Reclusos alojados en la Unidad Penitenciaria Nº 3 de Rosario anunciaron esta mañana que iniciaron una huelga de hambre y un paro de actividades laborales en protesta por lo que consideran "falta de medidas de cuidado" para prevenir el contagio del coronavirus dentro del penal. Además, se dirigieron a los jueces de Ejecución Penal, los magistrados que controlan el cumplimiento de las penas, para pedirles una serie de medidas.
Aunque no se conoce con certeza el grado de representatividad de los reclusos que hicieron el planteo, este diario tuvo acceso a la nota que los reclusos le enviaron a los jueces de Ejecución Penal para plantear sus reclamos.
Allí piden, entre otras cosas, que los reclusos que venían gozando del beneficio de salidas transitorias puedan seguir bajo el régimen de prisión domiciliaria, y que quienes están cerca de cumplir con su condena puedan acceder a medidas alternativas al encierro.
También piden que las autoridades aseguren la integridad física de personas de avanzada edad y pacientes de riesgo que están alojadas en la cárcel, y que se distribuya entre los reclusos "una cantidad adecuada" de elementos de seguridad sanitarios. Entre ellos incluyen barbijos y guantes.
"Fundamenta este pedido la grave situación de vulnerabilidad en la que nos encontramos debido a las condiciones del encierro", escribieron en la nota que elevaron a los magistrados, y afirmaron que esas condiciones se agravan en el marco de la pandemia del coronavirus.
"Esto nos genera muchas incertidumbres, que en la mayoría de los casos se traducen en angustias, que se ven amplificadas por la privación de libertad", dijeron.
Los reclusos de la cárcel rosarina pidieron que sus delegados puedan reunirse con los jueces para hacer sus planteos, y también propusieron la apertura de una mesa de diálogo con otras autoridades institucionales para tratar estos temas.
Esta mañana, el secretario de Servicios Penitenciarios Walter Gálvez admitió que hay huelgas de hambre en un pabellón de Coronda y uno o dos de Piñero, pero no mencionó a la cárcel de Rosario.
Gálvez dijo que hay "una estructura comunicante" entre todos los penales del país y que estas medidas en cárceles santafesinas son secuela del motín que sucedió el viernes y sábado en el penal de Devoto, en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. "Por eso esperábamos que hubiese algún rebote en Las Flores, Coronda o Piñero", admitió en el programa "Todos en la 8", por LT8.
El funcionario dijo que no hay casos de coronavirus en las prisiones santafesinas, y que un caso sospechoso en Santa Fe ya fue descartado. De todos modos, dijo, el Servicio Penitenciario está en alerta para resolver los problemas que pudieran presentarse en ese sentido.