Una tribu apache de EEUU exigió una disculpa de Obama por usar el nombre del legendario guerrero Gerónimo, como nombre en clave de la operación contra Bin Laden. Un líder apache de Oklahoma dijo que Gerónimo fue un símbolo de la resistencia de los nativos americanos, y no debería haber sido vinculado a un notorio terrorista.
Valiosos “tesoros” a desclasificar
Agentes estadounidenses empezaron a estudiar ayer los archivos de computadora, memorias portátiles, los DVD y documentos recogidos por los comandos en la guarida paquistaní de Osama Bin Laden con la esperanza de hallar pistas que conduzcan a otros líderes de Al Qaeda. Los comandos Seal que protagonizaron el audaz asalto, confiscaron números telefónicos que podrían resultar valiosos.
El presidente de la comisión de inteligencia de la Cámara baja, el republicano Mike Rogers, recordó que pequeños retazos de información permitieron con el tiempo llegar hasta Bin Laden y expresó esperanzas de que lo mismo pueda suceder ahora. Rogers dijo que será una tarea ardua, ya que el material incautado incluye documentos codificados y escritos en árabe.
La CIA ha creado una comisión para estudiar el material que proviene del nivel de conducción más alto de Al Qaeda. Cuando cae un terrorista de nivel intermedio, sus jefes saben en qué consiste la información que poseía y pueden modificar sus planes. Cuando cae el jefe, nadie tiene esa certeza, dice.
Bush no va a la Zona Cero. En tanto, el ex presidente George W. Bush declinó la invitación del actual inquilino de la Casa Blanca, Barack Obama, para visitar juntos hoy la Zona Cero de los atentados del 11-S en Nueva York, tras la muerte del líder de Al Qaeda. “Bush aprecia la invitación, pero ha elegido permanecer ampliamente fuera de los focos durante este período pos- presidencial”, dijo su portavoz, David Sherzer.
Obama visitará hoy la Zona Cero de Nueva York y se reunirá con familiares de víctimas de los atentados de 2001, así como con el alcalde de la urbe, Michael Bloomberg. La visita tiene un alto valor simbólico ya que fue en ese mismo lugar, aunque entonces en medio de ruinas, donde el entonces presidente Bush prometió vengar los atentados de Al Qaeda pocos días después de los ataques.
Se reaviva la polémica sobre la tortura en EEUU
Washington.— ¿Los brutales interrogatorios en la cárcel de Guántanamo han sido la clave para acabar con la vida de Osama Bin Laden? La respuesta a este interrogante reavivó el debate sobre la tortura en EEUU, donde todavía muchos esperan que el presidente Barack Obama cumpla su promesa de campaña de clausurar la polémica prisión.
“Es un poco difícil decir si (la captura de Bin Laden) se ha debido a una única fuente de información. Pero parece claro que con algunos de los detenidos se usaron técnicas de interrogatorio coercitivas”, como el ahogamiento simulado. Estas declaraciones han sido el reconocimiento del director de la CIA, Leon Panetta, de que algunas de las pistas que condujeron hasta la casa de Abbottabad en Pakistán donde se escondía Bin Laden fueron obtenidas mediante los cuestionados métodos de tortura prohibidos por Obama cuando llegó al poder.
“Imperativo moral”. Mientras el círculo del ex presidente George W. Bush se jacta de que el éxito de la operación que ha acabado con el enemigo número de EEUU se debe, ni más ni menos, a sus prácticas de tortura durante los interrogatorios a sospechosos de terrorismo, la administración Obama trata de disimular que las averiguaciones en esa etapa oscura del anterior gobierno hayan sido determinantes para la operación “Gerónimo”.
El camino que condujo hasta Bin Laden comenzó con los ahogamientos simulados”, declaró esta semana el congresista republicano neoyorquino Peter King, según publicó el diario The Telegraph. “Esta técnica es un imperativo moral que salva vidas”, aseveró.
El diario New York Times, en su análisis de esas revelaciones de los detenidos, concluye que si bien no fueron esenciales para llegar hasta Bin Laden, “sí jugaron un pequeño papel, al menos en la identificación del correo de confianza de Osama y en el descubrimiento del escondite”.
Esas pistas fueron facilitadas por dos detenidos tras el 11-S: Jalid Shaij Mohammed y Mohammad al-Qahtani. Ambos fueron sometidos a prácticas de tortura como el ahogamiento simulado —que consiste en sumergir la cabeza del sujeto atado y boca abajo en líquido, hasta que comienza a asfixiarse— tal y como confirmó el propio Bush en una entrevista en 2010. “Usamos esta técnica con tres personas y conseguimos información valiosa para proteger al país”, defendía el ex presidente entonces.
Sin embargo, el New York Times cuestiona que sólo uno de los tres torturados proporcionó alguna pista concluyente. De hecho, los 183 ahogamientos a los que fue sometido Shaij Mohammed, ideólogo confeso de los atentados terroristas contra las Torres Gemelas, solamente sirvieron para que repitiera una y otra vez datos confusos a los interrogadores.
El fiscal general Eric Holder defendió ayer la operación contra Bin Laden, calificándola como “legal, legítima y apropiada”, pero evitó valorar la información sobre la que se apoyó la misión.
El sueldo de un maestro de escuela
¿Vale la pena arriesgar la vida en una operación tan compleja como la de matar a Bin Laden? A juzgar por los sueldos que perciben los Seals, el cuerpo de élite del ejército de EEUU, se podría responder que no. A través de los datos del Departamento de Defensa se puede constatar que un Seal, de máximo grado y con más de una docena de años de servicio, puede alcanzar una retribución de 54.000 dólares anuales. En EEUU, este sueldo es comparable con el de un profesor en el curso 2009-2010. Es cierto que el personal militar tiene derecho a una vivienda en la base, pero por otro lado los profesores tienen de dos a tres meses de vacaciones.
La falta de pruebas dispara todo tipo de teorías conspirativas
Nueva York.— Casi inmediatamente después de que EEUU informara que había matado en Pakistán al líder de Al Qaeda, Osama Bin Laden, comenzaron a circular las teorías conspirativas. Incluso algunos familiares de las víctimas de los atentados del 11 de septiembre de 2001 dicen que su muerte plantea interrogantes.
La Casa Blanca dijo que Bin Laden recibió un disparo en la cabeza luego de que 15 miembros del grupo Seals de la marina estadounidense irrumpiera el lunes en una mansión fortificada. Sin embargo, el hecho de que su cadáver fuera lanzado rápidamente al mar y la renuencia de las autoridades a divulgar fotos de su cadáver ha dado pie a variadas teorías.
Una de ellas afirma que Bin Laden era en realidad un títere de la CIA que había muerto hace años, una figura de fantasía que se utilizó para justificar la guerra de EEUU en Afganistán. Esa es una posición compartida por la activista estadounidense contra la guerra Cindy Sheehan. “Si uno cree en la reciente muerte de Osama Bin Laden es estúpido”, escribió Sheehan en su página en Facebook.
Por su parte, el sitio Yahoo dijo que la búsqueda de frases como “Osama Bin Laden no está muerto” y “Osama Bin Laden sigue vivo” se disparó desde el lunes.
Las teorías conspirativas no son nuevas en EEUU. ¿Quién realmente le disparó al presidente John F. Kennedy? ¿Elvis Presley sigue vivo? ¿Aterrizaron extraterrestres en un ovni en Roswell, en Nuevo México? ¿Fue el 11 de septiembre de 2001 orquestado por los intereses de Washington para justificar las guerras en Afganistán e Irak?
¿Quién sabe? En la Zona Cero de Nueva York, donde estuvieron alguna vez las Torres Gemelas, algunos visitantes tienen dudas sobre la muerte de Bin Laden. “Sólo espero que realmente lo hayan hecho. Lo lanzaron al mar. ¿Quién sabe lo que pasó?”, dijo Sal Leto, de 59 años.
Mientras, la profesora jubilada Joani Ellingson, de 62 años, aseguró: “Es parte de la cultura de la muerte que nosotros queramos ver una prueba. Tenemos curiosidad”.
Rosaleen Tallon, cuyo hermano murió en los ataques contra el World Trade Center, comentó que estaba “consternada” sobre que el cadáver de Bin Laden desapareciera con tanta rapidez. “Esto desgraciadamente está abriendo la posibilidad a teorías de conspiración”, dijo.
En la Universidad de Pace, el profesor de Ciencias Políticas David Caputo preguntó a los alumnos si dudaban de que Bin Laden estuviera muerto. Según el catedrático, las dos terceras partes tenía al menos una pequeña duda y el cinco por ciento una duda importante.
Europa pasa de la euforia al malestar
Madrid/Berlín. — La alegría en Europa tras la muerte de Osama Bin Laden se enfrió ayer al trascender que el líder de Al Qaeda estaba desarmado cuando fue abatido y que quizás la tortura de prisioneros ayudó a Estados Unidos a localizarlo. Bin Laden, el hombre más buscado del mundo, murió a manos de comandos estadounidenses que asaltaron el lunes una villa donde se escondía en Pakistán. Legisladores en Alemania y España cuestionaron a la canciller Angela Merkel y al presidente del gobierno español José Luis Rodríguez Zapatero por sus entusiastas elogios al presidente estadounidense Barack Obama. “Es muy probable que el destino de Bin Laden sea un destino buscado por él mismo”, dijo Zapatero ayer en el Parlamento después que el diputado Gaspar Llamazares, de Izquierda Unida, cuestionara su felicitación a Obama. Zapatero dijo que hubiera preferido que Bin Laden hubiera sido llevado a juicio, pero que comprendía que la operación contra “uno de los criminales más sangrientos de la historia” acabase así.
En marzo de 2004, militantes islamistas detonaron simultáneamente bombas en cuatro trenes en Madrid matando a 191 personas e hiriendo a más de 2.000. Los atacantes dijeron que el atentado no fue ordenado por Al Qaeda, pero sí inspirado en las acciones del grupo.
Críticas a Merkel. En Alemania, un veterano diputado del partido demócratacristiano de Merkel, Siegfried Kauder, criticó un comunicado emitido el lunes por la canciller donde expresaba satisfacción por la muerte del líder de Al Qaeda. “Yo no hubiera usado esas palabras”, dijo Kauder. “Esa es una manera vengativa de pensar que nadie debería tener. Es medieval”. “La muerte indiscriminada no es permitida por los acuerdos internacionales. Si uno llega a la conclusión de que Bin Laden ya no estaba activo, su muerte podría ser vista como indiscriminada”, añadió.
Presentadores de televisión y radio se centraron en la revisión por parte de Washington de algunos detalles de la operación, como el hecho de que Bin Laden no estuviera armado y que una mujer herida no fue usada como escudo, diciendo que parecía cada vez más una ejecución. Comentaristas de la televisión española cuestionaron la versión oficial de que el cadáver del líder de Al Qaeda fue arrojado al mar y dijeron que la imagen de Obama podría perder puntos entre los europeos, que hubieran preferido que lo capturaran y llevaran a juicio.
Interrogatorios. Los europeos también se sumaron al renovado debate sobre la tortura y los interrogatorios, después de que las autoridades estadounidenses dijeran la pista que ayudó a rastrear a Bin Laden fue obtenida de al menos un prisionero que fue torturado. “Lo que me llama la atención es el intento de la Casa Blanca de encubrir Guantánamo. Están diciendo que la información que les llevó hasta Bin Laden vino de allí y que fue obtenida mediante tortura”, dijo Manuel Erice, vicedirector del diario ABC. A muchos europeos les costó también entender las celebraciones abiertas en las calles de Nueva York y Washington. “Aunque muchas naciones sufrieron el terrorismo de Al Qaeda y pocos llorarán la muerte de Bin Laden, Estados Unidos es el único lugar donde se desataron estridentes efusiones espontáneas de gran alegría”, escribió el columnista Gary Younge en el diario de centroizquierda inglés Guardian.
“La euforia inicial en Estados Unidos puede ser difícil de entender para personas de Europa Occidental, pero en cierto sentido es comprensible en el contexto”, dijo Paul Rogers, profesor de Estudios para la Paz en la universidad de Bradford en Gran Bretaña. Algunos comentaristas dijeron que Obama podría perder su brillo en Europa, donde ha sido admirado por su enfoque más multilateral en política exterior que su predecesor George W. Bush. Pero el diario Le Monde dijo que Obama había dado el tono adecuado, diciendo que había anunciado la noticia con sobriedad y sin triunfalismos. “Nada de la ridícula «misión cumplida» de Bush, vestido de piloto de combate, para proclamar en 2003 la victoria de EEUU en Irak”, dijo.
Decisión política. El diario alemán Suddeutsche Zeitung expresó dudas sobre la legalidad de la muerte. “¿Qué ley cubre la ejecución de Bin Laden?”, escribió Heribert Prantl, uno de los editores del diario de tendencia izquierdista. “La ley de EEUU exige un juicio antes de que se ejecute una pena de muerte. Las ejecuciones están prohibidas en los países basados en el estado de derecho. La ley marcial tampoco cubre la operación. La decisión de matar al padrino del terror fue política”, añadió.
Washington retoca las versiones
Washington. — El gobierno de Estados Unidos ha tenido que retractarse. Osama Bin Laden no iba armado cuando un comando de las unidades especiales le disparó y tampoco usó a su mujer como escudo humano. Esta corrección es embarazosa, sobre todo porque el consejero en la lucha contra el terrorismo John Brennan había asegurado: “El (Bin Laden) se enfrentó con los que entraron en un tiroteo”, afirmó el lunes. Y casi de forma irónica comentó cómo un asesino en masa se escondía de forma cobarde detrás de una mujer.
Sin embargo, no es más que de un pequeño “retoque” para los estadounidenses, que están entusiasmados y elogian el desarrollo perfecto del operativo secreto contra el enemigo número uno del país. No hay indicio alguno de que estas nuevas revelaciones vayan a rebajar el entusiasmo por el operativo, que además da alas al presidente Barack Obama. Aun cuando los medios estadounidenses informaron ayer ampliamente sobre los detalles que corrigió el gobierno, el debate sobre si los Navy Seal intentaron realmente capturar con vida a Bin Laden se desarrolla prácticamente de forma marginal y la cuestión sobre la legalidad de la “licencia para matar” no ha llegado a situarse en un primer plano.
Un 93% a favor. Y los medios al parecer reflejan el sentir de la población. Según una encuesta del USA Today/Gallup, sólo el 33% de los consultados considera que para Estados Unidos habría sido mejor capturar a Bin Laden con vida. El 60% opina que matarlo era la mejor solución. Y el 93% apoya plenamente la acción que acabó con el líder terrorista.
Si se critican las versiones falsas, éstas se centran en que el gobierno no conocía los puntos importantes de los hechos o no los comprobó suficientemente antes de que presentarlos a la opinión pública. La Casa Blanca por su parte se defiende con la “fog of war” (niebla de guerra) refiriéndose a que en una conflagración a menudo hay confusión sobre cómo ocurrieron los hechos. Hubo una “gran precipitación” por proporcionar detalles a la opinión pública del operativo. Tan sólo poco a poco, cuando se fue interrogando a los miembros de los comandos especiales se han ido esclareciendo los hechos.
“Todos los servicios fallaron”
Para el primer ministro de Pakistán, Yusuf Raza Gilani, que Osama Bin Laden haya permanecido escondido durante años en una mansión en la ciudad de Abbottabad no deja bien parados a todos los servicios de inteligencia extranjeros. Según dijo en Francia, donde se encuentra de visita oficial, el hecho de que el líder de Al Qaeda se pudiese esconder no lejos de una academia militar demuestra un fracaso de los servicios secretos y eso incluye también al de Estados Unidos. Occidente, dijo, no debería difundir “noticias negativas” sobre Pakistán. El presidente de Pakistán, Asif Ali Zardari, había admitido antes que no tenía ninguna sospecha de que Bin Laden se encontraba donde la unidad especial estadounidense lo liquidó. Los expertos en seguridad dudan, sin embargo, que el líder terrorista se hubiese podido esconder allí sin el conocimiento de los servicios secretos u otras autoridades paquistaníes. En opinión del premier, Pakistán necesita más apoyo en la lucha contra el terrorismo, que es el “problema número uno” del país. “Seguridad y la lucha contra el terrorismo no son la tarea de una sola nación”, subrayó Gilani en París.
Sentimientos encontrados en el convulsionado mundo árabe
El Cairo.— Osama Bin Laden ya no era tan popular entre el Atlas y el Tigris, pero su muerte a manos estadounidenses removió de nuevo las conciencias. EEUU dio un golpe, pero a los árabes no les agrada que Washington aspire a imponer un orden que ellos odian.
La muerte del terrorista más buscado del mundo a manos de un comando especial estadounidense ha sorprendido al mundo árabe en medio de un cambio radical. Algunas imágenes están borrosas en la memoria de algunos, pero siguen presentes.
“Algo desagradable me sigue removiendo en la muerte de Bin Laden”, afirma la activista prodemocrática Perihan Abusaid en El Cairo. “Posiblemente es la circunstancia de que sean los estadounidenses quienes lo hayan matado”, agregó.
Las encuestas de opinión no otorgaban últimamente una gran popularidad a Bin Laden en el mundo árabe. Sólo el 22% de los egipcios, el 13% de los jordanos y el 34% de los palestinos confiaban en él, según un sondeo de este año elaborado por el Pew Research Center de Washington. Esto indicaba una fuerte caída de su popularidad: en 2003 era el 72% de los palestinos y el 56% de los jordanos quienes lo apoyaban, y en 2006 todavía contaba con el favor del 27% de los egipcios.
Los medios equivocados. Pero pese a ello, muchos árabes ven la muerte de Bin Laden con sentimientos encontrados, ya que se despiertan los recuerdos de por qué luchaba al principio en la región, de su rebeldía contra el orden mundial estadounidense, contra su favoritismo a Israel y la violación de los derechos de los palestinos, y contra los dictadores árabes que seguían el mandato de Washington. “Luchaba por una buena causa, pero con medios nada buenos”, resume el joven banquero cairota Mahmud Bisari.
La sociedad árabe es además una sociedad joven: a los que rondan los 30 años los atentados del 11 de septiembre de 2001 en EEUU les quedan muy lejos. Ellos luchan de otra forma por otros objetivos. En Egipto y Túnez lograron derrocar regímenes autoritarios mediante la resistencia civil pacífica y no mediante el terror. Quieren construir, no destruir.
“Pasada de moda”. “La agenda del mundo árabe pasa hoy por la dignidad y la democracia. La agenda de Bin Laden está pasada de moda”, twiteaba el joven saudita Mahmud Sabagh. “El daño que Bin Laden hizo en nombre del islam es una deshonra colectiva”, afirmó.
Para la joven generación, Bin Laden es un fantasma de tiempos anteriores, la excusa utilizada por los déspotas. Así, el presidente egipcio Hosni Mubarak, en su lucha por la supervivencia política, intentó debilitar al movimiento democrático fomentando el miedo a los “extremistas”. Lo mismo hace el dictador libio Muammar Kaddafi, que intenta desacreditar a los insurgentes al acusarlos de ser “elementos de Al Qaeda”.
Otros jóvenes, en cambio, opinan que la muerte de Bin Laden “llegó demasiado tarde”. La estudiante de Ciencias Políticas Dania Ghonim aseguró que la herencia del líder de Al Qaeda “ya está arraigada desde hace mucho tiempo en el mundo”. l (DPA)