Este domingo médicos británicos suspendieron el tratamiento para mantener con vida a Indi Gregory, una beba que padece una enfermedad incurable y que se encuentra en el centro de una batalla legal entre sus padres y el sistema de salud pública. Lo anunció la ONG Christian Concern, que apoya a la pareja. Italia le concedió la ciudadanía a la beba para que siga recibiendo tratamiento médico en Roma, pero esta opción también fue rechazada por la Justicia inglesa.
El tratamiento de la niña de 8 meses “fue suspendido tras la decisión del tribunal de apelación el viernes”, indicó el grupo Christian Concern. Este domingo la niña fue desconectada del sistema de soporte vital, luego de ser llevada desde un hospital a un "hospicio", según la ONG. Los padres de la pequeña llevaban meses luchando contra los médicos británicos, que habían recomendado interrumpir el tratamiento que mantiene con vida a su beba, que sufre una enfermedad incurable.
Los médicos del hospital de Nottingham, donde se trataba a la beba, argumentaban que continuar con el tratamiento era inútil y doloroso, postura a la que se oponían Dean Gregory y Claire Staniforth, sus padres. El viernes un tribunal decidió que el tratamiento debía interrumpirse en un centro médico, y no en casa de los padres, como éstos solicitaban.
“Indi fue trasladada del hospital en ambulancia con escolta de seguridad” a un “hospicio”, según Christian Concern, que añadió que “dejó de respirar, y luego volvió a hacerlo”.
La pareja también fracasó en su intento de trasladar a Indi a un hospital de Roma. El juez del caso dictaminó que mudarse a Italia no sería lo mejor para Indi y los jueces del Tribunal de Apelaciones respaldaron esa decisión.
Indi, que nació el 24 de febrero, padece una enfermedad mitocondrial, una enfermedad que agota la energía celular y es incurable.
Los especialistas dicen que se está muriendo y los jefes del hospital pidieron una resolución que permita a los médicos limitar legalmente el tratamiento.
Los médicos dicen que el tratamiento que recibe Indi causa dolor y es inútil. Sus padres no están de acuerdo y habían estado tratando desesperadamente de que la transfirieran a Italia para recibir tratamiento.
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La beba tiene 8 meses y sufre una enfermedad incurable de las células.
El juez Robert Peel examinó pruebas en audiencias privadas en la División de Familia del Tribunal Superior de Londres. Permitió que asistieran los periodistas y dijo que se puede identificar a Indi en los informes periodísticos.
El juez dijo que no se podían nombrar los especialistas involucrados en el cuidado de Indi, ni tampoco el hospicio al que fue trasladada.
La decisión judicial se produce sólo unos días después de que se rechazara la apelación de la familia para llevarla a casa.
Dean Gregory y Claire Staniforth presentaron un llamamiento desesperado después de no poder persuadir a un juez para que le permitiera recibir cuidados al final de su vida en casa. Querían que los especialistas retiraran el tratamiento a Indi, de ocho meses, en su casa de Ilkeston, Derbyshire.
Un juez del Tribunal Superior falló el miércoles en contra de los padres de Indi y concluyó que retirar el tratamiento en casa sería "demasiado peligroso".
Italia: una oferta desechada por los jueces
Antes de eso, Italia presentó una solicitud urgente al Tribunal Superior para que les entregaran a Indi y pudiera ser tratada en Roma. Había esperanzas de que fuera trasladada al Hospital Bambino Gesù, del Vaticano, que accedió a tratar su enfermedad, después de que el gobierno italiano interviniera y le concediera la ciudadanía.
El cónsul italiano en Manchester, Matteo Corradini, solicitó en su calidad de tutor de Indi que se le permitiera viajar para recibir tratamiento.
La solicitud se presentó ante el Tribunal Superior de Londres al juez Robert Peel, quien escuchó revisiones anteriores y cada vez ordenó que "lo mejor para ella" es que se le permita morir. El recurso italiano se hizo en virtud del artículo 9 del Convenio de La Haya de 1996, que permite a un país solicitar ayuda a otro si considera que "está en la mejor posición para evaluar el interés superior del niño".
La organización Christian Concern, que apoya a los padres de Indi, dijo el jueves que la pareja había presentado una solicitud al Tribunal de Apelaciones en relación con los cuidados al final de la vida de Indi. El juez Peel rechazó esta solicitud. El juez dijo que aceptó la evidencia de los especialistas. Peel ya había dictaminado que los especialistas pueden limitar el tratamiento. Concluyó que tal medida sería lo mejor para Indi.
Los padres de Indi no han logrado persuadir a los jueces del Tribunal de Apelaciones ni a los jueces del Tribunal Europeo de Derechos Humanos en Estrasburgo, Francia, para que revoquen esa decisión sobre el tratamiento.
El juez Peel dictaminó que mudarse a Italia no sería lo mejor para Indi y los jueces del Tribunal de Apelaciones respaldaron esa decisión. El juez dijo en su fallo que el padre de Indi "reconoció, correcta y apropiadamente", que sus "decisiones y órdenes" "no se vieron afectadas" por la decisión de Italia de conceder la ciudadanía a la niña.
Dean Gregory, padre de Indi, dijo la semana pasada: "Mi corazón y el de Claire están con el presidente italiano, el gobierno italiano y el pueblo italiano. Les damos las gracias desde el fondo de nuestro corazón y los vemos como los ángeles guardianes de Indi. La compasión y el amor que ha demostrado al tratar de ayudar a nuestra hija a recibir la atención que necesita y la devoción que tiene por Indi nos hace muy felices". En ese momento agregó: "Pero todavía es urgente apelar al gobierno británico para que permita a Indi viajar a Italia antes de que sea demasiado tarde".
"Como padre, nunca he pedido ni suplicado nada en mi vida, pero ahora le ruego al gobierno británico que ayude a evitar que le quiten la vida a nuestra hija". El caso dio un giro diplomático con la intervención directa de la primera ministra italiana, Giorgia Meloni _cuyo partido promueve los valores familiares católicos tradicionales_, para conceder a la beba la nacionalidad italiana. Luego un tribunal superior inglés dictaminó que la intervención de Roma no modificaba ninguna de las sentencias anteriores.
Indi padece una enfermedad mitocondrial, una clase de patología genética que impide que las células produzcan energía. Las mitocondrias son estructuras que producen energía para las células. La enfermedad es incurable.
El sábado, el portavoz del Vaticano, Matteo Bruni, cuyo hospital se había ofrecido a seguir tratando a la beba, dijo que el papa Francisco “abraza a la familia de la pequeña Indi Gregory, a su padre y a su madre, reza por ellos y por ella, y dirige su pensamiento a todos los niños que en estas mismas horas en todo el mundo viven con dolor o arriesgan su vida a causa de la enfermedad y de la guerra”.