Una sola dosis de la vacuna de Pfizer-BioNTech tiene una efectividad del 70% en comparación con el 95% que se logra con las dos dosis. Después de aprobar la vacuna de Oxford-AstraZeneca, los reguladores británicos dijeron que tenía una efectividad de cerca del 70% en las 12 semanas posteriores a la primera dosis.
Ante unos suministros de vacunas limitados a nivel mundial, estos hallazgos plantean una duda clave para los gobiernos y los profesionales de la salud: ¿tiene más sentido vacunar a menos personas con ambas dosis para una máxima protección o es mejor distribuir las vacunas e inocular más ampliamente, pero con una menor efectividad de inmunización? Se ha sugerido que los gobiernos deberían tratar de dar una sola dosis a la mayor cantidad posible de personas, en lugar de utilizar la mitad de las vacunas actualmente disponibles en segundas dosis.
Chris Gill, especialista en enfermedades infecciosas de la Universidad de Boston, dijo que Moderna "no tuvo reparos en demostrar que una sola dosis era eficaz".
Así las cosas, los gobiernos deberían distribuir tantas dosis únicas como sea posible lo antes posible, según argumentó Gill, quien señaló que “Podríamos salvar muchas vidas. Podemos administrar dos dosis, pero mientras tanto, un grupo de personas que podrían haber recibido la vacuna va a morir. ¿No es este un ejemplo en el que, nuevamente, lo perfecto es enemigo de lo bueno?".
En Reino Unido, la nueva variante del coronavirus, mucho más contagiosa, está acelerando la transmisión del virus. El ex primer ministro Tony Blair escribió un artículo de opinión en el diario The Independent el 22 de diciembre defendiendo esta postura y apuntando a que el gobierno británico debería usar “todas las dosis disponibles en enero como primeras dosis, es decir, no reservar la mitad para las segundas dosis” con la expectativa de que "incluso la primera dosis proporcionará una inmunidad sustancial".
Pero, por el otro lado, están quienes advierten que es necesario realizar más investigaciones y que, hasta entonces, tiene más sentido administrar las vacunas en dos dosis separadas, según lo planteado inicialmente. "Si la segunda dosis de la vacuna fuera superflua y supiéramos que no extendía la duración de la protección, el principio sería proteger a la mayor cantidad de personas y salvar tantas vidas como sea posible", aseguró Barry Bloom, epidemiólogo de la Universidad de Harvard.
Científicos de Pfizer advirtieron, en un comunicado el 31 de diciembre, que no hay que confiarse en que una sola dosis ofrece la suficiente protección a largo plazo. Señalaron que, "no hay datos" que muestren que la protección después de la primera dosis se mantiene después de 21 días. Administrar una segunda dosis es importante porque aumenta las posibilidades de que la vida vuelva a la normalidad, al brindar a las personas inmunidad duradera, dijo Jean-Daniel Lelièvre, jefe del departamento de inmunidad y enfermedades infecciosas del Hospital Henri-Mondor de Créteil, en Francia. "El propósito de una segunda dosis es hacer que la inmunidad perdure y, tal como están las cosas, no hay evidencia que indique que una sola dosis otorga el mismo nivel de protección", dijo al diario francés Le Monde.
El gobierno francés continuará administrando las dos dosis, según lo recomendado, aseguró el ministro de Salud, Olivier Véran. Francia seguirá las pautas de los fabricantes de la vacuna Pfizer-BioNTech, inmunización que fue aprobada el 24 de diciembre y cuyo proceso de inoculación comenzó tres días después en el país galo. Ayer, en tanto, la vacuna de Moderna se comenzó a distribuir y aplicar en los 27 países de la Unión Europea.
¿Combinar vacunas?
El gobierno británico cambió sus pautas de vacunas el 30 de diciembre para permitir que la segunda dosis de Pfizer y Oxford-AstraZeneca se administre hasta 12 semanas después de la primera, en lugar de tres semanas como se había pensado originalmente.
El gobierno de Reino Unido informó que, en raras ocasiones, las personas podrían recibir una combinación de dos vacunas Covid-19, a pesar de la falta de evidencia sobre el grado de inmunidad que ofrecen las dosis mixtas.
Ambas vacunas deben administrarse en dos inyecciones, con varias semanas de diferencia, aunque estas no fueron diseñadas para mezclarse. Sin embargo, las autoridades sanitarias británicas dijeron que si "la misma vacuna no está disponible, o si se desconoce el primer producto recibido, es razonable ofrecer una dosis del producto disponible localmente para completar el proceso".
Mary Ramsay, jefa de inmunizaciones del Public Health England, dijo que esto solo podría ocurrir de manera muy excepcional y que el gobierno no recomendaba la mezcla de vacunas.
"Se debe hacer todo lo posible para administrar la misma vacuna, pero cuando esto no sea posible, es mejor administrar una segunda dosis de otra vacuna que no administrarla", dijo Ramsay a la agencia de noticias Reuters.
Algunos advierten que las nuevas directrices de Reino Unido se dan en un momento de desesperación ante el aumento de contagios y tras conocerse sobre la nueva cepa del coronavirus. "No hay datos sobre esta idea en absoluto", dijo al diario The New York Times, John Moore, experto en vacunas de la Universidad de Cornell. Los funcionarios de salud británicos "parecen haber abandonado la ciencia por completo ahora y solo están tratando de adivinar cómo salir del lío", sentenció Moore.
El caso de Argentina
En este contexto internacional de emergencia, el Gobierno nacional de Argentina también analiza aplicar solo la primera dosis, pero de la vacuna rusa 19 Sputnik V. Lo anticipó este lunes la secretaria de Acceso a la Salud, Carla Vizzotti. Aseguró que el gobierno evalúa aplicar una sola dosis de la vacuna rusa para acelerar el proceso de inmunización de la población. De esa forma, señaló la funcionaria, podrían tener a 20 millones de personas inoculadas en marzo en lugar de solo 10 millones. Pero el planteo recibió críticas, dado que las dos dosis de la Sputnik V contienen componentes inmunizantes diferentes.
Además, no se sabe si luego de algunas semanas no decae la inmunización de la primera dosis. Según el "paper" oficial de la vacuna rusa publicado en septiembre en la revista científica The Lancet, la primera dosis por sí sola da una inmunidad más baja a largo plazo que la que tienen los pacientes recuperados de Covid-19, la que decae luego de las primeras semanas. (Texto completo de The Lancet en inglés: https://www.thelancet.com/journals/lancet/article/PIIS0140-6736(20)31866-3/fulltext)
Vizzotti reconoció que analizan diferir la segunda dosis de la vacuna rusa, que comenzó a aplicarse el 29 de diciembre pasado. "Los intervalos de interdosis de las vacunas son como mínimo de 21 días, pero si pasa más tiempo entre una y otra aplicación no es un problema relevante", aseguró la secretaria de Acceso a la Salud.
En tanto, un segundo vuelo de Aerolíneas Argentinas traerá en los próximos días 300.000 vacunas de la segunda dosis de la Sputnik V. "En el caso de la Sputnik V se trata de dos componentes distintos y la segunda tanda de 300 mil que llegarán al país la próxima semana serán aplicados a los que se dieron la primera dosis. Pensando en eso, para la segunda entrega estamos pidiendo más dosis del componente uno y no estamos pidiendo exactamente mitad y mitad como hicimos ahora", agregó Vizzotti. O sea que la decisión de dar la primera dosis de manera masiva y postergar la segunda dosis ya estaría tomada.
El Ministerio de Salud de Rusia autorizó ensayos clínicos de la versión "light" de la vacuna Sputnik V, que requiere solo una dosis y, por lo tanto, permitiría vacunar a muchas más personas en medio de limitaciones de producción. "En marzo tendríamos 30 millones de dosis de vacunas Sputnik V para aplicar a 15 millones de personas", remarcó la secretaria de Acceso a la Salud. No aclaró si se trata de la Sputnik V original o de esta versión "light".
No hay evidencia científica que respalde esta decisión sobre el esquema original. Una de las fortalezas de la vacuna rusa, de acuerdo con el Centro Nacional de Investigación de Epidemiología y Microbiología Gamaleya que la desarrolló, está en el uso de ambos componentes (que son los vectores adenovirales tipo 26 y 5 contra el virus Sars-CoV-2) a aplicar con un intervalo de no más de 60 días y no menos de 21 días.
Eduardo López, jefe del Departamento de Medicina del Hospital de Niños Ricardo Gutiérrez e integrante del comité asesor nacional para Covid-19, le dijo al diario La nación que no hay datos publicados de la eficacia con la primera dosis sola, tanto para la prevención de la enfermedad como la reducción del riesgo en los casos graves. Ante la consulta sobre el intervalo de aplicación, el infectólogo dijo: "Hay que recordar que las dosis de la vacuna Sputnik V son de distintos vectores virales, no se puede usar el mismo dos veces o dejar de utilizar alguno, además de que hay un plazo de uso de 60 días entre ambas aplicaciones que recomienda el instituto Gamaleya y, también, la Anmat".
En tanto, en la comunidad científica también hubo objeciones, basadas en el propio trabajo del instituto Gamaleya cuando publicó el resultado de la fase 2 (de la fase 3 aun no se ha publicado todavía en un medio científico internacional). Analizando ese trabajo, publicado en septiembre en la revista británica The Lancet (ver más arriba la dirección web del texto completo), se señaló que la medida de inmunidad que alcanza un suero de paciente recuperado es mayor que la alcanzada dando únicamente la dosis 1 de la Sputnik V. Dar una sola dosis de acuerdo a este paper no sería recomendado, se señaló. Además, en el caso de las vacunas de Moderna y Pfizer, las dos dosis son de la misma vacuna y no de adenovirus diversos, como es el caso de la Sputnik V. Lo mismo vale para la de AstraZeneca.
"Si van a comprar nuevas dosis de la Sputnik tienen que comprar las 2 dosis, porque no pueden 'estirar' la primera dosis como podrían hacerlo con las de Pfizer,AstraZeneca o Moderna", señalo un biólogo de la UBA que no se identificó más allá de su nombre de pila, Alejandro.