Mientras en el Concejo volvieron a solicitar informes por las demoras de las obras que deben realizar los emprendedores privados en la zona de Puerto Norte (la más emblemática es la continuación de la doble traza de la avenida de la Costa hasta Oroño), ya se comienza a ver una nueva fisonomía en el sector. Las vías que culminan en el bulevar Oroño están prácticamente corridas, el alambrado ya demarca el nuevo límite de la avenida y se espera que a fin de este mes esas tareas estén culminadas.
Con las vías ya desplazadas, será entonces el desarrollador de las torres Maui quien deberá ampliar la doble traza de la avenida de la costa desde Madres de Plaza 25 de Mayo hasta Oroño. El corrimiento de las vías, una obra que durante años demoró el gobierno nacional, finalmente fue solventado con fondos municipales para evitar más dilaciones.
Pero mientras avanza el corrimiento de las vías, las demoras en realizar las obras que los desarrolladores inmobiliarios deben plasmar en la zona como compensación por la explotación de esos terrenos sigue generando inquietudes en el Concejo.
Sin medias tintas, el presidente del cuerpo legislativo local, Alejandro Roselló, plateó ayer que "el Ejecutivo local debe exigirle a las empresas que hagan los trabajos que tendrían que haber estado terminados hace muchísimos años".
En efecto, los emprendimientos privados que suscribieron convenios urbanísticos con el municipio deberán desembolsar unos 208 millones de pesos este año, según el presupuesto 2018 aprobado a fines de diciembre por el Concejo.
Entre las obras que tienen que ejecutar figuran pavimentación, remodelación de espacios públicos y apertura o modificación de trazas.
A diferencia de los ejercicios anteriores, el municipio no desagregó por proyecto los montos a desembolsar por cada uno de los emprendimientos privados, pero el Presupuesto sí expuso nuevamente el reiterado retraso que tienen muchas de estas obras en espacios públicos. Las mismas fueron establecidas como compensación para la ciudadanía a cambio de beneficios otorgados por el Estado local a esos proyectos.
Desde el Concejo Municipal, la oposición reiteradamente solicitó información sobre intimaciones, sanciones y multas impuestas por los retrasos en la concreción de las obras, pero hasta el momento poca o ninguna información fue enviada.
Rosselló insistió ayer en que que "la Municipalidad debe exigir, porque tiene las herramientas legales, que las empresas beneficiadas por los convenios urbanísticos cumplan con la obligación que se les estableció en los acuerdos público-privados". Esos convenios permitieron, por ejemplo, modificaciones en los indicadores de altura para construir en la zona, lo que generó mayor rentabilidad económica.
En deuda
Los proyectos ubicados en la zona de Puerto Norte encabezan la lista de trabajos atrasados a realizar: ejecución de calles, espacios públicos e infraestructura. Algunas de estas obras llevan cinco o más años de retraso. Se prevé que para fines de este mes o comienzos de febrero, con el corrimiento de las vías del ferrocarril, comience la construcción de la segunda mano de la avenida de la Costa. Por lo pronto, las vías ya fueron retiradas y se estableció un nuevo alambrado con la nueva limitación para la zona ferroviaria.
También debería retomarse en breve la transformación del parque de la Arenera, que en algunas zonas está en un claro estado de abandono, dado que en un par de meses está prevista la finalización del Conducto Pluvial Vera Mujica (una gran obra que se espera pondrá punto final a los anegamientos en el barrio Agote, en la zona de la Terminal de Omnibus). La empresa que realiza esos trabajos tiene un obrador instalado sobre la barranca, a la altura de avenida Francia.
Igualmente figuran pendientes las reformas de las trazas de las avenidas Sorrento, actualmente un verdadero caos de tránsito a la altura del puente de Circunvalación; y Milicianos Rosarinos, en la zona noroeste de la ciudad, cerca de Palos Verdes.
"El Ejecutivo debe exigirles a las empresas que hagan los trabajos que deberían haber hecho hace años"