales de EPE.
En todos lados
Lo mismo pasa en Pellegrini, el otro gran corredor gastronómico de la ciudad. “Esto lo sufrimos durante años, hemos tenido eneros de 12 o 13 cortes, pero ahora hay situaciones que se multiplican en toda la ciudad. Es producto de la ola de calor y a nuestro criterio la falta de inversión, por lo menos a la escala de acuerdo al aumento de la temperatura y la demanda por el crecimiento demográfico de los edificios. Todo ese tipo de ecuaciones son las que evidentemente no se han hecho y generan conflicto”, relató Alejandro Pastore, secretario de la Asociación Empresaria Hotelero Gastronómica de Rosario.
Hoy el foco más grande del problema está en Pellegrini al 1500, en la vereda norte. Los cortes afectan a La Estancia, el Gran Chopp, Tasty Pizza, Bohemian y Florian. “Alguno la zafa poniendo generador, pero los viene destrozando porque te agarra un fin de semana que es el único día donde se hace una recaudación que te permite solventar la estructura de costos, y ese mes te mata”, contó Pastore.
En esa cuadra, en un lote grande había un baldío y ahora hay un edificio de gama alta, que probablemente tenga un consumo eléctrico significativo. “Esa situación hace que se sobrecargue el tendido en baja de la zona, y provoca los inconvenientes que estamos viendo. Tuvimos una reunión con la EPE hace unos meses en la que le planteamos esta situación puntual. Desconocemos técnicamente si inviertieron lo que tenían que invertir o no, pero la demostración cabal es que el servicio no está a la altura de la demanda de esa cuadra”, detalló el referente.
El problema excede a los gastronómicos. Hay vecinos de la zona que también la pasaron muy mal. Se trata de gente en algunos casos mayor que tuvo que vivir sin luz, ascensores ni agua durante varios días. Pero sin dudas el perjuicio al comercio es muy grave, porque afecta emprendimientos que generan movimiento económico y dan trabajo a miles de personas.