Un micro de larga distancia que iba de Rosario a Córdoba fue apedreado este lunes por la tarde y provocó que estallaran los vidrios de una ventanilla. De milagro nadie resultó herido.
"Si el piedrazo me pega en la cabeza me la destroza", relató la pasajera que iba en el asiento donde estallaron los vidrios.
Un micro de larga distancia que iba de Rosario a Córdoba fue apedreado este lunes por la tarde y provocó que estallaran los vidrios de una ventanilla. De milagro nadie resultó herido.
El hecho ocurrió este lunes por la tarde en la autopista a Córdoba, a la salida de Rosario, cuando un micro de larga distancia de la empresa Sierras de Córdoba fue atacado a piedrazos por desconocidos. Como consecuencia del mismo, estalló la ventanilla del lado derecho, junto al asiento en el que viajaba una joven que se dirigía a dar clases en Cañada de Gómez.
Tras el impacto y el ruido que causó el estallido de los vidrios, los choferes del micro siguieron viaje hasta el destacamento de Gendarmería de la ciudad de Funes.
"Estaba sentada con los auriculares escuchando música. De pronto sentí el impacto y los vidrios que se me vinieron encima", contó la pasajera que viajaba en el asiento en el que estallaron los vidrios de la ventanilla.
"No me pasó nada pero, si esa misma piedra me pega en la cabeza, me la destroza", sentenció, y recalcó: "A mí no me pasó nada, salvo por el hecho de que estoy llena de astillas".
La joven, que era la primera vez que viajaba a Cañada de Gómez para dar clases en la universidad, señaló que "no se puede transitar más así. Ahora voy a pensar qué hago, porque vas a trabajar pero no sabes si vas a recibir un piedrazo en la cabeza y terminar internada o de otra manera".
"Si la piedra pasa un centímetro más cerca me tocaba la cara, me destrozaba la cabeza", contó en medio de la angustia, antes de emprender el retorno a Rosario, puesto que decidió no viajar.
"Sentí el impacto. Los vidrios llegaron hasta donde estaba yo. No paró porque si paraba no sé qué pasaba", señaló otra mujer que formaba parte del pasaje y que viajaba de Rosario a Armstrong.
Por su parte, uno de los choferes del micro relató en diálogo con El Tres TV que tiraron una piedra en el costado del micro y que "por suerte no le pasó nada a nadie". También dijo que le ofrecieron una ambulancia a la joven que iba sentada donde estallaron los vidrios pero que no quiso. "Tuvo una crisis nerviosa, se quería volver a su casa", contó el hombre, que admitió que finalmente se había vuelto a Rosario.
Tras esperar la llegada de otro micro, el pasaje siguió con destino a Córdoba. "Esto pasa en Rosario, pasa en Córdoba, pasa en muchos lugares", sentenció el chofer, resignado por la situación.