La Justicia Federal de Lomas de Zamora investiga si algunos de los integrantes de la banda de "abrevalijas" que operaba en el Aeropuerto Internacional de Ezeiza desde hace más de un año y fue desarticulada ésta semana, forman parte de la barra brava de Banfield.
Así lo confirmaron fuentes judiciales a NA, tras los 21 allanamientos realizados el pasado miércoles en diferentes localidades del Conurbano bonaerense donde tras detener a 10 personas, encontraron 16 kilos de cocaína en un departamento, además de miles de pesos y dólares y una gran cantidad de objetos electrónicos y joyas que fueron robados de valijas.
Según las fuentes, se sospecha que la droga, que fue encontrada en la casa de un empleado de Aerolíneas Argentinas, y que en Europa está valuada en un millón de dólares, fue robada de una valija de una presunta mula que salía del país.
"La hipótesis más firme es que se toparon con la droga abriendo valijas. No supieron qué hacer. La dejaron oculta y sin mover un buen tiempo y ahora la habían empezado a vender", contó una fuente con acceso al expediente.
Entre los diez detenidos, dos son empleados de Aerolíneas Argentinas y se desempeñaban en el área de mantenimiento, uno es mecánico y el otro chofer.
En tanto, las otras personas detenidas trabajaban en la empresa Intercargo y en la Aduana y utilizaban una camioneta de una firma contratada por la primera compañía para movilizar la mercadería.
Los investigadores trabajaban la línea que los empleados de Intercargo son los que pertenecerían a la hinchada del club Banfield.
La causa que investiga la asociación ilícita está a cargo del juez federal de Lomas de Zamora, Federico Villena, quien indagó a los detenidos, pero todos, excepto uno, se negaron a declarar.
Según las fuentes, el único imputado no contestó preguntas del juez y dijo que es ajeno al hecho que se investiga.
El pasado miércoles, los efectivos de la Policía de Seguridad Aeroportuaria que realizaron los allanamientos para desarticular a la banda, encontraron los 16 kilos de cocaína de máxima pureza con el sello de un delfín, en el domicilio de uno de los detenidos, empleado de Aerolíneas, en la localidad bonaerense de Monte Grande.
La cocaína estaba escondida entre tarimas de madera y en los paquetes tenía el sello del delfín, que es la marca que se utiliza para identificar su procedencia.
Los investigadores tratarán de establecer el origen de la droga, pero una de las hipótesis era que fue robada desde una valija que iba a ser llevada a Europa.
El presunto líder de la banda, que se sospecha es el chofer de Aerolíneas, estaba encargado de la logística, y el dueño de la casa en la que se encontró la droga, y según los investigadores, "no tiene perfil de narcotraficante".