Un grupo de hombres de trabajo se reunió el 21 de enero de 1931 para fundar una de las instituciones deportiva y culturales más importante de la ciudad. Se llamó Club Náutico Avellaneda. Al año siguiente, tras fusionarse con otro club del barrio, el Sportivo Refinería Argentina, y recibir el permiso municipal “de baño” en el río Paraná, el Club Náutico Sportivo Avellaneda comenzó a escribir su historia grande. Hoy, con 9.200 socios y participando de cuatro campeonatos nacionales de diferentes deportes, Náutico Avellaneda festeja sus 90 años de vida, y lo celebrará con alegría por el trabajo realizado y cuidados para la salud.
La de Pablo Creolani es una de tantas historia de vida que demuestran cómo los clubes de barrio se han hecho carne entre quienes los habitan. Nacido en Arroyito, empezó a ir al club a los 7 años y los 54 lo encuentran en el lugar de gran responsabilidad. Vicepresidente en ejercicio, en reemplazo de José Luis Bollini, habla de “pertenencia” y de “segunda casa”. Jugó al básquet y más tarde se hizo cargo de la subcomisión. “Uno no se da cuenta, pero en el correlato de la vida te vas comprometiendo cada vez más por el sentimiento a una institución que terminás amando”, narra un hombre cuya emoción es tan grande como su tamaño físico. Y agrega: “Soy de los que tenemos más horas en el club que en nuestra propia casa”.
Creolani tiene un enorme respeto por las instituciones semejantes y medita cuando se le pregunta qué diferencia a Náutico Avellaneda de los otros clubes. “Náutico tuvo la posibilidad de expandirse, de estar ligado al río y tener como su eje principal la natación”. Pero va más allá y antepone el estatuto: “Es un club familiar y hace muchos años contempla la continuidad familiar”. Para ello, cada socio es considerado en relación a su grupo familiar, cuyos integrantes participan de la vida del club en forma gratuita, hasta los 27 años. “Me pasa a mí con mi hijo que hoy tiene 30 años, y seguirá el legado familiar con su mujer y su hijo. La idea es seguir conservando al socio primario y a su familia”.
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Antes y después de la construcción del espigón y embarcadero al río Paraná.
Gentileza: Club Sportivo Náutico Avellaneda
Deporte y futuro
Son muchos los deportes populares en el club aunque algunos llevan la delantera debido a la proyección de sus deportistas y a la decisión institucional de crecer en competencias de mayor nivel. Participa en las ligas locales y provinciales, con equipos con chicos del club y, según la necesidad de la competencia, con "extranjeros".
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El presidente en ejercicio de Náutico, Pablo Creolani, esta mañana en el club de calle Tuella.
Diario La Capital / Celina Lovera Mutti
Este año, por primera vez y por invitación, competirá en la Liga Nacional de Vóley y en el Torneo Federal de Básquet. Y ya lo viene haciendo en los torneos nacionales de futsal y de canotaje. "Con todo lo que eso conlleva: el costo, la idiosincrasia, el volumen, la logística. Cada competencia tiene su exigencia y cuanto más alta sea, tiene más exigencias", reflexiona el vice.
Además, en el último tiempo, el club ha ido incorporando otras actividades culturales, como tango, teatro o ritmos, "que no son netamente deportivas pero sí muy valiosas para su vida social".
Según Creolani, Náutico Sportivo Avellaneda tiene un gran desafío por delante: "Hoy el club tiene unos 500 niños y niñas de menos de seis años que no hacen ninguna disciplina deportiva. Ese es nuestro gran desafío a corto plazo. Somos una entidad formadora de personas y el club nos está exigiendo pensar cómo vamos a incorporar a esos chicos a la vida deportiva, social y cultural del club".
Para conocer mucho más acerca de la historia del club Náutico Sportivo Avellaneda se puede visitar su página web y el link reservado a su devenir, firmado por un histórico dirigente del club, Jorge Omar Leguizamón, presidente en el período 1995 a 2006.
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El ingreso a un club que ha hecho de su vida social un lugar para las familias rosarinas.
Diario La Capital / Celina Lovera Mutti
Festejo en dos días y grupos
La conmemoración de “Los 90 de Nauti” se realizará en dos etapas para cumplir con los cuidados exigidos por la emergencia sanitaria. El sábado será la oportunidad de los habilitados como socios del Grupo 1 y el domingo para los del Grupo 2.
Ambos días desde las 16.00 a las 21.30 se llevarán a cabo juegos y sorteos con música en vivo y donde no faltarán las sorpresas. Todas las actividades serán “respetando en todo momento las burbujas y espacios delimitados de distanciamiento social y preventivo, el uso de barbijo y la higiene de manos”, reza la gacetilla de invitación.