Un ciudadano cordobés, cinturón negro de judo, se defendió de un asalto a los golpes, le fracturó los dos brazos a uno de los asaltantes y logró poner en fuga a otros dos, en un hecho ocurrido en la avenida de Circunvalación de Córdoba.
Un ciudadano cordobés, cinturón negro de judo, se defendió de un asalto a los golpes, le fracturó los dos brazos a uno de los asaltantes y logró poner en fuga a otros dos, en un hecho ocurrido en la avenida de Circunvalación de Córdoba.
El insólito episodio ocurrió en la mencionada arteria a la altura del barrio San Jorge (en el nordeste de la ciudad) cuando un conductor, llamado Carlos, se quedó sin combustible a bordo de su camioneta ya entrada la noche.
Carlos llamó mediante el celular a su esposa en busca de auxilio y mientras aguardaba que ella llegara con un bidón de nafta para abastecer el tanque, tres sujetos se le fueron aproximando con ánimo de robarle, en una más de las tantas emboscadas que se producen en la avenida.
En Circunvalación de Córdoba son frecuentes los robos a personas que se detienen por problemas que sufren con sus vehículos, o bien cuando paran a cambiar ruedas o bien cuando frenan tras recibir pedradas que ladrones les lanzan contra los parabrisas.
Cuando vio a los tres jóvenes, el conductor intentó primero entrar al vehículo para manotear un bastón que unos policías le habían regalado tiempo atrás por brindarles clases de artes marciales.
No alcanzó porque ya los tenía encima. "Llévensela, pero no tiene nafta. No van a llegar lejos", les respondió Carlos a los asaltantes luego de que éstos le dijeran: "Perdiste, pa. Entregá todo".
Carlos se encogió de hombros cuando vio que los delincuentes, que no le mostraban ningún arma, se ponían más violentos aún al interpretar que estaba fingiendo, que su actuación era una treta.
"Llévense todo si quieren. Pero no tiene nafta!", repitió. Bastaron pocos segundos para que uno de los jóvenes, con pocas pulgas, se le abalanzara para sujetarlo, reducirlo y quitarle lo que se pueda. Fue entonces cuando Carlos, con rápidos movimientos, aplicó una toma de judo y le fracturó ambos brazos.
Los otros dos ladrones reaccionaron y fueron a trompearlo, pero bastaron algunos golpes de manos y patadas de Carlos para que desistieran y se pusieran a la fuga.
El caso hizo recordar a otro hecho ocurrido en Córdoba este año, cuando un hombre se defendió de un asalto con una katana (espada samurái) e hirió a los ladrones.
Según denunciaron los vecinos de la zona, los asaltos a automovilistas son muy comunes en la avenida Circunvalación.