El Sindicato Único de Trabajadores Privados de la Libertad Ambulatoria (SUTPLA) respaldó el pedido de un preso condenado a prisión perpetua por un homicidio, quien exigió 60 mil pesos de indemnización por considerarse "despedido" de las tareas que realizaba en la cárcel de Devoto. El reo fue trasladado al penal de Ezeiza, donde le asignaron nuevas tareas y horarios.
"Las condiciones que reclama el compañero son las que están establecidas en la ley de trabajo. No reclama más de lo que le corresponde", señaló a Alejandro Gómez, de la regional santafesina del SUTPLA, a "Todos en La Ocho".
El dirigente gremial explicó que "cuando te despiden de un trabajo te indemnizan, y en este caso es lo mismo, más allá que sea un traslado". Dijo que el prisionero "se considera despedido porque cuando vaya a Ezeiza esté esperando un cupo laboral". Y aclaró que "el traslado no fue por mala conducta".
El preso Germán Ranieri fue juzgado y condenado a prisión perpetua en 2004 por asesinar a un policía federal y herir a otros dos efectivos durante el asalto a una confitería en la zona de Palermo. En el pedido de indemnización, las autoridades penitenciarias le asignaron nuevas tareas con un horario distinto al que venía cumpliendo. Ahora deberá levantarse a las 4 para trabajar en la panadería de la cárcel.
"Cualquiera sea el cambio te saca, porque si estás en un taller de herrería no te pueden poner a hacer bolsitas", justificó el dirigente de SUTPLA. Y amplió: "Si tenemos una antigüedad en un taller de oficio y te sacan de eso me considero despedido, hasta que vuelva a conseguir mi cupo laboral en otro ámbito".
Dijo que el reclamo del detenido "no pasa por levantarse más temprano, sino por una cuestión laboral que hay que respetarla tal cual es".
Gómez admitió que "hoy por hoy las cárceles son una fábrica de delincuentes", donde "entra un pichón de 18 años por una causa y sale totalmente profesional de delincuente".