El presidente brasileño Jair Bolsonaro dirigió este sábado a un grupo de partidarios en motocicletas por las calles de San Pablo y recibió una multa por no usar barbijo.
Presidente motoquero. Bolsonaro lidera la caravana de motos por las calles de San Pablo.
El presidente brasileño Jair Bolsonaro dirigió este sábado a un grupo de partidarios en motocicletas por las calles de San Pablo y recibió una multa por no usar barbijo.
El mandatario ultraconservador saludó a la multitud desde su motocicleta y después desde arriba de una camioneta con altoparlantes, donde partidarios con cascos, pero pocos con mascarillas, lo vitorearon y corearon mientras Bolsonaro insistía que las mascarillas eran inútiles para quienes ya estaban vacunados _una afirmación debatida por la mayoría de los expertos en salud pública.
El gobierno estatal de San Pablo indicó que se le impondrá una multa, equivalente a unos 110 dólares, por infringir una norma vigente desde mayo de 2020 que exige el uso de mascarillas en espacios públicos.
El despacho de Bolsonaro no respondió de momento una petición de comentarios al respecto.
La caravana de motociclistas salió y volvió a entrar a la ciudad, para terminar en el Parque Ibirapuera en donde el presidente subió sobre un vehículo para defender su oposición al uso de mascarillas entre los vacunados.
"Quienquiera que esté en contra de esta propuesta es porque no cree en la ciencia, porque si están vacunados no hay forma de que el virus sea transmitido'', aseguró.
Pero las vacunas están diseñadas principalmente para proteger a los receptores de enfermar, no necesariamente de contagiarse. Aunque los estudios muestran que muchas vacunas reducen la carga viral y, probablemente, la propagación, no todas las variedades han sido estudiadas en su totalidad. Por caso, la vacuna Pfizer ha demostrado bajar notoriamente la contagiosidad, pero no es así con vacunas convencionales, como las chinas Sinovac, que se aplican en Brasil.
Los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades de Estados Unidos señalan que, "el riesgo de contagio del Sars-CoV-2 en personas totalmente vacunadas no podrá eliminarse por completo siempre y cuando exista una transmisión comunitaria continua del virus''. Esto último es precisamente lo que ocurre en grandes ciudades de Brasil, como San Pablo.
Hasta el momento, menos del 12% de la población de Brasil ha recibido ambas dosis de alguna de las vacunas contra el Covid-19, según el Ministerio de Salud, y muchos expertos brasileños advierten que sólo pueden dejar de usar mascarillas cuando la mayoría de la población haya sido vacunada con ambas dosis.
Bolsonaro también fue multado por no usar mascarilla durante un evento con sus partidarios en mayo en Maranhao, un estado en el noreste del país. Gobernadores de ese estado y de San Pablo continúan en disputa con Bolsonaro por sus medidas restrictivas para contener la propagación del coronavirus.