Bajo la premisa básica que el acceso a la información pública es un derecho, el colectivo Paren de Fumigarnos Roldán solicitó en dos oportunidades las fórmulas químicas que se están usando en las fumigaciones dentro del ejido rural local. Finalmente logró el objetivo y además consiguió que el Ejecutivo publique esa documentación en su página web.
“La Municipalidad de Roldán finalmente nos hizo entrega de las recetas agronómicas de 2019/20/21 en las que figuran los agrotóxicos y las cantidades que se aplican de cada uno en cada fumigación. Estos documentos son, por ley, de acceso público. Hasta hoy, era muy dificultoso poder acceder a ellos”, comentaron a La Capital los integrantes del colectivo.
En esa línea, remarcaron que “además nos anoticiamos que toda la población roldanense podrá saber a qué productos estamos expuestos ingresando a la página de la municipalidad, donde también estarán publicadas las recetas. Esto es fruto de la lucha colectiva y que seguiremos dando hasta alejar completamente los agrotóxicos de nuestras casas, porque tenemos derecho a vivir en un ambiente sano y saludable”.
Al respecto remarcaron que "no solo la comunidad local está expuesta a los peligros de las fumigaciones, sino todos los rosarinos que asisten los fines de semana o veranos completos por motivos de esparcimiento".
“Vamos a analizar los datos de estas recetas y veremos los pasos a seguir con la abogada que nos acompaña”, precisaron. Asimismo, adelantaron que “varias mujeres que integran el colectivo detectaron cierta problemática con los ciclos menstruales que podrían estar asociadas a los agroquímicos que se utilizan”.
En ese sentido recordaron que “hay más de diez mil estudios que comprueban las patologías donde se habla de las consecuencias del glifosato, como pérdidas de embarazos, infertilidad y alteraciones genéticas, entre otros”.
Los miembros de Paren de Fumigarnos agregaron que hay otra manera de producir “posible y necesaria y para ello llevamos adelante ferias con productores agroecológicos locales” e insistieron con que seguirán avanzando “en ese camino; el de la producción sin venenos hacia una convivencia dónde las familias, el medioambiente y el suelo estén en consonancia con la vida y la salud”.
Cada vez se fumiga más cerca
Más allá de este logro sobre la publicación de las recetas, los integrantes de Roldán siguen trabajando en otros objetivos provinciales de Paren de Fumigarnos. Participan de la campaña de recolección para que la Legislatura santafesina “trate de una buena vez el proyecto para modificar la vieja ley, mal llamada de fitosanitarios, N° 11273/95”.
“Los interesados en sumarse por 1.500 metros libres de agrotóxicos alrededor de nuestros pueblos y escuelas y por la prohibición de las fumigaciones aéreas en la provincia, pueden hacerlo ingresando a https://tinyurl.com/nuevaleydeagrotoxicos”, destacan en sus redes sociales.
La ley provincial 11.273/95 dispone de una distancia de 500 metros como zona de exclusión y “protección” ante las fumigaciones, pero le otorga la decisión final a los distintos municipios y comunas para que puedan adecuar la misma a su requerimiento.
Los miembros de Paren de Fumigarnos Roldán recordaron que "en el 2006 el Concejo Municipal consultó a la facultad de bioquímica de la Universidad Nacional de Rosario (UNR) si era adecuada una distancia de 500 metros desde la fumigaciones a la población. La respuesta fue que sí pero que recomendaban una distancia de mil metros".
Esta sugerencia también incluía a los depósitos de químicos dentro del ejido urbano debido a su volatilización. “Cuando sopla viento los residuos que se encuentran en el ambiente pueden llegar a las viviendas limítrofes con facilidad”, sostenía el informe del Laboratorio de Toxicología Experimental (LATOEX) dependiente de la Facultad de Ciencias Bioquímicas y Farmacéuticas de la UNR.
A pesar de las recomendaciones, en el 2012 el cuerpo deliberativo aprobó una ordenanza en la que fijó sólo los 100 metros actuales de “resguardo” para realizar las aplicaciones con agroquímicos. La inquietud de varios vecinos y vecinas, incluso vecinales, preocupados por esta problemática, llevó a que en el 2017 se constituya el colectivo Paren de Fumigarnos Roldán.
Ese mismo año, el Inta propuso una mesa de diálogo de la que participó el colectivo junto con miembros de vecinales, productores, ingenieros agrónomos, secretarios municipales y concejales. En 2020 surge una subcomisión de la mesa con el fin de darle vida a una ordenanza de agroecología a la que se sumaron la mayoría de los actores sociales mencionados.
El año pasado, Paren de Fumigarnos presentó ante los miembros de la misma, varios informes acerca de la toxicidad de lo aplicado y solicitó sumar a los encuentros personal de salud, pero no obtuvo respuestas. El colectivo tampoco estaba de acuerdo con la prohibición de poder informar lo que se charlaba en las reuniones, incluso con las propias bases. Por todas estas cuestiones, decidió abandonar la mesa a fines de 2020.