EdiciSeis presos colombianos que se encontraban detenidos en Ecuador por el homicidio del candidato presidencial Fernando Villavicencio, ocurrido el 9 de agosto, fueron asesinados en medio de “disturbios” registrados en una cárcel de la ciudad portuaria de Guayaquil, escenario frecuente de sangrientos choques entre bandas de narcotraficantes.
El órgano estatal a cargo de las prisiones (Snai) aseguró en un comunicado que los seis reclusos muertos en la cárcel Guayas 1 “son de nacionalidad colombiana” y “estaban imputados por el asesinato” del postulante presidencial. Se trata de Andrés Mosquera Ortíz, José Neider López Hitas, Adey Fernando García García, Camilo Romero Reyes, Jules Osmín Castaño Alzate y Jhon Gregore Rodríguez.
Los colombianos habían sido capturados justo después del asesinato de Villavicencio, quien fue ejecutado a tiros cuando salía de encabezar un acto en el norte de Quito en vísperas de las elecciones generales anticipadas del pasado 20 de agosto.
“El Gobierno Nacional condena este hecho y ratifica su voluntad política para colaborar con las investigaciones pertinentes a fin de identificar a los responsables intelectuales del crimen del excandidato”.
Por el caso, hay una docena de arrestados, mientras que otro joven colombiano acusado de disparar al político fue abatido por sus guardaespaldas. Villavicencio era un exasambleísta y periodista de investigación conocido por sus permanentes denuncias sobre corrupción que derivaron en escándalos.
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Tras la muerte de los seis colombianos, el presidente ecuatoriano, Guillermo Lasso, quien el jueves viajó a Nueva York por asuntos personales, anunció por la red social X (exTwitter) que “en las próximas horas” regresará a su país “para atender esta emergencia”.
“Ni complicidad ni encubrimiento, aquí se conocerá la verdad”, añadió el gobernante, quien luego de los crímenes de los involucrados en el magnicidio ordenó “sesionar, de inmediato, al gabinete de Seguridad”.
Lasso, quien asegura sostener una “guerra abierta” contra el narcotráfico, tenía previsto ir de Nueva York a Seúl en visita oficial a partir de este sábado para impulsar la negociación de un acuerdo comercial, pero canceló su visita.
Los asesinatos se produjeron en un contexto particular, a poco más de una semana de la segunda vuelta presidencial entre la abogada Luisa González, de Revolución Ciudadana, el partido que se referencia en Rafael Correa, presidente ecuatoriano entre 2007 y 2017, de tendencia izquierdista, y el derechista Daniel Noboa, empresario y una de las mayores fortunas del país debido a su actividad en el sector de la producción de bananas que heredó de su padre, Álvaro Noboa.
Balotaje el domingo
Encuestas a favor, en contra y que marcan empates técnicos entre González y Noboa fueron difundidas en las últimas horas y a siete días del balotaje presidencial del 15 de octubre.
Noboa cuenta con 36,7% de apoyo y González con 36,4% en una investigación de la empresa Telcodata, señaló el diario El Universo. Los indecisos representan cerca de un 15%.
El mismo diario mencionó también el trabajo de Negocios y Estrategias, que ubicó a Noboa con 39% de la preferencia frente a 38,63% de González.
En un sondeo de Comunicaliza, Noboa logró 53,28% de sufragios válidos frente a 46,72% de su rival política, mientras que otro de Maluk Research estableció 51,1% para González y 48,9% para su contrincante.
González, de 45 años, ganó la primera vuelta presidencial del 20 de agosto con 34% de la votación válida, seguida de Noboa, de 35 años e hijo de uno de los hombres más ricos de Ecuador, que obtuvo 23%.
Ambos exasambleístas se pusieron por delante de otros seis candidatos presidenciales.