La Cámara de Diputados de Chile rechazó dos proyectos de ley que buscaban que los chilenos retiraran miles de millones de dólares de sus fondos de pensiones, lo que representa un fracaso para un grupo de parlamentarios de izquierda y para el gobierno del presidente Gabriel Boric.
Primero los diputados rechazaron una iniciativa parlamentaria que aspiraba a permitir el giro de unos 15.000 millones de dólares, y luego se opusieron a un proyecto de Boric que autorizaba el retiro de unos 3.000 millones de dólares por parte de deudores de pensiones alimenticias y de créditos hipotecarios, entre otras deudas.
Luego de ocho horas de debates, el proyecto de giro masivo, que necesitaba 93 sufragios, fue rechazado por 70 votos a favor, 70 en contra y 12 abstenciones, mientras la iniciativa del gobierno, que requería 78 votos, obtuvo 68 a favor y 83 en contra.
Boric enfrentó la primera gran negociación política de su mandato en el Congreso de su país. Y aunque a primera vista no consiguió su objetivo evitó un dilema mayor, el retiro de los fondos que habría causado un serio golpe a los fondos privados de pensión. Ahora el mandatario enfrenta una división dentro de la alianza de gobierno porque los comunistas le critican que se tornó moderado y no cree más en los principios de cuando era estudiante.
Desde marzo, un grupo de diputadas y diputados buscaban allanar el camino a un nuevo retiro del 10% de los fondos de jubilación de cada chileno, para que pudiesen disponer de ese dinero libremente. La idea tensionó a la coalición oficialista, pues quienes en el pasado votaron a favor de los otros retiros –incluido el mismo Boric- ahora fueron convocados por el gobierno a rechazarlo.
El gobierno se opuso al giro de 15.000 millones de dólares porque estima que habría incrementado en hasta cinco puntos la inflación en el país, que asciende a 9,4% en 12 meses, según cifras oficiales.
Al no lograr que sus seguidores rechazaran el retiro masivo, Boric propuso, sin éxito, un proyecto alternativo para pagar pensiones alimenticias morosas, créditos hipotecarios y otras deudas con entidades no bancarias, cancelar servicios de luz y agua y para adquirir una primera vivienda básica.
Para lograr el apoyo de la oposición derechista a su iniciativa, el gobierno ingresó durante la jornada un proyecto de reforma constitucional para dar certeza de que los fondos no serán expropiados por un nuevo sistema de pensiones que impulsará Boric.
Los chilenos han girado 51.000 millones de dólares en tres giros anteriores, y el Senado rechazó un cuarto. Boric votó a favor de todos los retiros antes de llegar al poder hace cinco semanas.
Durante décadas Chile registró una inflación anual en torno al 3%, pero concluyó 2021 con un 7,2% y en marzo último sumó 1,9%, la mayor en un mes en 29 años. Tan sólo en el primer trimestre la inflación llegó a 3,4%.
El gobierno dice que el 40% de la inflación obedece a la gran liquidez del mercado local producto de los retiros y a los subsidios fiscales para enfrentar la pandemia de COVID-19, y que el resto responde a factores externos, incluida la invasión rusa a Ucrania.
La inflación es la arista que más ha influido en una creciente desaprobación de Boric, la cual se ha incrementado 30 puntos en las últimas cuatro semanas, hasta llegar a un 50%, mientras que su aprobación es de 40%, según la encuestadora Plaza Pública Cadem, que desarrolla sondeos telefónicos semanales.
Otras empresas de sondeos también muestran un incremento en la desaprobación. “La rápida alza en la desaprobación es algo que no se había observado en las anteriores administraciones”, señaló Cadem.
El gobierno ha cometido errores que influyen, según los expertos. Dos de ellos fueron de responsabilidad de la ministra del Interior, Izquia Siches, quien intentó ingresar sin permiso a una comunidad indígena que favorece acciones violentas para recuperar tierras ancestrales. Fue recibida con balazos al aire y debió huir.