El banco del Vaticano ha logrado fuertes avances en materia de transparencia pero aún se requieren cambios para consolidar las medidas contra el lavado de dinero, dijo ayer el regulador financiero de la Santa Sede.
El banco del Vaticano ha logrado fuertes avances en materia de transparencia pero aún se requieren cambios para consolidar las medidas contra el lavado de dinero, dijo ayer el regulador financiero de la Santa Sede.
La Autoridad de Inteligencia Financiera (AIF), también dijo en su reporte anual para el 2014 que envió siete casos de presunto fraude o evasión de impuestos a la fiscalía del Vaticano para ser investigados.
Indicó que el número de reportes que recibió sobre actividad financiera potencialmente sospechosa cayó a 147 el año pasado, por debajo del nivel máximo de 202 en el 2013, lo que según las autoridades demuestra que las reformas y los procedimientos de divulgación pública de los casos estaban funcionando.
El banco del Vaticano, que busca reparar su imagen luego de una serie de escándalos financieros, ha sido sometido a profundas reformas en los últimos tres años.
El banco, conocido formalmente como Instituto para Obras Religiosas (IOR), ha endurecido sus estándares regulatorios y cerró cientos de cuentas.
La reforma del IOR ha sido uno de los asuntos más delicados en ser abordados por el Papa Francisco, en sus esfuerzos por reestructurar la compleja administración del Vaticano.
El reporte sostuvo que el regulador realizó la primera inspección en terreno del IOR para verificar el cumplimiento de los nuevos requerimientos de transparencia y responsabilidad, además de la legislación contra el lavado de activos.
“En general, los resultados de la primera inspección en terreno no mostraron fallas fundamentales”, señaló el informe.
Sin embargo, el regulador había asignado al banco “un plan de acción y medidas correctivas específicas” que tiene previsto monitorizar.
Rene Bruelhart, un abogado suizo que se desempeña como presidente de la AIF, dijo en rueda de prensa que aunque hubo “muchos progresos”, sigue habiendo necesidad de fortalecer los procedimientos en torno a los clientes del banco para reducir más el riesgo de que la institución pueda ser usada para delitos financieros.
“Fue un año positivo durante el cual nos concentramos en la implementación y consolidación (de las reformas)”, señaló Bruelhart, y agregó que la inspección al banco “es un paso importante que demuestra que el sistema de supervisión del Vaticano está funcionando”.
“Hemos reforzado masivamente nuestra cooperación internacional”, se congratuló el presidente de la AIF, Brülhart, recordando los protocolos firmados con 13 nuevos países, entre los cuales figuran Francia, Reino Unido y Australia, y con las autoridades reguladoras alemanas, luxemburguesas y estadounidenses.
Bruelhart afirmó que la autoridad que él preside había investigado al banco vaticano por primera vez en 2014 y estaba “bastante satisfecho”, pero aconsejó profundizar las reformas, en sentido de que el IOR debe tener un control más estricto de su cartera de clientes y clarificar la división de responsabilidades dentro de su estructura.
En el primer trimestre de 2014, la AIF realizó su primera inspección in situ al IOR para verificar sus medidas concretas de lucha contra el reciclaje de dinero sucio. “La inspección no demostró disfunciones fundamentales”, concluyó la AIF.
Según la autoridad financiera, las declaraciones de transferencias de fondos transfronterizos han disminuido constantemente.
Pieza clave del proceso de modernización y transparencia comenzado por Benedicto XVI y reforzado por Francisco de las finanzas vaticanas, durante mucho tiempo marcadas por la opacidad y los escándalos, la AIF fue instituida en 2010 y se integró al grupo Egmont, red informal de inteligencia financiera al servicio de los gobiernos.
El IOR, encargado de administrar principalmente las cuentas del clero y de las congregaciones, anunció el lunes haber registrado en 2014 una mejora considerable de su beneficio neto, que pasó de 2,9 millones a 69,3 millones de euros.
El monto total de los valores confiados al IOR por sus clientes aumentó ligeramente a 6.000 millones de euros en 2014. Al 31 de diciembre de 2014 contaba con 15.181 clientes, en tanto fueron cerradas 4.614 cuentas desde mayo de 2013.
El esclarecimiento de los escándalos en el Vaticano es una de las prioridades del actual pontífice, el Papa Francisco, quien dijo al ser elegido en 2013 que quería dirigir “una Iglesia pobre para los pobres”.
Ayer, el pontífice recalcó la relevancia de la historia de Jesús echando a los mercaderes del templo para los tiempos modernos y rogó a Dios que ayudara “a cada uno de nosotros y a la Iglesia a no sucumbir jamás a la esterilidad y la especulación”.