Si bien transcurrió en una hora y media de buen tono e intercambio, el encuentro entre los titulares de taxis y remises y los concejales que integran la comisión de Servicios Públicos aún está lejos de definir una eventual suba de la tarifa. Los dueños de licencias llevaron al Palacio Vasallo un estudio de costos que marca un atraso del 124 por ciento y pidieron una actualización del 70 por ciento, 40 por ciento ahora y otro 30 en septiembre.
Los taxistas reconocieron que no están siquiera garantizando las 16 horas de servicio pactadas con el Ejecutivo municipal y, más allá de insistir en el argumento de factores de costos y falta de choferes, sobre todo para cubrir el turno noche, la mayoría de los concejales coincidió en que antes de hablar de aumento hay que hablar de un piso de calidad de servicio y de unidades en la calle.
Del encuentro que llevaron adelante durante la mañana de este lunes participaron los ediles y los representantes de las dos cámaras de titulares de taxis, ATTI y Catiltar, así como también de las mujeres taxistas y de la Cámara de Remises, que llevaron sus propias cuentas.
La presidenta de la comisión, Verónica Irizar, recordó que el estudios de costos del Ente de la Movilidad con fecha de enero arrojó un desfasaje del 56 por ciento en la bajada de bandera y del 64 por ciento en el precio de la ficha cada 100 metros, y si bien reconoció que el contexto inflacionario podrá arrojar en marzo resultados más cercanos a los números que exhibieron los dueños de taxis, indicó que un primer paso será esperar esos datos antes de tomar cualquier decisión.
"Ciertamente el desfasaje se puede haber incrementado con los últimos aumentos de combustible, pero primero hay que trabajar sobre un número cierto", indicó la concejala socialista, que además dejó en claro que "en el medio se mezclan los problemas que todavía tenemos con el servicio, la falta de unidades en horarios pico y el incumplimiento de los cronogramas establecidos".
Multiplicidad de factores
Las claves del planteo de los taxistas pasa por el grave problema que enfrentan para conseguir personal para cubrir sobre todo los turnos nocturnos y la exigencia de que se mantengan los corredores seguros que debe garantizar el Ministerio de Seguridad provincial (atados ambos puntos a la problemática de la inseguridad), pero sobre todo la bajísima rentabilidad y el desfasaje de costos que, de acuerdo a sus propias mediciones, está por encima del 120 por ciento.
"Con ese escenario admitieron públicamente que las unidades están trabajando solo un turno y que si bien hoy los taxis deberían cubrir las 24 horas, y hay un pacto de que cada coche debe estar 16 horas en la calle, admiten que la mayoría trabaja apenas 8 horas o algo más con el propio patrón o con un solo peón. El principal argumento es la falta de rentabilidad y por eso piden un piso primario de aumento del 40 por ciento", sintetizó el edil de Juntos por el Cambio Carlos Cardozo, quien no dejó de lado el conflicto que atraviesa actualmente el Sindicato de Peones, cuya conducción "es desconocida" por los titulares.
A ese escenario sumaron otros argumentos: la transformación de los taxis en un servicio esencial ante las falencias del transporte urbano, la caída de los servicios de transportes escolares, cuya demanda también se trasladó a los taxis, y la vigencia de la ordenanza alcohol cero, "que hace que actualmente el taxi tenga una demanda inédita en la ciudad", indicó el edil.
Cardozo coincidió con Irizar en señalar que nada puede definirse sin tener el estudio de costos oficial con fecha de marzo que enviará el Ente de la Movilidad, pero además agregó: "No podemos discutir un aumento si no hablamos de una mejora de las horas de servicio en la calle, de la cantidad de unidades, para que de a poco se vayan sumando de 100 o a 200 y esperar, además, los resultados de la convocatoria para nuevas chapas de taxis y remises, que cierra en estos días y que viene más lento de lo que se dice porque el mercado automotor está muy complicado".
La voz oficial
El edil de Creo Ciro Seisas, la cara del intendente Pablo Javkin en el Concejo, dejó en claro que "para hablar del aumento también hay que hablar de las prestaciones, porque el servicio tiene que funcionar y se tienen que cumplir los cronogramas. Con unidades funcionando por debajo de las 16 horas, nada se puede hablar", remarcó.
Sobre la dificultad para la contratación de peones, Seisas recordó que "hay un espacio específico en la Dirección de Empleo", aunque los titulares de taxis argumentaron que ninguno de los postulantes quiere hacer horario nocturno. A raíz de esto, el edil anticipó que pedirá el detalle a la repartición de las condiciones de los aspirantes.
Además, puso bajo la lupa la cifra arrojada por Catiltar de que son mil las unidades que están fuera de servicio.
"En números oficiales del Ente de la Movilidad, hay 200 chapas que están en caución y otras 200 caducadas", afirmó Seisas, que si bien reconoció que puede haber factores administrativos, rotura de autos y demás situaciones que dejen a las unidades fuera de la calle, consideró que el número estaría "algo inflado".
Por último, la concejala del bloque Todos Hacemos Rosario, Silvana Teisa, reconoció la necesidad del aumento de la tarifa y señaló que "de eso depende en gran medida que el titular pueda mantener la unidad en la calle, que el peón reciba el aumento que corresponda y sin perder de vista que los usuarios son actualmente en su mayoría personas que usan el taxi ante las deficiencias del transporte urbano de pasajeros".
También reconoció el incumplimiento de las 16 horas de servicio, pero allí apuntó al municipio, que "es quien debe controlar y no lo estaría haciendo como corresponde y como establece la ordenanza"; y consideró que "el problema de base es el de un transporte que no funciona y no responde a la demanda que se traslada al taxi".
Así y todo, indicó que "esta es la primera reunión de un tramo largo de diálogo para definir que posición tomamos ante el reclamo de aumento".