La masacre pudo ser mayor: los atacantes que el jueves mataron a 14 personas e hirieron a más de 120 en dos atropellos masivos en Barcelona y la localidad costera de Cambrils planeaban desde hacía meses un atentado "de mayor alcance" que incluía al parecer la detonación de explosivos. Fue una de las novedades que dejó ayer una jornada vertiginosa en la que se acumularon las noticias, incluida la muerte de los principales sospechosos del ataque o la identificación de las primeras víctimas, mientras España intentaba demostrar su capacidad para volver a ponerse en pie tras su peor atentado en más de diez años.
Los intentos por aclarar el atropello masivo del jueves en La Rambla de Barcelona, una de las calles más céntricas y turísticas de la ciudad, pasaron en gran parte por definir la identidad de los cinco presuntos terroristas abatidos horas después tras otro atropello en Cambrils, a unos 130 kilómetros de Barcelona. Las informaciones de fuentes de seguridad citadas en diversos medios a lo largo del día mostraron versiones ligeramente diferentes, aunque todas coincidieron en el dato esencial: entre esos cinco abatidos estaba el conductor del utilitario que perpetró el atentado en La Rambla, el autor material de la masacre.
Según los diarios El Mundo y El País y la televisión pública TVE, se trata al parecer de Moussa Oukabir, un marroquí de 17 años que vivía con su familia en Ripoll, unos 100 kilómetros al norte de Barcelona, y es hermano de uno de los cuatro detenidos por el ataque. Oukabir era al parecer uno de los sospechosos huidos y buscados por la policía junto a otros tres marroquíes de 18, 20 y 24 años, todos sin antecedentes por terrorismo. Varios medios coincidieron también en que tres de ellos murieron en Cambrils, incluido Oukabir, y un cuarto sigue prófugo. La policía no confirmó aún ninguna identidad.
El máximo responsable de la policía autonómica de Cataluña (Mossos d'Esquadra), Josep Lluís Trapero, resumió a última hora el estado de la investigación:24 horas después de los ataques, existe ya "bastante perfilado el grupo de personas" que lo planearon y perpetraron.
La célula yihadista constaría así de "12 personas de interés": los cuatro detenidos (tres marroquíes y un español), los cinco abatidos e identificados en Cambrils y otros tres identificados pero aún no detenidos. Uno o dos de ellos pudieron morir en la explosión registrada el miércoles en una casa en Alcanar, unos 200 kilómetros al sur de Barcelona, donde el grupo tenía al parecer su base. La vivienda de Alcanar aportó el otro gran impacto informativo del día después de los atentados: según explicó Trapero en una rueda de prensa a mediodía, los presuntos terroristas acumulaban en la casa garrafas de gas, cuya explosión accidental truncó en parte sus planes. "La tesis que manejamos es que estos atentados se estaban preparando desde hace un tiempo alrededor de esta vivienda por parte de este grupo. La explosión evitó (...) atentados de mayor alcance que los que se han producido", explicó. La policía siguió ayer actuando en los restos de la vivienda derrumbada, llevó a cabo detonaciones controladas y halló "restos biológicos"que podrían pertenecer a un cadáver diferente del ya encontrado el miércoles.
El goteo de noticias sobre detenidos, sospechosos y planes asesinos revivió viejos dolores en España, un país golpeado por el terrorismo de ETA durante medio siglo y que sufrió en 2004 el peor atentado yihadista perpetrado hasta ahora en suelo europeo con casi 200 muertos y unos 2.000 heridos en Madrid.
Conmoción: habló el padre de los sospechosos
El padre del marroquí Moussa Oukabir, abatido junto con otros sospechosos de los atentados cometidos en la Rambla de Cataluña, en el noreste de España, afirmó ayer que se enteró de la muerte de su hijo por la policía y dijo estar "conmocionado". La policía catalana identificó formalmente este viernes los cadáveres de tres marroquíes miembros de la célula que cometió los atentados de Barcelona y Cambrils, que dejaron 14 muertos y más de 120 heridos. Se trata de Moussa Oukabir, Said Aallaa y Mohamed Hychami, de 17, 18 y 24 años de edad, respectivamente.
El hermano de Moussa Oukabir, Driss, fue detenido el jueves en la localidad de Ripoll, a unos 100 kilómetros al norte de Barcelona, donde posteriormente fueron arrestados otros tres sospechosos de estar implicados en los atentados.
En la casa familiar de los Oukabir en Melouiya, un pueblo situado en una región rural pobre del Atlas, en el centro de Marruecos, el padre, Said Oukabir, recibía el pésame de amigos, familiares y vecinos tras haberse enterado de la muerte de Moussa. "La policía española ha llamado ayer a su madre, que está en España (en Ripoll), para decirle que Moussa había muerto", declaró el hombre, con lágrimas en los ojos.
Said Oukabir afirmó estar "conmocionado" después de que la policía de Cataluña anunciara ayer que sus dos hijos eran sospechosos de participar en los atentados de la Rambla de Barcelona y Cambrils, y confió en que Driss, de 27 años, sea "declarado inocente".
Los barceloneses frenaron una marcha de grupos de ultraderechistas islamófobos
Vecinos de Barcelona echaron ayer a un grupo de ultraderechistas que pretendían manifestarse con lemas islamófobos en el lugar donde 13 personas murieron el jueves en un atropello masivo perpetrado por un terrorista. Los manifestantes aparecieron cerca del inicio de La Rambla, la céntrica calle de la ciudad nororiental donde se produjo el atentado, con banderas de estética fascista y carteles con lemas como "Stop Islamization of Europe"(Frenen la islamización de Europa)o "DefendEurope". Los ultras intentaban impedir así una marcha autorizada de movimientos antifascistas, pero varios vecinos y peatones intervenieron y los enfrentaron con gritos como "¡Fascistas, fuera de nuestros barrios!"y "¡No pasarán!", el lema de los republicanos en la Guerra Civil española (1936-1939).
Tras unos instantes de tensión, los grupos nacionalistas se retiraron entre gritos victoriosos de los vecinos. "Lo que pasó el jueves en Barcelona fue un acto de odio. Pero esto es el mismo odio", dijo Eduard Sánchez, un empleado bancario. La escena fue celebrada por Pablo Iglesias, líder del partido de izquierda Podemos, que colgó varias fotos en su cuenta de Twitter junto al mensaje:"Emociona ver a los vecinos y vecinas echar a los neonazis de La Rambla. No se puede ser demócrata sin ser antifascista. Visca Barcelona" (Viva Barcelona).
Comunidad musulmana
Asimismo, los representantes de la comunidad musulmana de España condenaron ayer en duros términos el ataque terrorista que el miércoles dejó 14 muertos en Cataluña y calificaron a sus autores como "asesinos" que no representan a ninguna fe. La Junta Islámica de España y el Instituto Halal emitieron un comunicado conjunto mostrando su "total conmoción"por el atropello masivo en una céntrica calle de la ciudad y dejando clara su "condena absoluta y sin paliativos".
"Nada hay que pueda justificar este crimen, que nos indigna como nos indignaron los perpetrados en París, Londres, Mánchester, Kabul, Bagdad, Manila y en otros tantos lugares", indica el texto, que habla también de "rabia, impotencia y perplejidad".
Los dos organismos envían su "máxima solidaridad con las víctimas" y sentencian que los autores del ataque son "asesinos" que buscan "destruir la convivencia y reforzar el ideario de quienes aspiran a dividir". "No representan a ninguna confesión religiosa", concluye el comunicado de las dos instituciones.
Horas después del primer ataque ocurrido en la Rambla de Barcelona el jueves, la Comisión Islámica de España había mostrado ya su "más enérgica condena y repulsa" por el atentado y reiterado "su pleno compromiso en la lucha contra cualquier tipo de terrorismo".