Con el robo de un ventilador, una bomba de agua y un grabador, la escuela 1.226 de barrio Cristalería sufrió el cuarto episodio de este tipo en lo que va del año. En los tres robos anteriores les desvalijaron la sala de informática. Esta mañana la directora de la escuela era recibida por autoridades de la delegación local del Ministerio de Educación.
En contacto con "Todos en La Ocho", la delegada gremial de los docentes, Laura Castro, contó que tras la denuncia correspondiente, la policía "vinieron y vieron lo que se rompió, pero después como medida de seguridad se hizo cargo la dirección de la escuela, poniendo sensores después del primer robo en una parte del patio que no tenía alarma o sellaron puertas para que no puedan ingresar".
"Las medidas las hicieron los directivos con plata de la cooperadora", resaltó la docente, quien admitió que tras el primer robo los ladrones "buscaron entrar por donde quedaba algún lugarcito para poder entrar, así que en realidad no fue efectivo lo que pudimos hacer".
"No nos sentimos más protegidos, estamos buscando la forma de seguir poniendo sensores y otras cosas, pero con nuestro esfuerzo", resaltó la docente. Dijo además que en el barrio tampoco se advierte mayor presencia policial tras los cuatro robos que sufrió el establecimiento de Razzori 3518.